#1 Sin Escape

Capitulo Uno: Sin Escape

LANCE MORRIS.
 


 

Un dolor punzante en mi cabeza me hace abrir los ojos adolorido para encontrarme en un cuarto totalmente vacío, las paredes son grises, todo se encuentra sucio.
 


Me levanto sentándome en el suelo, observo a todos lados confundido.

¿Dónde estoy?

Otra punzada, me toco la cabeza mientras cierro los ojos con una mueca de dolor.

Trato de recordar que fue lo que paso antes de despertarme aquí, pero nada, mi cabeza se encuentra en blanco.

Lo único que recuerdo es mi nombre.

Lance Morris.

Luego de eso, nada, todo esta en blanco.

¿Cómo llegue aquí? 

Una punzada.

¿Quién me trajo a este lugar?

Otra punzada mas fuerte que a anterior.

Caigo al piso sosteniendo mi cabeza.

Agh.

Duele, duele demasiado.

Luego de unos minutos el dolor disminuye hasta desaparecer.

Me quedo acostado en el piso con mi respiración agitada.

Una vez que mi respiración se calma giro mi cabeza a un costado.

Veo una rendija que da hacia donde creo que es el exterior.

Me levanto y gateando me acerco a ver que es.

Trato de ver atreves de eso pero solo veo oscuridad.

- Mierda. -Me apoyo al lado de la rendija contra la pared.

- ¿Hola? -Escucho una voz de mujer atreves de la rendija.

Acerco la oreja para ver si escuche bien.

- Hola. -Respondo.

Espero respuesta pero nada, ya no se escucha nada.

Suspiro y vuelvo a apoyarme contra la pared.

- ¿Quién anda ahí? -Otra vez la voz.

Me quedo en mi lugar sin moverme.

- Eso tendría que preguntar yo.

- ¿Vos sos el que me encerró en esta habitación?

¿Que?

Me acerco a la rendija.

- ¿Vos también estas encerrada? -Pregunto mas extrañado que cuando me desperté.

- Si, ¿Vos también estas encerrado?

No contesto, me levanto del suelo y me acerco a la puerta de acero que se encuentra en el otro extremo de la habitación.

No se me había ocurrido tratar de abrir la puerta.

Talvez la inteligencia también se me borro.

Me acerco a la puerta y con todas las fuerzas que tengo trato de abrir la puerta.

No puedo, en definitiva, estoy encerrado.

Vuelvo a donde estaba para seguir hablando con la chica.

- Si, estoy encerrado.

- Recién te acabas de fijar ¿Verdad?

Silencio.

- Talvez.

Solo se oye su risa del otro lado.

Sonrió, después de saber que un loco nos encerró esta bueno que podamos reírnos aunque sea un poco.

- ¿Vos te acordas de algo? ¿Aunque sea de como llegaste ahí? -Pregunto esperanzado.

Si al menos alguno de los dos recordara algo, talvez escapar de acá seria mas fácil.

- No, solo mi nombre ¿Y vos?

Las ultimas esperanzas que habían se acaban de esfumar.

- Estoy igual que vos.

Un silencio inunda las habitaciones.

Miro al frente con la mirada perdida.

No entiendo nada ¿Por que alguien querría mantenernos encerrarnos?

¿Qué hicimos para que nos encerraran? ¿Qué nos habrá pasado para que perdiéramos ambos los recuerdos?

¿Y por que solo me acuerdo de mi nombre? ¿Por que solo eso?

- Hey. -La voz de la chica me saca de mis pensamientos.

Pongo mi mirada en la rendija.

- ¿Si?

- ¿Cómo te llamas?

- Lance Morris ¿Y vos? -Silencio.

- ¿Me escuchaste?

- Si perdón me quede pensando en algo.

Estoy por volver a preguntar como se llama pero ella se me adelanta y al fin me contesta.

- Venus Harrison. 

Ese nombre...

Una cara, una chica, ese nombre.

La punzada en la cabeza vuelve pero es tan fuerte que no logro soportarlo.

Me agarro la cabeza tratando de calmar el dolor.

Caigo al suelo de costado.

Mi vista se empieza a nublar.

Antes de desmayarme oigo la voz de Venus, llamarme y ahí si mis ojos se cierran para solo ver oscuridad.




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