03:15 Am

08:30 PM

Katherine-

—No puedo creer que se te olvidará tú bolso en la playa —dice estallando en carcajadas.

Pongo los ojos en blanco —Cierra la boca —digo mientras tomo un pedazo de pan de la canasta que se encuentra en el centro de la mesa.

—¿Qué persona en su sano juicio deja su bolso en la playa? —vuelvo a poner los ojos en blanco —. Para luego se pone a gritar como una demente para que volviéramos a buscarlo —mastico el pan de mala gana. Uno, dos, tres, respira, golpearlo en un lugar público no es la solución — Y lo peor de todo es que te acordaste cuando estaba buscando en dónde estacionar el auto —suelta una risita. Justo ahora golpearlo me está pareciendo una muy buena solución.

—¡Lo sé, está bien! —digo exasperada controlando las ganas de propinarle un golpe —Solo estaba distraída y no pensaba bien las cosas.

—¿Y eso se debe? —pregunta tomando un pedazo de pan.

—Que estaba pensando en ti y olvide lo demás —digo mirándolo fijamente a los ojos. Trato de ignorar los nervios que comienzan hacerse presente y continuó —. Aparte también soy muy torpe —me excusó —Y hay cosas que no cambian —levantó los hombros restándole importancia. 

—Además eso no importa —dice captando mi atención. Los nervios vuelven hacerse presente —Eres genial y ni siquiera tienes que intentarlo. Puede que seas distraída y todo lo que quieras, pero aún así me parece perfecta —mis mejillas comienzan a sonrojarse y sin pensarlo le sonrió —Estás sonrojada —dice sonriendo mientras toma un pedazo de pan. 

—¡Claro que no! —finjo estar ofendida sintiendo que el sonrojo aumenta, me dedica una risita —¡Cállate! No te rías —comienzo a sonreír.

Extrañaba tanto estos momentos, esos simples instantes que compartimos, que nos olvidamos del mundo y solo somos un par de tontos que no pueden dejarse de sonreír. Hacía tiempo que no me sentía de este modo, que no sentía que estaba en el lugar indicado, en el momento indicado, con la persona indicada. Tal vez este atrapada en el pasado, pero él es ese recuerdo que no quiero dejar ir, ese pedazo de mi pasado que sin importar cuánto tiempo me tomé, quiero que sea parte de mi presente.

Tengo que saber que ha sido de su vida, si aún sigue con esa novia que mencionó la última vez que nos vimos, si piensa en mí tanto como pienso en él, si aún hay esperanza para lo nuestro, tengo que saber si se quedará aquí conmigo, si esa es la razón por la que vino al lugar menos probable en donde yo estaría pero justo en el momento correcto para encontrarme, quiero saber si no soy la única que piensa que esta es una señal del destino, por muy patético que me parezca esa idea. De un momento a otro me di cuenta que he vuelto a poner todas mis esperanzas en un nosotros, porqué quizás somos la pareja correcta, en el momento equivocado.

—¿Qué tal la vida en los Ángeles? —pregunto tratando de sonar casual. Lo último que quiero, por lo momentos, es que se entere de mis recientes pensamientos. Sus ojos están fijos en mí pero no me mira, está perdido en sus pensamientos, la pregunta que acabo de hacerle lo ha sumergido mundo totalmente diferente ¿Eso debería preocuparme?.

—Bueno... —hace una pausa y suelta un suspiro —La vida en los Ángeles no me hace feliz, no es como pensé —se encoge de hombros —Tengo todo lo que quería, trabajo, amigos, dinero pero no me hace para nada feliz.

¿Cómo debería sentirme? ¿Debería de estar contenta porque la desabrida de su novia, o quizás ex novia, cruzo los dedos por eso, no lo hace feliz? O debería estar triste porque detesto que sea infeliz y más con algo que había sido un sueño para él por muchos años; o tal vez debería sentirme confundida porque puede que parte de esa infelicidad sea por no tenerme. 

Okay ese fue un pensamiento muy egoísta de mi parte, pero es justo lo que espero.

—¿Específicamente qué no te hace feliz? —miro fijamente sus ojos. Me convierto en un manojo de nervios y ansiedad. Carajo, tengo que calmarme.

—Que no estás en mi vida, eso es lo que no me hace feliz —responde con toda la seriedad posible, un sonrojo leve comienza a sentirse en mis mejillas —Se que justo en este momento sonará extraño pero no he podido dejar de pensar en algo desde que te ví —hace una pausa, hago un gesto con la mano indicando que continúe —¿Podemos hacer que por esta noche solo somos tu y yo? Cómo si no me hubiera ido, como si tú no te hubieras mudado, como si estuviéramos juntos —mira fijamente mis ojos, haciendo que el sonrojo aumente. 

¿Acaba de pedirme que estemos juntos esta noche? Cómo si nada fuera pasado pero, ¿Qué debería decirle? Que quiero que estemos juntos no solo esta noche si no miles de ellas, que quiero que volvamos hacer nosotros, ese par de idiotas que tenían muchos sueños que los separarían, demasiadas diferencias como para poder coexistir, aquellos que tenían una sola cosa en común estaban locamente enamorados uno del otro.

—Si... —susurro —Por esta noche haremos como si estuviéramos juntos —digo con la misma seriedad que él tuvo hace un momento. 

Al carajo todo, esta será una buena noche.

—Aquí está lo que ordenaron —interrumpe la camarera. ¿Por qué en los mejores momentos siempre tiene que entrar alguien a interrumpir? ¿Acaso no sabe de modales?.

—Gracias —decimos al mismo tiempo y soltamos una risita.

La camarera le guiña el ojo a Jared y luego desaparece entre las mesas. ¿Acaso la maldita le guiño el ojo a Jared? ¿A mí Jared? Esa mujer se está buscando que le propine un golpe en nombre de todas aquellas novias a las cuales zorras como esa han ignorado por estar comiéndose con los ojos a sus novios. Esa va por ustedes.

—¿Viste cómo te guiño el ojo la tipa esa? —digo indignada. Estoy usando toda la fuerza de voluntad que poseo para no levantarme y enfrentar a la zorra. Jared suelta una carcajada —¿Te parece gracioso? —con el tono más amenazante que me sale.

Justo en este momento agradezco que haya propuesto hacer como si estuviéramos juntos, porque me daría pena montar una escena de celos mientras la insulto y quizás borre la sonrisa de golfa de sus labios. Aunque pensándolo bien si él no me hubiera propuesto el estar juntos, de todos modos querría hacer papilla de zorra, al menos después de darle una mínima paliza. 



#4686 en Novela romántica
#1800 en Otros
#476 en Humor

En el texto hay: novelajuvenil, novelacorta, reencuentro

Editado: 22.09.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.