1.1 – Soy especial.
El viaje hacia la academia transcurre más rápido de lo que imaginé. Sentada en el transporte flotante, observo el paisaje de Exter pasar como destellos fugaces de luz y metal.
Mi corazón late con fuerza, y no sé si es por la emoción o los nervios. Hoy es el día en que todo cambia.
Mi hermano salió antes que yo. Como trabaja en la academia, debe estar allí desde temprano, así que esta vez hago el trayecto sola.
No me molesta, en realidad. Estoy agradecida con él por haberme conseguido un lugar aquí. Fue uno de los mejores estudiantes de su generación, así que convencer al director no fue tan difícil, ¿Verdad?
Aunque nunca lo dice en voz alta, sé que siempre está cuidándome.
A veces me cuida tanto... que siento que jamás podré alcanzarlo. Como si yo todavía estuviera aprendiendo a caminar y él ya corriera entre las estrellas.
Cierro los ojos un momento y, sin querer, un recuerdo emerge de mi mente.
Era pequeña cuando unos niños jugaban fuera de casa. Los observé por un momento, fascinada por su risa y la energía con la que corrían. No me di cuenta de que me estaban viendo hasta que uno de ellos se acercó con una sonrisa.
—¿Quieres jugar con nosotros?
Mi corazón se aceleró. No supe qué responder. Antes de que pudiera decidirme, la puerta de la casa se abrió y Neikker apareció.
No dijo nada. Solo los miró.
Su semblante serio fue suficiente para que los niños dieran un paso atrás, y cuando inclinó ligeramente la cabeza, todos salieron corriendo sin mirar atrás.
Yo me quedé ahí, en la entrada de casa, con la mano a medio levantar.
De vuelta en el transporte, sonrío sin darme cuenta. En cierto modo, fue gracioso.
Pero también... sí quería jugar.
El reflejo en el vidrio me devuelve una chispa naranja alrededor de mis uñas. Mi energía estelar. Pequeña, pero viva. Algún día... brillaré con ella de verdad. Pero hoy tengo otro objetivo.
Apoyo la frente contra la ventana y susurro para mí misma:
—Amigos...
Por primera vez, voy a hacer amigos.
El pensamiento me llena de ilusión, pero también de cierto recelo. No debería dudar de mi lugar en la academia. Después de todo, soy especial.
Soy especial. ¿Verdad? Sí... claro que sí. Solo tengo que demostrarlo.
Cierro los ojos y repito esas palabras en mi mente, como si con solo pensarlas lo suficiente pudiera convertirlas en verdad.
Un leve zumbido anuncia la llegada a la estación. Me levanto y bajo con paso firme.
Cada paso me llena de emoción, sí... pero también siento una sombra pegada a mis talones. ¿Y si... y si no soy suficiente? No. No ahora. No lo pienses ahora.
Vuelvo a sonreír y continúo con mi camino. Este es un día emocionante, no debo de tener pensamientos negativos. No hoy.
Al llegar a la gran avenida que conduce a la academia, mis piernas se detienen por sí solas.
Ahí está.
La estructura es inmensa, con torres elevándose hacia el cielo opaco y una puerta monumental en cuyo centro resplandece el símbolo de Exter. Se dice que quienes cruzan esta entrada están destinados a la grandeza.
Estoy destinada a algo más que estar sola. A ser parte de esto.
Agarro con fuerza la correa de mi bolso y doy un paso al frente. Este es mi nuevo comienzo.
Aunque una parte de mí no deja de preguntarse... si de verdad pertenezco aquí.
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Editado: 16.08.2025