1. Oscuros: el libro prohibido

Capítulo 8

 

 

 

Jane

 

 

Caminé lentamente hacia el baño mientras sostenía el elástico de los pantalones, me quedaban enormes; pero me agradaba llevarlos puestos. ¿Cómo es que esto le quedaba bien a él?, La verdad es que Luke casi nunca venía a su casa, sólo en vacaciones y fiestas navideñas con su familia, él vivía en el instituto y allí tenía su vida. Así que seguramente los pantalones eran por sí las dudas un día decidía quedarse a dormir en la casa de sus padres, supongo que algún día sucedió.

 


Buscaba el cepillo de dientes que me guardo, al encontrar éste me lavo los dientes como corresponde. Al terminar estaba a punto de salir por la puerta pero me detuve al oír la voz del padre de Luke, me quedé dentro del baño y oí la conversación. Sé que hacer aquello está mal, pero mis instintos demoniacos me decían que me quedará a oír aquello que tanto se encontraban conversando.

 

Tal vez sea interesante y de gran ayuda o simplemente una pérdida de tiempo para mí. Aunque nunca pierdo el tiempo ya que tengo demasiado de éste para usar como yo desee y si perder el tiempo es lo que yo quiero, sin duda será lo que haré. Y realmente no me importa en lo absoluto que las personas que conozco que por suerte no son muchas digan lo contrario de mí, no me importa eso… jamás me importo realmente las palabras de los demás referidas a mí y mis comportamientos raros o extraños de mi vida. Por algo es mi vida, yo decido como vivirla y de la manera que a mí se me dé la gana la viviré.

 

—Hijo, por favor... Escúchame, tienes que hacerlo —Dijo su padre.

 

—No, no lo haré. Jamás —Contesto Luke con un tono de voz dominante.

 

—Tienes que hacerlo —Se escucha la voz de su madre.

 

—No, basta. Fuera de mi habitación, yo no quiero y no tengo que hacerlo. Saben bien que nunca me gusto, yo no lo quiero aquí... Por favor —Dijo él.

 

—Luke... Por favor, lo necesitamos —Dijo su madre.

 

—Yo no lo quiero aquí —Volvió a responder Luke.

 

— ¡Luke!, Escucha a tu madre. Es muy importante, no queremos hacer cosas como lo que te obligué hacerle a esa niña... Pero ayúdanos —Dijo el padre.

 

— ¡No! Y fuera, ya... ¡Ahora! —Dijo él.

 

Se oye como los padres se van de la habitación así que aprovecho para salir del baño e ir hacia Luke, la verdad es que tenía muchas preguntas dentro de mi mente pero no creo que sea buena idea preguntar y menos luego de esta pelea familiar, me acerco a Luke al verlo asustado y lo abrazó fuertemente sonreí inmediatamente al sentir como él respondió este abrazo y apoyé mi cabeza sobre su hombro.

 

— ¿Todo está bien? —Pregunté en un susurro.

 

—Si, sólo que... Nada, estaba por preparar mi nueva cama —Ríe por lo bajo.

 

— ¿Cómo nueva cama? —Lo suelto y miro sus ojos sin comprender. —Dormirás conmigo, ¿No lo recuerdas? —Pregunté.

 

—Si... Pero... No lo sé, no quiero incomodar —Dijo mirándome.

 

— ¿Incomodar? —Rio a carcajadas negando. —Ya hemos dormido juntos, no incómodas —Le palmeó el hombro y me lanzó a la cama.

 

Veo como él se recuesta algo incómodo y fruncí el ceño negando varias veces, apoyo mi cabeza sobre su pecho y lo miro a esos oscuros ojos azules que sólo él poseía, sonrío ampliamente acariciando su abdomen. Jamás había sentido en mis manos sus amplios músculos, su abdomen se contrae al sentir como mi mano acaricia su fría piel.

 

Lo suelto para que no se sienta aún más incómodo de lo que la situación ya era y siento como su mano me obliga a volver a acariciarlo, rio un poco y beso su hombro para luego soltarlo y darme la vuelta para dormir. Oigo un bufido salir de sus labios y oigo el movimiento brusco que hace para ponerse boca abajo y dormir, no me agrado aquello pero no hice nada al respecto.




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