1) El ángel pecador

Epílogo

Se oyen ruidos, se levanta un fuerte viento y un extraño tornado aparece en la ciudad. Aquello surgió como arte de magia.

—¿Qué es eso?—Castiel mira a su amada y pregunta preocupado, ya que no todos podían ver ese fenómeno meteorológico.

—No tengo idea, pero... se ve muy mal —Tamara mira el tornado atentamente.

Los recuerdos de Rubby fueron implantados nuevamente por la gracia de Dios—: ¡Ma!, ¡Pa! —Desaparece desvaneciéndose en el aire.

—¿Rubby?—Dicen ambos padres al mismo tiempo desesperadamente—: ¡Rubby!

El tornado arrasa con todo lo que está en su camino, incluyendo a esos padres desesperados.

—¡Rubby!—Gritan en conjunto.

Se ve aquel tornado, luego de unos minutos, se acaba y desaparece.

Mientras tanto, dentro del tornado:

—Hola, Rubby —Un sujeto sonríe ampliamente.

—Hola... —Mira aterrada en dónde está.

—¡Rubby!—Dios grita—. Tranquila.

—¿Dios?—Solloza viéndolo.

—Tranquila, mi padre está aquí junto a nosotros —Este sonríe ampliamente mirando los rostros de aquellas personas.

—Ya basta, suéltalo, Lucifer —Trata de desatar las correas que Dios tenía en su piel.

—No, linda. Él es mi nuevo proyecto y hace todo lo que le ordeno.

—¿Qué?—Rubby mira a Lucifer con desprecio y asco, asombrada por lo dicho—. No es posible.

—Lo es... dejé que tú madre viva —Dice Dios antes que Lucifer le pegue.

—¡Ya basta!—Grita Rubby, viendo como Dios cae desmayado.

—Lo siento —Sonríe—. Es muy divertido.

—Ya, no sigas —Lucifer le pega a Rubby volviéndose toda la vista negra y se oyen risas junto con lamentos que retumban desde el mismísimo infierno, el infierno que Lucifer había teletransportado en ese extraño tornado que absorbía todas las almas a su paso.

¿Qué sucederá con Rubby?, ¿Dios qué hará para detener tal atrocidad?




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