Jael Vasquez Zabala

Sectas, movimientos políticos y muchos, muchos asesinos, eso es lo que te espera en esta saga. ¿Alguna vez te has enfrentado a un monstruo? Aunque no lo creas, los monstruos existen, pero no, no son como en los cuentos, no tienen cuernos o dientes filosos, algunos incluso son hermosos. Estos monstruos se ocultan tras la religión, el poder y muchas veces bajo una mirada inocente. Porque al final de todo, nadie es inocente. Nadie. Ni siquiera ellos.

Después de escapar de la secta los niños Keller se separan, con la intención de seguir con sus vidas buscan tener la mayor normalidad posible, alejarse de los problemas, pero sin importar cuanto lo desean parece que no pueden dejar atrás su pasado. Porque una vez que entras en Un Mundo Libre, nada, ni siquiera la muerte te libera de ellos.

Allí, arriba, en las montañas alrededor de Newfane, existe un lugar al cual nadie puede acceder con facilidad, aquél lugar es constantemente atormentado por el sonido metálico de lo que alguna vez fue la maquinaria minera del pueblo. Aquel lugar es Grimore. Las abandonadas instalaciones mineras que alguna vez trajeron dinero a Newfane ahora se veían olvidadas y abandonadas por el mismo pueblo que alguna vez con tanto esmeró riquezas ofreció, ahora el tiempo consumía aquél lugar. O eso es lo que todos en Newfane se esmeran en creer.

Friga es una gata muy especial, en la mente de su dueña ella lo puede todo, desde salvar al planeta de su destrucción a crear la nueva orden mundial, pero por ahora Friga se encargara de narrar los sucesos en la caótica mente y en la vida amorosa de su dueña, la cual no suele ser muy normal.

El dolor...y la muerte es algo muy difícil de afrontar, tanto que a veces no puedes ni siquiera respirar de tanto llorar, pero siempre hay alguien que te apoya incondicionalmente, sin importar la situación y ese es Dios, quien sana el dolor sin importar la situación. Aidan, Haza, Joshua, Kellen, Zachary, Katherina y todos los demás han sufrido, saben del dolor, saben de la muerte y la desesperación, pero también saben del perdón y el amor. Dios, sana el dolor.