#1 Reluminium el rey de la oscuridad

Una maldición

En las montañas
 


 

—¡Maldita, mil veces maldita alejate de él!
 


 

Grita mientras tira todo lo que está a su alcance, mientras recita unas palabras, sus manos se ponen de un color verde la imagen de un joven, aparece ante ella 
 


 

—No te quedarás con el, tu destino lo cambiaré yo —dice mientras su mirada se a vuelto roja, llena de sangre —. Ahora, más que nunca voy a destruir tu destino, nunca podrás ser feliz 
 


 

En su mirada se notaba la furia, causando que de la nada cayera en el suelo cuando sus fuerzas la han abandonado
 


 

—¡No!, no ahora, tengo que cumplir con lo que tengo propuesto 
 


 

Grita, mientras corta su muñeca con su uña y deja caer su sangre en la palma de sus mano, con dificultad deja caer la sangre en la corona que tiene en la cabeza, esta se torna roja por la sangre y ella siente como sus fuerzas regresan, respirando agitada ella lentamente se incorpora y saca el libro. Lee las palabras incrustadas en el, "Vivilio ton Nekrós" (libro de los muertos) 
 


 

—Este libro me dará la fuerza para poder acabar con tu alma y tomar tu cuerpo para hacerlo mio —dijo con una sonrisa malévola
 


 

[...]
 


 

Los rayos del sol alumbraba aquella habitación, Morgana se removió al sentir un peso en sus caderas. Fue ahí donde pudo notar que estás encerrada en los brazos de Baltazar, y en ves de sentir temor sintió como al fin estaba en paz. Cómo si con estar a su lado nada malo podría pasarle, alzo la vista para contemplar su rostro una sonrisa se instaló en sus labios al verlo tan relajado alzo su mano quería delinear con la yema de sus dedos cada facción de sus rostros 
 


—¿Has descansado bien? —escucho su voz ronca

Morgana cerro rápidamente su mano en un puño justo en el que el inclinó su rostro para verla

—Si —sonrio al mismo tiempo que se sonrojaba —, ¿Y tú?

—He dormido como hace mucho tiempo —murmuro

Se levantó de aquella cama mientras el la contemplaba

—Hoy no estaré —dudo en decirle, pero al final lo hizo —, iré a ver a Alejandro

—El no es quien dice ser Morgana —se levantó —. Te está mintiendo

—Deja que yo decida eso —sonrio — tengo que verlo

El sin mucho ánimo asintió. Morgana llevaba ya mucho tiempo esperando, pero Alejandro no había llegado, ya el sol se estaba ocultando y el no aparecía, aún no sabía por qué pero temía que Baltazar le aya echo daño cuando se estaba alejando se escuchó las ramas del suelo quebrarse por las pisadas de alguien acercarse hacia ella

—¿Quien eres?, aparece de una vez, ¿Quien te ha mandado? —dice ella volteando a ver a todos lados, pero no se escucha nada solo el silencio rato por el canto de los pájaros 
 


 

—Eres idéntica a tu madre —se escucha el eco por todo el lugar —. La misma actitud de superioridad que tanto las caracteriza 
 


 

Morgana seguía viendo a todos lados para saber de quien era esa voz, pero no encontraba a la persona, ella le pedía que se mostrará
 


 

—Oh querida Morgana, cuánto tiempo a pasado pensé que te alegraría volver a verme —dice la persona apareciendo de la nada entre los árboles —. Yo, me moría por volver a verte, aunque creo que para ti no causa la misma gracia 
 


 

—Claro que me alegro, así puedo decirte a la cara cuanto te desprecio —le dice con la mandíbula contraída por el coraje 
 


 

—Que pasa sobrina, ¿Aun me guardas rencor? —sonrio con burla —. Recuerda que tú y yo llevamos la misma sangre, soy tu tío 
 


—Tu no eres nada mío —dice furiosa

—Somos... Familia, aunque no nos guste —dice Orcos con fastidio

—¡No!, tu no eres nada mío —le señala —. Si tu, me hubiera considerado tu familia no hubieras matado a mi madre, y no hubieras intentado matarme —gruesas lágrimas ruedan por sus mejillas al recordar ese suceso de su vida

—Talvez tengas razón, pero lo hice por tu bien, tu tenías que morir —le dice —. Sobre ti pesas una maldición, que destruirá a todos los que te rodean

Ella solo puede mover su cabeza en negación

—Mientes —susurra —. ¡Mientes!, tienes que estar mintiendo —le grita mientras sigue derramando lágrimas

—¡Oh, mi pequeña Morgana!, como desearía estar mintiendo —le dice mientras se va acercando lentamente hacia ella —. Pero, es verdad hasta tu madre lo sabía —se pone atrás de ella —, y prefirió morir antes que tú —le susurra

—¿Y mi padre, también lo sabía? —lo mira, mientras el asiente

—Yo le dije a mi hermana la solución, pero no me escuchó —le dice con la mandíbula contraída —. Prefiero morir antes, que tú lo hicieras

Morgana estaba confundida no sabia si las palabras que el le decía fueran verdad, una parte de ella le decía que no que esto debía de ser una gran mentira, pero la otra le decía que podría estar diciéndole la verdad, eso explicaría las muertes de sus padre y la vision de la muerte de Baltazar, estaba en un dilema el camino que eligiera dependería la vida de la gente que está a su lado, en este momento quisiera oír la voz de su madre que le dijera si era cierto o no como lo había echo desde que murió su padre, pero nada, ni un murmullo se escuchó y eso le ponía nerviosa

—¿Como me encontraste? —le dice y a el se le forma una sonrisa

—Simple mi querida sobrina, siempre estuve a tu lado —le dice

Al momento que toma su mano y mueve la suya sobre la de ella, apartando lentamente mientras una bola de fuego verde aparece en medio de sus manos

—No te diste cuenta, pero siempre te vi —atrae el fuego a su mano mientras esta flota sobre su palma, derrepente imágenes de ella, en la aldea, en sus encuentro con Alejandro

Espero encontrar las imágenes de Baltazar, en el fuego, pero solo aparecieron aquellas, como si nunca hubiera exitido Baltazar en su vida, y le pareció extraño




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