1. Te Casas Conmigo, Mi Querida Rival? A x K

Capitulo IX

Casa Anderson.

Me encontraba en mi habitación, pensado que la prueba de fuego seria ante mis propios parientes, mi tío Charlie Wilson, que siempre quiso conocerme, pero que hasta hoy era ese momento.

Yo me encontraba acostado en mi cama, con mi mirada fija en el techo, repasando de que nada saliera mal, porque de aquí dependía todo para seguir adelante con la farsa, de la linda chica primogénita y única Anderson. De pronto escucho que se abre la puerta, no contesto tan rápido pues creí que era Mark, estaba a punto de preguntarle que, si acaso había olvidado los modales, cuando me logro sentar y quedarme helado, pues no era mi amigo.

Ahí se encontraba una chica castaña de ojos color verde con una mirada atenta ante lo que yo hiciera o dijera. La verdad me sentía incomodo y no sé si sea la hija de alguna de la servidumbre, pero si le voy a llamar la atención, porque debe aprender a llamar antes de entrar a mi habitación. Lo bueno que yo ya me encontraba listo con mi ropa de chica, ni siquiera quiero imaginarme, lo que hubiera pasado y en vez de verme como la chica, me viera como el chico que soy, eso hizo que me enojara un poco, pues algo como esto, puede destruir todo lo que en logrado y tirar todo por la borda.

¡Oye, acaso no te enseñaron modales!, ¡para eso, se toca antes la puerta!, y de lo que te responda sabes si pasas o no – mencione de manera un poco enfadada.

La chica de cabellos castaña rizados, de ojos color verde, solo me sonrió ampliamente, mas no dijo nada.

De pronto unos pequeños golpes, que provenían de la puerta de mi habitación, me hicieron mirar para esa dirección, que de hecho se encontraba abierta, y ahí de pie se encontraba un chico alto como de 170 cm, pelirrojo, de ojos color verde, con un semblante de pocos amigos.

Disculpa, a mi pequeña e impertinente hermana, pero a veces se emociona demasiado y pierde la educación – dijo el pelirrojo de manera seca.

¡Lo siento mucho, no volverá a suceder!, ¡te lo prometo! – dijo de manera apagada la chica castaña.

-Esa gran sonrisa de hace rato se convirtió en una de manera triste, y aunque me enojó que entrara sin pedir permiso, me hizo sentir mal verla así, ese chico ahora era quien no me agradaba para nada-

¡Esta bien!, solo que no me gusta que entren a mi habitación sin permiso, ¡pero te perdono!, además sé que no fue tu intención hacerlo – dije con una sonrisa cálida para esa chica.

Vine a buscarlas, porque se supone que Scarlett, venía a buscarte a ti Kai, para que bajemos a cenar, ya los demás nos espera – agregó el pelirrojo.

¡De veras lo lamento!, me emocioné por conocerte Kai – dijo todavía de manera apagada, la chica de nombre Scarlett.

-Ahora Kai, entendía de quienes se podían tratar- ¿a mí y por qué?

Eres mi prima, y pues no te conocíamos desde hace 17 años, por eso me emocioné mucho – dijo Scarlett.

Ya veo, ¡pues es un gusto conocerte prima!, te llamas Scarlett, ¿verdad? – dije con una sonrisa.

¡Si!, me llamo Scarlett Wilson, ¡y espero seamos buenas primas y mejores amigas! – logró decir con un entusiasmo la chica.

Si, igual eso espero – logré decir

Ya vámonos o nos van a llamar la atención a los tres – dijo secamente ese chico.

-Y por un momento me había olvidado de ese chico pelirrojo, que aún seguía ahí de pie, junto a la entrada de la puerta de mi habitación- y tú, ¿cómo te llamas?

Me llamo Máxime Wilson, también tu primo –dijo fríamente.

¡Vamos Kai! – Scarlett, toma a su prima del brazo y sale de la habitación.

Pero de pronto ambas chocan con alguien que al parecer es un chico rubio, de ojos color avellana, de hombros ancho y se veía que realizaba deporte, pues se podía observar un buen físico, que en efecto se trataba de Mark O’ Kelly.

¡a uch! Se pudo escuchar por parte de los tres.

Fíjate Mark, no ves que casi nos tiras – dije de manera tranquila.

¡Lo siento mi querida novia mía!, pero ustedes no se quedan atrás, tampoco se fijaron de mí – dijo el rubio.

¿Qué dijiste? – dijo de manera asombrada mi prima.

¡Je, je, je!, pues que soy el novio de mi chiquita bebé, ¡verdad, Kai! – dijo mi amigo.

- ¡Pues desde ahora eso ya queda en el pasado! Pues mi prima no debe tener ningún otro compromiso o novio. –dijo Máxime.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.