#1 Reluminium el rey de la oscuridad

El príncipe Baltasar

Lágrimas rodaban por las mejillas de Morgana sin parar mientras estrechaba en sus brazos la últimas palabras de su padre, el dolor en su pecho se hacía más grande ahora tenía que aprender a vivir sin ellos, ella... sola en este mundo donde ya no estaban las personas más importantes para ella 
 


Cuando salió de su casa con sus cosas la gente de la aldea está esperándola afuera para despedirse de ella, toda la gente la miraba con dolor, y le daban palabra de consuelo

—Morgana, te emos preparado una carreta con un caballo para tu viaje —dice un joven a lado de ella

—Gracias Arturo, gracias a todos —le dice mientras le dedican una tristeza sonrisa —. Hela, por favor ¿Puedes cuidar de la casa de mis abuelos? —le pregunta, y ella toma las manos de Morgana

—Claro que si mi niña, la cuidare bien hasta tu regreso —le dice con lágrimas ella no pudo evitar agachar su cabeza, ya que ella sentía que ya nunca más volvería

Cuando estaba a las afueras de la aldea no pudo evitar, voltear a darle una última mirada a su hogar, si.. por qué eso había sido esta aldea durante estos 12 años que vivió, en esta aldea que la recibió con los brazos abiertos, a ella y a su padre, el lugar del cual ahora tenía que decir adiós, lágrimas rodaron por sus mejillas, mientras tiraba de las riendas del caballo en marcha sin saber que le prepara el destinó

Al fin había llegado, otra vez en su casa, la casa donde sus padres fueron inmensamente felices, cuando de repente un dolor se le instalo en su cabeza trayendo consigo, memorias del pasado pasado que en el cual ni ella existía, no pudo evitar derramar lágrimas al ver a sus padres tan felices con la llegada de ella a sus vidas

Ella estaba en el lago esparciendo las cenizas de su padre por el viento, mientras lágrimas descendían de sus ojos al recordar la promesa que sus padres se habían echo

Flashback
 


 

—Me gustaría que siempre estemos así juntos hasta el día en que tengan que enterarnos, —dice Enrique estrechando a su esposa en sus brazos mientras están sentados en una roca cerca del lago 
 


 

—A mi también me gustaría, pero no será así —dice Atlana con la cabeza agachada 
 


 

—¿Por qué dices eso? —pregunto sorprendido 
 


 

—Por que yo.. simplemente desaparece por el aire, sin dejar rastro de mi existencia
 


 

Entonces pediré que mi cuerpo sea quemado, y esparcido por el viento junto este lago, para que así estos juntos los dos en el viento —le dice mientras le deposita un tierno beso en sus labios 
 


 

—Y con esto selló mi promesa 
 


 

—¿Promesa? 
 


 

—Si, de estar siempre junto a ti —y a ella solo se le asoma una sonrisa mientras rodea su nuca son sus brazos para decirle entre los labios 
 


 

—Te amo Enrique 
 


 

—Y yo te amo más Atlana —y sella sus labios en un tierno beso 
 


 

—Te prometo que siempre estaré junto a ti Enrique —le dice en un susurro 
 


 

Fin del flashback
 


 

El tiempo paso, y ella seguía con las enseñanzas que sus padres le enseñaron, descubriendo a lo que se refería sus padres cuando le decían que ella era especial, en cuanto iba creciendo, descubría que podía hacer cosas que otros humanos no podían, con ver los recuerdos de la gente, escuchar las palabras que el viento le traían, así podía protegerse ya que ella al tener que luchar en la vida sola, para poder sobrevivir
 


 

La casa de sus padre estaba situada en la mitad del bosque, alejada de los seres humanos, ya que ninguno se atrevía a venir por las historias que contaban, sobre demonio, brujas, y mounstros que habitaba en el bosque, ella sonríe cada es que pasaba por las aldeas ya que todos eran amables con ella, la gente saludaba cada vez que iba a curar a un enfermo o que iba a sus rutinas diaria, ella había heredado el gusto por la medicina que su padre le enseñó y al conocer de plantas, a ella se le hacía bien poder ayudar a los demás 
 


 

—Hola Morgana —le dice un joven alto cabello castaño oscuro, ojos grises, con una barba que lo hace ver atractivo 
 


 

—Hola Alejandro —le dice con una sonrisa 
 


 

—¿Te veré hoy en nuestros lugar? —ella solo asiente mientras sus mejillas se tornan de un color rosado, para después irse 
 


 

Todos los días antes de que el sol se ponga, ella y Alejandro, se encuentran en el pequeño prado que está un poco retirado de bosque, donde ella y el pasean tomados de las manos, Morgan siente que el es el hombre indicado para ella, piensa que su amor será igual que el de sus padre, pero no quiere que las cosas terminen mal por eso ella, apenas se toman de la mano, y aunque se ven en secreto, para ella solo le importa estar con el 
 


 

—Alejandro ¿Qué opinas sobre el tema de la hechicería? —no escucha ningún sonido de parte de el, voltea a verlo y ve que tiene la mirada pérdida —¿Alejandro? 
 


 

—Si, lo siento Morgana, yo... No creo en eso —dice con una sonrisa forzada 
 


 

—¿Que harías? si alguien en tu familia o alguien que conoces puede hacer magia 
 


 

—No se Morgana, mejor cambiemos de tema —le dice mientras detienen su paso 
 


 

—¿Algún día me dirás dónde vives? —el le pregunta 
 


 

—eh, algún día a lo mejor —dice mientras voltea hacia otro lado para esquivar su mirada 
 


 

—Te quiero Morgana, nunca lo olvides —le dice mientras toma su barbilla para que lo mire, en eso se inclina para acortar su distancia y poder besarla, pero ella lo detiene 
 




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