Lisandro murió de una forma estúpida: enchufar la computadora en la que estaba leyendo su novela Omegaverse mientras su vaso de té se caía y provocó de inmediato un montón de chispas.
Apenas abrió sus ojos y despertó como un personaje secundario poco visto en la novela que estaba leyendo.
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En proceso: 17 Ene
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Sí, quiero