1. Oscuros: el libro prohibido

Capítulo 52

 

 

Zed

 

 

 

Oí la novedad de que aquellos oscuros se encontraban en peligro, que se encontraban en mal estado y en muy malas condiciones. Yo era un ángel del señor que se preocupaba por la creación de mi padre y jamás le daría la espalda a su mejor creación. Su mejor creación eran los hombres, digo hombres para no explicar que dentro de ellos se encuentra el gran grupo de mujeres; la verdad es que sin aquellas hermosas mujeres no habría manera de que los hombres existieran.

 

Por eso doy gracias a mi padre por todo lo que había creado de este maravilloso mundo, no me agradaba para nada haber llegado a la tierra tan solo con este propósito y nada más. Me hubiera gustado mucho más estar en contacto con la humanidad y ver lo que han mejorado de su mundo dependiendo en que parte de la tierra me encuentre.

 

Las cosas no son del todo perfectas en el mundo que Dios creo, pero nada ni siquiera él es perfecto. Muchas leyendas cuentan exactamente lo contrario, dicen que él es el único ser perfecto; pero no es así. Nada es perfecto y eso hay que tenerlo en cuenta para cada uno de los infieles que dicen que si existe la perfección.

 

La necesidad se apodera de mi ser, por primera vez en mucho tiempo puedo sentir lo que a los humanos tanto le gusta y aterra (La necesidad de hacer algo). Muchas veces me había preguntado cómo es que algo tan bonito como la humanidad podría hacer tantos destrozos y muchas veces hacia ellos mismos.

 

Esas cosas eran uno de los muchos temas que platicábamos con nuestros hermanos ya que nos llamaba demasiado la atención de “el infierno” que los mismos seres habían creado. Era una tortura y una realidad que ellos le dieron un sentido, era un sentido colectivo ya que para cada uno de los humanos lo que sucede en el infierno es exactamente igual al infierno de la otra persona.

 

Tenía el conocimiento de la realidad humana, cuando hablo de realidad me gustaría hacer un inca pie y decir: “La realidad es una construcción, la realidad en sí es inexistente. Mi realidad puede ser tu mentira en tu realidad.” (Ferraioli, 2000).

 

Me llama mucho la atención todo lo humano y su cultura en sí. Me agrada como las diferentes y diversas culturas pueden llegar a homogenizarse mediante cosas como la tecnología, la música, el arte, la danza, la catalogación que se lleva a cabo en las bibliotecas, etc. Cada una de ellas aunque no quieran humaniza y une a la sociedad en un gran problema. Quizás aún ellos no se den cuenta del problema que muy pronto tocara su puerta, pero… de cualquier modo el destino ya está escrito y no hay manera de lograr que el cambie por una razón humanista; solo el destino o Dios pueden cambiarlo. Muchas veces me hubiera gustado cambiar el destino de muchas de aquellas personas que no merecían nada y que Dios dejaba que les pasen cosas malas por su gusto. No me parecía justo pero no podía hacer nada, no podía revelarme contra el pensamiento, contra el dogma que el mismo Dios nos imponía en el cielo.

 

Recuerdo los primeros momentos que había vivido en el cielo, yo fui creado con el propósito de defender a cualquier ser viviente y cualquier hermano que se encontrara en peligro. Fui el fundador de la corte celestial, varios de mis hermanos y yo creamos leyes que nos sirvieran para combatir cualquier atrocidad que se lleve a cabo en cualquiera de los mundos, en cualquiera de los universos que nuestra entidad divina creo. Cuando hablo de entidad divina no me estoy refiriendo a Dios, me refiero a la mujer de Dios ella es apodada “Entidad divina”, es la que le da la divinidad a cualquier creación que nuestro padre ha creado con el tiempo.

 

Siendo sincero he iodo muchas cosas de este mundo, muchas cosas que hacen que el ser humano sea la mejor creación de mi padre; sé e investigue que para los humanos y aquellos seres que mi padre creo, el ser celestial por así llamar al Ángel ha sido para ellos la mejor creación. Para muchos los ángeles no son entidades reales, solo son ficticias, creadas y construidas por ellos mismos. Pero como anteriormente dije “Mi realidad puede ser tu mentira”. Esas cosas son las que hacen cambiar y hacen que cada ser ejecute una nueva manera de razonamiento social. Con la posmodernidad los individuos dejaron de pensar colectivamente, de actuar colectivamente. Con la posmodernidad los individuos quieren todo en un abrir y cerrar de ojos, ellos todo lo quieren momentáneamente y ellos simplemente piensan en su propio bienestar, es la búsqueda del placer constantemente.

 

No pienso que eso este mal, no pienso que los cambios que las sociedades crearon estén mal. Me hubiera gustado mucho que se produjeran cambios en el cielo; cambios buenos que nos ayuden a mejorar la organización. Las cosas en el cielo no están tan bien últimamente y debo admitir que cada vez las cosas van empeorando.




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