El aire dentro de la iglesia era espeso, como si nadie se atreviera a respirarlo del todo.
Las flores blancas olian demaciado dulces. El vestido pesava mas de lo que ella habia imajinado.
cuando dijo si, no lo hizo con la voz, sino con un movimiento leve de la cabeza,
como si temiera que el sonido pudiera romper algo invisible.
Tomo su mano.
Estaba tibia.
Real.
Dio un paso fuera del altar.
La luz la golpeaba de frente. Y entonces el sonido, no fue inmediato, Primero llego el eco. Un golpe seco, sin forma, que no parecia pertenecer a ningun lugar. Sus oidos sumbaron, El mundo se inclino apenas, el suelo -Todavia lejos- La llamo por primera vez.
Despues su casa.
La casa nueva.
El olor de la printura fresca mesclado con cafe recien echo, las cajas sin desempacar duranrte semanas por que la vida no parecia tener prisa por empezar.
<3