1. Oscuros: el libro prohibido

Capítulo 55

 

 

Óscar

 

 

Los días, las horas, los minutos y segundos continúan pasando como si nada fuera a suceder en nuestros alrededores; pero la verdad es otra y la verdad es que la realidad es muy complicada y mucho más horrible que lo todos habíamos pensado que sería, la última vez se habían llevado a Luke y a mi madre pero jamás los devolvieron, no sabíamos cómo se encontraban o si aún seguían vivos, había muchas preguntas dentro de nosotros. Me siento completamente preocupado por lo que estarán pasando allí dentro, yo había estado en el infierno por muchos años y tengo leve coherencia de la tortura que quizás les están implementando en sus mentes y cuerpos, muchas veces las torturas son psicológicas como también pueden ser físicas. Muchas veces es mucho más preferible la tortura física que la psicológica.

 

Recuerdo con claridad lo que era sufrir cada una de ellas, también recuerdo lo feo que era implementar cada una de aquellas torturas y lo mal que me hacía sentir después de llevarlas a cabo a diferentes almas en pena que supongo que muchas se las merecerían, pero sabía que también otras no debían sufrir aquella tortura.

 

Olivia al ser una bruja fuerte y capaz sabe con facilidad que utilizar en la contra de mi familiar, lo más seguro es que a Luke le muestre una realidad construida con su mayor deseo destruido y a mi madre quizás una vida sin ninguna persona a su lado, sin su familia que claramente somos su mayor debilidad a cualquier ojo que nos observe.

 

Estás cosas son muy simples de notar a la distancia como también en la cercanía, supongo que la persona que nos trajo aquí debe saber con claridad y defecto cuales son nuestras debilidades. Debo hacer hincapié en la teoría que mi nueva mejor amiga me acaba de plantear dentro de mi mente; me agradaba haber hecho una nueva amiga en un lugar tan horrendo como este, eso quiere decir que cuando salgamos podré hacer muchos amigos y ya no estar tan solo como lo estaba anteriormente; sé que aquello me costara mucho pero sé que lo lograre con perseverancia, Wila me conto todo lo sucedido anteriormente y cuando hablo de ello me refiero a la muerte de su hermana Erica, a los ángeles que querían detener mi llegada, aquel ángel llamado Javier que me rescato del infierno y la muerte de Jane que al parecer no duro demasiado ya que ahora se encuentra entre nosotros pero claro ella no se encuentra aquí en estos momentos lo que me deja pensar que realmente no quiere a mi hermano.

 

Pero esos son mis pensamientos, no quiere decir que así sea realmente… ¿O quizás si?

 

Hay muchas cosas que se dicen y teorías relacionadas con la llegada de Luke a esté mundo, nunca nadie me conto lo que sucedió realmente. Pero eso ahora no importa, creo que me estoy yendo de las ramas y no nos servirá de nada, simplemente los confundiré mucho más de lo que seguramente ya están.

 

Las cosas que están sucediendo me dejan pensar muchas cosas con respecto a ese extraño mundo que muchos de ellos llaman “El mundo mágico”, lo cual no estoy seguro que así sea.

 

Me encontraba sentado en el suelo frío y mojado ya que había llovido sin parar todos los días desde que mi madre se ha ido. Sin poder dejar de pensar en todo lo anterior, había cosas que me estaban volviendo completamente loco. Extrañaba a mi familia por lo que me encontraba sentado al lado de mi padre oyéndolo con detenimiento.

 

Me abrace a mí mismo, me sentía solo en este mundo lleno de personas que ni siquiera saben que existo. Sentí como una mano toma mi pierna para que deje de esconder mi rostro entre éstas, su otra mano tomo mi rostro; mi ceño se frunció y aleje sus manos de mí como si quemaran mi piel. No quería ver a los ojos a la persona ya que no quería que se dé cuenta que no soy tan fuerte como lo aparento.

 

Nuevamente aquellas manos me toman por lo que no puedo evitar mirar con detenimiento aquellos ojos verdes claro, pero muy intensos y hermosos que eran ocultados por algunos cabellos rubios que caían de la colita alta que la joven poseía.

 

Que bellos ojos, su mirada era tan profunda y sin igual que no pude evitar el no parpadear en ningún momento, no podía dejar de ver aquellos perfectos ojos. La mirada peculiar que la joven tenía me hacía acordar a la mirada apasionada y delicada de mi madre cuando me portaba mal. Esa era la mirada de “Estás castigado”. Alce una ceja para que ella se aleje un poco de mi pero no funciono lo cual me puso algo incómodo.




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