1, 2, 3 Llegó el amor

Capitulo 24 Atención, alerta de friki enamorado.

Daria :

Hacía mucho tiempo que no salía de noche, ( si, lo acepto en realidad hacía mucho tiempo que no salía, además de a la escuela claro ) y me sorprende lo divertido que puede ser salir de noche con tus amigos y el chico que te gusta de fiesta. Hasta ahora sin duda alguna este ha sido el mejor 14 de febrero que he tenido jamas, tengo 18 años y es la primera vez que me siento una chica de 18 años. 

Por si fuera poco ahora estoy con los ojos vendados caminando entre lo que parece ser la hierba para que León me de una sorpresa que no tengo ni idea de lo que es.

—¿Estás lista? —sonrío 
—nací lista mi ángel. —respondo, siento como sus manos me quitan la venda de los ojos y me quedo deslumbrada.

Estamos en " nuestro lugar secreto ", nuestro árbol Está lleno de luces reflejadas por un refractor que alumbra en colores  y debajo en la hierba hay un mantel extendido con una botella de champán y varios Bocadillos.

—¿Esto lo preparaste tú solo?.

Se rasca el cabello de esa forma tan tierna que solo le queda bien a él y me dice —en un principio si pero al final tuve que decirle a mi chofer que viniera a cuidarlo todo hasta que llegáramos.

—Te quedó muy bonito, nunca me habían hecho nada igual.

—Me alegro que te guste, ¿sabes?, hasta dudé en montar todo esto por miedo a que creyeras que soy un poco cursi pero al final dije, este va a ser nuestro primer día del amor juntos y tiene que ser especial, por eso lo hice. —me quedo observando las luces tan lindas y añade —mm...falta un detalle —corre hacia unos arbustos. Saca un reproductor de música y lo enciende con una canción en ingles que la verdad es que no entiendo muy bien de qué habla pero que es muy bonita. Cierra los ojos por un segundo, sonríe y mientras escucha la canción me dice teatralmente :

—Señorita Dária, ¿sería tan amable de bailar conmigo? —manteniendo el juego me inclino como si llevara un vestido del siglo pasado y comenzamos a bailar lentamente al ritmo de la canción mientras las luces se mueven despacio.

Me siento bien, estoy feliz de estar con él. Cada minuto que estamos juntos es un mundo irreal, como si todo el universo estuviera de acuerdo en que por una vez en la vida merezco ser feliz.

Cuando termina la canción nos sentamos. Toma la botella de champán, me sirve en una copa y como dos niños comenzamos a probar los deliciosos bocadillos que hay en una cesta y a beber el preciado líquido hasta que satisfechos nos recostamos en el mantel observando el cielo estrellado.

Su voz dulce llega de pronto a mis oídos —¿si ahora pasara una estrella fugaz qué deseo pedirías?.

—Mm...déjame pensar —me inclino y me recuesto en su brazo.

—Pediría que esto que estoy sintiendo ahora nunca acabe.

—¿Qué estas sintiendo?.

—No te hagas el que no sabes León —le doy un golpesito en el pecho —Desde nuestro primer beso me siento como si estuviera en un sueño. No sé si todos se sienten de esta forma cuando están enamorados pero si es así esta súper sentirse de esta forma —guardo silencio y al final le pregunto —¿y tú qué deseo pedirías?.

—No pediría nada —lo miro a los ojos, me regala una sonrisa y continúa —todo lo que deseo en el mundo esta ahora mismo a mi lado...

                 *****

Estamos aquí, uno al lado del otro. Empezamos a besarnos con mucha intensidad replanteando una y otra vez nuestras palabras, dejando que nuestros cuerpos hablen por nosotros mismos, afirmando lo que sentimos hasta que hacemos el amor bajo la inmensidad de un cielo estrellado, sintiéndonos y amándonos hasta quedar dormidos uno al lado del otro, teniendo una de las mejores noches de mi vida...

                        

                *******


Leon : 

—León, despierta que ya es tarde y no has desayunado aún. —siento la voz de mi madre que aleja mi sueño de un tirón y la escucho como si estuviera con un altavoz provocándome un dolor de cabeza insoportable.

—¿Qué hora es? —le pregunto en un bostezo.

—Las doce y media. —tardo un minuto en lograr abrir los ojos del todo por la claridad que me molesta y en ese breve tiempo recuerdo la noche anterior con Dária en la fiesta y todo lo que sucedió después hasta que la dejé en la entrada de su casa.

—¿Me podrías traer el desayuno? —al ver que no contesta me doy cuenta de que ya mi madre se marchó de mi cuarto y estoy hablando solo.

Los 15 minutos siguientes los reproduzco como si estuviera en cámara lenta hasta que bajo a la cocina a desayunar o mejor dicho a almorzar. 

Me llevo una sorpresa al ver a mi hermano sentado en el borde de una mesa con el teléfono en las manos y una cara de tonto enamorado peor que la mía cuando estoy junto a Dária.

—Atención, atención, alerta de friki enamorado a la vista. —aparta la mirada de su celular, me mira de inmediato y se lanza de la mesa para darme un abrazo.

—¿Cuándo llegaste?.

—Hace un rato, y tú por lo que veo estas hecho un desastre, ¿no?, —hace una mueca de asco arrugando la nariz —hueles a alcohol.

—No tanto, anoche fuimos a una fiesta de la escuela por el día del amor.

—Madre mía maldad que llegué hoy, hubiese ido con ustedes.

—No te perdiste nada bueno o sea solo que Dária y yo hicimos el ridículo. Nos eligieron como la pareja ganadora del año de un estúpido concurso de parejas por san Valentin.

—Me imagino la cara de ustedes cuando les dijeron que ganaron. —sonríe y veo sus ojos azules brillar.

—Si fue horrible, bueno y tú y la chica aquella Liza, ¿no?, ¿cómo van?.

—Uff muy bien, ya sabes lo normal a veces discutimos por boberías pero no tardamos ni dos minutos y ya nos reconciliamos.

Le revuelvo el cabello y le digo mientras lo abrazo —Por dios al fin te veo feliz, me alegro por ti sonso.

  Tomo un vaso de jugo, unas tostadas y me siento en una silla al lado de Alonso.




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