03:15 Am

10:00 PM

Katherine-

Mañana es nuestra boda. No puedo sacar esas simples 4 palabras de mi mente. Me parece impresionante como 4 palabras, una simple estúpida oración pudo destrozar me todo el corazón. 

"Una sola palabra puede construir, pero también podría destruirte". Había escuchado esa frase una vez, me parecía maravillosa. Justo ahora, me siento ilusa.

No sé exactamente cuánto tiempo llevamos caminando, pero no se ha separado de mi lado. Al igual que yo no sabe que decir ¿Qué podría decir que me hiciera sentir mejor? Simplemente, que dejará a su futura esposa. Pero por todos los cielos, tengo que ser realista, y la realidad es que, lo perdí.

Solo me queda una noche, solo será mío por esta noche. Tengo que aprovechar la única oportunidad que me queda he intentar que se quede conmigo. 

Porque si no luchas por la persona que amas ¿Por qué otra cosa valdría la pena luchar?. 

—Jared —captó su atención —¿Aún vamos hacer como si solo fuéramos nosotros? ¿Cómo si no hubiera nadie más? —pregunto en un hilo de voz.

Está será mi última oportunidad de luchar por él, tengo que hacerlo con todas mis fuerzas, no perderé al hombre que amo sin haber luchado antes. Este mundo está lleno de segundas oportunidades, ¿Por qué no luchar para que una de ellas me toque a mí?.

—¿En serio eso es lo que quieres? —pregunta con evidente asombro.

—Si, está podría ser mi última oportunidad para estar contigo —digo con seguridad. Una lágrima rebelde baja por mi mejilla, Jared la limpia de manera apresurada.

—¿Sería como una despedida? —pregunta con evidente tristeza.

¿Está es mi manera de despedirme? ¿Está es la forma en que le digo adiós a el amor de mi vida? ¿Estoy asumiendo que será la última vez que esté a su lado?. 

Él ya hizo su vida, ella está en los Ángeles lejos de mí, junto a una mujer que quizás ama, cumpliendo sus sueños y yo no aparezco en el panorama. Soy quien sobra en ese panorama.

—Es una despedida —afirmó con fingida seguridad y continuo caminando.

Tal vez, estoy atrapada en el pasado. Mientras él, ya continuó su camino. Un camino lejos de mí.

Pero, ¿Qué estoy pensando?.

No soy el tipo de chica que se rinde, mucho menos que se rinde a la primera. Me asegure que iba a luchar por él ¿Cómo voy a rendirme?. Tengo solo está oportunidad, y si no lo logró, me daré por vencida de una vez por todas. Lo intentaré, haré que se quede conmigo y que no aborde ese avión.

Observo las tiendas que están a mi alrededor en busca de algo. 

Un vestido. Si quizás está sea mi última vez con Jared voy hacer que no se olvide de mi, que atesore este recuerdo por el resto de su vida y así por lo menos, pensará en mí.

En una tienda consigo exactamente lo que estoy buscando. Entro sin siquiera pensarlo dejando a Jared detrás.

—Buenas noches —digo a las vendedoras.

—Buenas noches —me saluda la chica de la caja —Estamos cerrando —me dedica una sonrisa triste.

—Solo necesito un vestido —junto mis manos en forma de súplica —Ves a ese chico de allá —señaló a Jared, quién está buscándome entre las tiendas. Se ve tan lindo, okay tengo que concentrarme —Es el chico que me gusta y tengo una cita con él en este preciso momento y no estoy vestida adecuadamente —señaló mi ropa informal.

La chica detalla mi ropa, posa su mirada en Jared y luego asiente con una sonrisa —¡Chicas tenemos nuestra última cliente! —grita y salen dos mujeres más de la parte de atrás de la tienda —Está chica de aquí tiene una cita con el chico que le gusta, tenemos que ayudar a que se vea de maravilla —las tres se miran entre sí y luego a mí, se dispersan por toda la tienda buscando posibles vestidos.

—¡Lo encontré! —grita una de las dos mujeres —Es el indicado para ella —dice caminando hacia mí. 

Tiene un vestido hermoso en las manos, es floreado, pegado en la parte de arriba y holgado en la parte de abajo. Justo para mí.

Me aproximó hacia el probador, saco dinero de mi bolsillo y se lo pasó por arriba de la puerta. 

Me miró frente al espejo y no puedo creer lo que hace cambiar de ropa y ponerte una más adecuada a tu figura, cuando salgo del probador las vendedoras comienzan alabarme, me dan un poco de su maquillaje y peinan mi cabello. 

Me dan su aprobación, me despido de ellas, les doy las gracias y salgo de la tienda.

Busco a Jared entre la multitud, ¿A dónde se habrá ido?. 

Cómo si escuchará mis pensamientos aparece en mi campo de visión, viene con una camisa blanca manga larga y una corbata negra que parece que fuera echo justo a su medida. 

Siento mis mejillas sonrojarse a medida de que se acerca. 

Tranquila Kat, tienes que estar calmada.

—Qué elegante —digo cuando está justo enfrente de mí.

—Si, tú sabes cómo soy yo. Antes muerto que sencillo —dice haciéndome romper en carcajadas.

—Eres igual de egocéntrico que tú padre —digo con una sonrisa, contagiando le una a él.

—Entonces, señorita Katherine. ¿A dónde quiere dirigirse esta noche? —hace una reverencia, ofreciéndome su mano.

—Señor Jared, justo en este momento me provoca un helado ¿No cree usted que sería espléndido? —con una mano sostengo un costado de mi falda intentando hacer una reverencia y con la otra acepto la suya.

—Me parece más que espléndido —y nos dirigimos hacia la heladería.

La noche es perfecta para dar un paseo, para caminar por las calles llenas de luces, junto a la persona que amas, hablando de estupideces sin sentido. Esos son momentos en que aprecias la vida, en qué agradeces donde estas; ahora entiendo a esos románticos empedernidos que dicen "Sin amor, la vida no tiene sentido".

Fijo la mirada en Jared, él está perdido en sus pensamientos. 



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En el texto hay: novelajuvenil, novelacorta, reencuentro

Editado: 22.09.2020

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