1. Oscuros: el libro prohibido

Capítulo 51

 

 

Jane

 

 

 

Sabía que ya era tiempo de aceptar la realidad, mi verdad y sabía que luego de esto no habría manera alguna de salir bien de la situación; ya lo sabía y por lo tanto me dolía ver lo que muy pronto sería mi realidad. Aquella premonición que se adentró en mi interior me dejo muy claro lo que me pasaría pero no me preocupare porque quizás mi final sea horrendo, pero el de Luke no lo es y eso para mí es lo único que me importa; si él es feliz yo lo seré. Nunca me había preocupado por los demás en el mundo de la magia y el poder, pero ahora era muy diferente y me sentía diferente por todas estás extrañas y nuevas experiencias que la vida me ha puesto.

 

No… la vida jamás me hubiera puesto esto, esto lo hice yo. No me lo dio la vida o una oportunidad de ella, es solo una realidad que yo misma había creado y ahora que veo como toda mi realidad está construida me duele pensar en todo lo que he hecho para ser feliz y diferente, para quizás tener todo lo que no tenía en la realidad de otros.

 

Me gusta mucho hablar de la realidad, recuerdo que eso era un tema que me alegraba mucho en la universidad a la que todos los días asistía creyendo que mi vida por tener una buena calificación o un diploma mejoraría; pero no fue así, nada cambio de ella. Por eso tuve que hacerlo yo, si no lo hacía quizás aún me encontraría en una habitación leyendo libros de hechizos y tratando de sacarme un veinte en alguna materia de la institución. Eso no era vida, no llevaba una verdadera vida o quizás ni siquiera me encontraba viviendo lo que las personas o mejor dicho todos llaman vida y que solamente pude vivirla creando aquella vida falsa, creando mi propia realidad. Porque la realidad es nuestra construcción y nosotros le damos los sentidos y símbolos para lograr mejorar aquella realidad que para muchos será falsa, pero para mí es la realidad.

 

Mi realidad.

 

Sabía que debía encontrar a uno de mis viejos compañeros para que me ayude a regresar al mundo mágico, a ese mundo lleno de magia y dolor que tanto odio que esperaba con ansias olvidar pero dentro de mi corazón, dentro de mi alma sabía que me sería completamente imposible de olvidar y quizás no tendría que hacerlo ya que es parte de mi vida, de mi realidad, de mi pasado que me construyo como hoy realmente soy.

 

Me encontraba recostada sobre el edredón sin poder dejar de pensar en todo lo sucedido, no puedo dejar de pensar que todo es realmente mi culpa y que ya no hay vuelta atrás; sé que no podré recuperar el tiempo perdido, sé que ya no soy la joven que era o al menos la joven que creía que era en aquel tiempo en el que decidí hacer mi realidad.

 

Me levante con brusquedad de la cama y me dispuse a caminar con rapidez a la calle, tenía que encontrar a una de las mejores en esto y sabía que la única y capaz sería Elif. No me detuve ni un solo segundo, no deje de caminar rápidamente con la esperanza de llegar a su lugar; sabía que ella estaría en una casucha que se encontraba justamente debajo de la General Paz. Al llegar a la puerta simplemente hice uno de los hechizos que un brujo aprende de niño, me resulto un poco complicado ya que había olvidado lo que realmente había que decir o hacer lo cual hacia que mi hechizo no valía lo mismo que debería valer. Por suerte eso no importo ya que rápidamente la puerta se abrió y Elif quedo pegada contra la pared. Me acerque directamente a ella y sonreí con delicadeza y poder.

 

—Elif, necesito tu ayuda —La miro directamente a los ojos con aquella sonrisa que aún se encontraba impregnada en mi rostro ya que mi hechizo había funcionado.

 

— ¿Así es como pides ayuda? —Me preguntó ella con una sonrisa del mismo modo. Debo admitir que no me alegraba aquella sonrisa que ella poseía pero de igual modo preferí callar para recibir la ayuda.

 

—No, pero sé que tú tienes mucho poder y sé que puedes liberarte y salir de aquí de un abrir y cerrar de ojos, por eso no me agrada y utilice mi magia —Le dije mirando directamente a sus ojos. Era evidente que tenía la razón y por eso simplemente lo acepte y se lo dije en la cara.

 

—Tienes razón… ¿Qué necesitas? —Me preguntó ella.

 

—Un portal para ir a mi mundo, no puedo seguir aquí sabiendo que mis amigos y familia están en el mundo mágico… por favor —Miro sus ojos haciendo que el hechizo se acabara para que ella pueda ayudarme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.