#1 Criada por el vampiro.

Capítulo 43

Bajo con calma los escalones de piedra que me llevan directamente a los calabozos de la mansión. El olor de los humanos me llena por completo. Tengo que pensar en qué hacer con ellos, no puedo mantenerlos encerrados aquí por mucho tiempo. No soy tan maldito como muchos piensan.

—¡Oh gran señor de los señores! — se burla él mismo hombre que me ha dado toda la información respecto al hibrido, ese que traiciono al anciano para no ser asesinado por mis manos — ¡Ha llegado la majestad en persona! ¡El dios de los demonios! ¡Nieto de Drácula! — me detengo al frente de su celda, esa sonrisa que había mantenido en sus labios se desaparece cuando consigue mi atención —. Dante, querido Dante, nos has condenado a todos al traer a ese animal a tu mansión — señala con su dedo el fondo del calabozo, ese lugar en donde no llega mucha luz.

—Lo que haga o deje de hacer, es problema mío ¿no crees?

—¡Maldito idiota! — Explota y sigo mi camino — ¡espero que seas el primero en morir por culpa de ese animal!

Al llegar a la celda, puedo ver como un gran cuerpo se pone de pies para pasar a caminar hasta donde yo me encuentro. Ambos quedamos frente a frente, separados por unos simples barrotes.

—Al fin tengo el gusto de conocer al hombre que ha enviado a sus compañeros a rescatarme — su voz es ronca, comprensible después de su estado y edad, pero con esto no quiero decir que sea un hombre anciano, puesto que no creo que tenga más de treinta y cinco, hasta me atrevería a decir que tiene menos. Su cabello es de un color castaño oscuro, el cual le llega más debajo de sus hombros, sus ojos marrones, tiene un cuerpo ancho, pero supongo que con buena alimentación y ejercicio, lo tendrá aún más, debe medir más o menos un metro ochenta, un poco más yo creo. Aparte de tener varias cicatrices en su rostro, también hay una barba bastante grande, el cual es el claro resultado de los años que ni siquiera se la ha rebajado — un gusto conocerlo señor Bell — pasa su mano por los barrotes y me la estira para que yo la tome, la miro intentado disimular, tiene muchas heridas. No me tardo mucho en aceptar el agarrón de mano en modo de saludo.

—Me han dicho que usted es el único hibrido de por aquí que se sabe controla al cine por ciento — separamos nuestras manos y nos quedamos viendo fijamente, su cuerpo es tan grande como el de mi abuelo ¿Cómo sería una pelea entre ellos dos?

—En todos estos años que estuve al poder del anciano, tuve que aprender a controlarme. Fue difícil, teniendo en cuenta que nadie me podía ayudar, pero lo logre con el pasar del tiempo.

—Perfecto — saco la llave de mi bolsillo trasero y comienzo a abrir la celda — porque no me parece justo que se encuentre aquí. En esta mansión no tratamos así a nuestros invitados.

Lo invito a salir, cuando lo hace al fin, comenzamos a caminar hasta la salida. Los humanos se mantienen callados, sin siquiera darle una mirada al hombre que camina detrás de mí. Subimos unos cuantos peldaños, cuando él me tome el brazo para que me detenga.

—¿Qué es lo que ocurre?

—Mire… — él hombre se queda viendo fijamente la puerta que se encuentra más arriba de donde nosotros estamos, en sus ojos marrones se puede ver la incomodidad que todo esto le causa — la verdad es que prefiero quedarme en el calabozo con los humanos, no creo que los asesine si es que me da hambre — intenta bromear, pero el tono de voz no es el adecuado.

—Lo lamento, pero no poder cumplirle su deseo — me giro por completo para poder verlo bien, dejo una de mis manos en su hombro y sonrío un poco —. Sé que estas muy nervioso, lo siento, pero ¿es tanto el miedo que tienes al tener que estar con unos cuantos vampiros? — él no me responde, de hecho se queda callado durante unos cuantos segundos — antes de que tú llegaras aquí, hubo una familia humana alojándose en la mansión, ellos no nos tenían miedo. Tu eres un hibrido, la especie mejorada en el mundo… podrías acabarnos en un pestañeo de ojos. Realmente no entiendo el miedo que sientes.

Y es verdad. No puedo comprender a este hombre. Si, somos unos cuantos vampiros, pero después de todo, él es un alpha, si antes ya tenía más fuerte que los demás miembros de su manada, ahora tiene el tripe. Tal vez, puede ser que todo este tiempo que estuvo encerrado fue el causante de que se sienta cohibido. Aunque aun así, no lo entiendo del todo.

—Después de… — aplana sus labios y niega con la cabeza — lo siento señor Bell, pero desde hace mucho antes de que me convirtiera en hibrido que le tengo respeto a los vampiros.

—Lo lamento, pero me rehusó a que seas así. Ahora vivirás bajo mi mismo techo, no tienes permitido comportarte como una rata — aún tengo mi mano en su hombro — nosotros no asesinamos por el simple hecho de divertirnos, solo lo hacemos cuando es debido.

—Como lo has hecho con el hibrido que has asesinado antes de que llegaras a la mansión ¿verdad? — no es una acusación, o por lo menos no suena a eso.

—Si… — trago un poco la saliva que se ha acumulado en mi garganta, el recuerdo de la chica me invade rápidamente — era solo una niña — bajo la mano y formo un puño con ella.




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