#1 Reluminium el rey de la oscuridad

Que la batalla comience

Aldana observaba aquel ejército que había creado esta misma tarde tornaría el reino demoníaco, acabaría con todo empezando por el lugar donde todos comenzó. Había observado a su padre vigilando la, algo dentro de ella quería creer que el no la traicionaría

—Aldana, ¿Esto es necesario? —pregunto Calibius señalando al ejército

Ella solo sonrió acariciando su cara para luego besarlo con pasión nublado su razón

—Para ser rey, necesitas un ejército —sonrió señalando a los hombres —, y ellos serán tu ejército. Baltasar no te devolverá fácilmente el reino así que tendremos que tomarlo a la fuerza

—Pero...

—Shhh —puso un deso en sus labios para luego acariciarlos —, confía en mi. Yo te convertiré en el mejor rey

La abrazo mientras borraba la sonrisa de sus labios

—Ahora tienes que ir a prepararte —susurró en su oído —, pronto partiremos hacia nuestro reino

Él se alejó con dirección hacia los guerreros que planeaban el ataque, ella los observó con una sonrisa

''No confíes mucho de tu padre''

Escucho la voz en su cabeza mientras ella negaba con los ojos cerrados

''Él nos traiconara, debes matarlo''

Escucho mientras llevaba sus manos a su cabeza negando

''¡Matarlo! ¡Matarlo!''

Le repetía aquella voz mientras ella negaba, todo a su alrededor se volvió borroso como pudo camino tirando todo a su alrededor hasta su tienda cayó en el piso mientras le faltaba la respiración

—A...aún... no —dijo entrecortada

Se arrastró hasta la mesa tomando aquella daga para luego cortar su muñeca trato de alzar la hasta aquella corona pero las fuerzas le fallaron haciendo que escupiera sangre con mano temblorosa logro dejar caer sangre en aquella corona mientras su respiración se normaliza y sus ojos se tornaban totalmente negro

Una vez que se pudo recuperar volviendo a estar estable salió de su tienda observando a sus esclavos listos para atacar

—¿Están listos? —grito y todos alzaron sus espadas mientras gritaban —, es momento de ir hacia nuestras tierras. Hay que reclamar aquel lugar hasta que sea nuestro, si  importa nada acaben con ellos como ha sido planeado

Miro a todos como gritaban mientras alzaban sus espadas

—¡Adelante!

Todos salieron corriendo hacia el castillo mientras ella caminaba lentamente y unos pasos adelante lo hacía Calibius. Cuando llegaron a los límites ya los esperaba la guardia real listos para el ataque el rey demonio observaba a la mujer de negro que le sonreía

—Ataquen —dijo sin alzar la voz que aquellos hombres atacaron a los guardias

En aquel campo solo se escuchaba el choque de las espadas y los gemidos de dolor que soltaban los soldados y esclavos al ser heridos o asesinados. Pero la bruja no se movía, no hacía ningún movimiento para atacar al igual que Calibius solo observaban solo escucharon como el rey utilizaba sus poderes al mismo tiempo que derriba a muchos esclavos. Calibius volteó a ver a Aldana que con una sonrisa asentía y él salía al encuentro de su hermano. Baltasar estaba luchando con dos esclavos cuando pudo ver como su hermano corría hasta él, rápidamente atravesó el pecho de un esclavo para luego cortar la garganta de otro en un solo movimiento justo cuando su hermano trató atravesarlo esquivó su ataque subiéndose en una lucha que estaban iguales, cada uno sabía el movimiento del otro era una lucha que parecía no tener fin y así fue como el sol se ocultó dando paso a la fría noche

—¡Calibius! —grito el rey mientras sus espaldas estaban en alto una junto a la otra evitando el ataque —. Para esto, somos tu familia no ves que solo te está utilizando

—¡Basta! —grito volviendo a atacarlo —, no hay marcha atrás. Conquistaremos estás tierras, y yo gobernaré junto con mi reina pero primero me desare de ustedes

el rey contraatacó esquivando aquella espada, le pido a los dioses que este día nunca llegará pero una vez más no lo habían escuchando y lo que más le preocupaba era el destino de su hijo, solo esperaba que tanto su esposa e hijo estubieran lejos de aquella masacre. Volteó a ver a su pueblo, su gente, miro los cuerpos sin vida de aquellas personas que le seguian, en eso un punzante dolor se instalo en su lado derecho debajo de las costillas volteó a ver a su hermano que alzaba su espada una gota de sangre recorrió la hoja de esta hasta llegar a la empuñadura dónde se encuentra el logo, aquel logo de su reino, llevo su mano hasta la herida sintiendo la sangre cubrir su mano solo sonrió desconcertando a su hermano empiezo a reírse como si hubiera perdido la razón, la furia incremento en Calibius que alzo su espada dispuesto a atacarlo, cuando de la nada y sin que nadie lo tocará salió volando hasta estrellarse contra los muros del castillo

Morgana había corrido lo más rápido que había podido para intentar salvar a su esposo pero era demasiado tarde la espada había cortado sus costilla derecha como evidente señal de que el destino seguiría el curso escrito, así matando toda ilusión de que hubiera otra posibilidad. Sintió la penetrante mirada de su prima en ella. Aldana la miro con malicia pero fue reemplazada por sorpresa para luego ver odio puro al reconocer al que estaba a su lado

'' Te lo dije debiste matarlo''

Le repetía aquella voz a Aldana, vio como su prima empezo a mover sus manos una sobre la otra sacando de ellas una bola de fuego verde, lanzando la a los esclavos

—¡Bruja! —grito llamando su atención —. No lo lograrás

Pero la bruja solo sonrió para dirigir su mirada hacia el rey que con trabajo se mantenía en pie tratando de defenderse, la reina siguió su mirada y nego mientras corría hacia el rey, pero no pudo llegar a tiempo para evitar que una bola de fuego negro atravesará su cuerpo cayendo de rodillas sobre el suelo

—¡Baltazar! —grito su esposa mientras corría hacia el

Al llegar a él trato de ayudarle pero él poco a poco perdía sus fuerzas quedando arrodillado frente de ella




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