Capitulo XVII

¿Quién eres Tú?     

Creo que logré perder a Natasha, pero luego casi me estrello con otra chica que conozco bien, pues se trata nada menos que de mi otra amiga, Alexa Li, su mirada ámbar me miraba solo a mí, y me sonrió.

Le devolví la sonrisa, pero también me alejé de ella, pues pasar un tiempo con ella ponía en riesgo mi secreto. No volteé, quien sabe sino me seguía, no lo podía deducir, pues había tanta gente como nunca. ¡Si!, ¿mi mala suerte no puede empeorar?, ¡para que hable rápido!, me topé con Elton Cook, este sí logró decirme un, ¡Hola! ¡Guapo!, no dejé que me siguiera diciendo más, también hui de él.

Tantas personas y me tope con tres conocidos, bien decían que en Garland todo se sabe, fue muy mala idea, la de salir como soy. Esto iba a tener complicaciones, me lo puedo imaginar.

Entonces me choqué con alguien, ahora si sentí el porrazo, caí sentado, y un ¡ouch!, logré decir. Me levanté del suelo, y me iba a quejar, a decirle a esa persona que si no se fijó por donde va, ¡aunque yo también tuve la culpa!, pero no se lo iba a decir.

Al parecer esa persona también se puso de pie, lo antes posible, y logré escuchar un ¡mil, disculpa!, ¡no me fijé! Pero me quedé sin palabras, pues me perdí, en esa mirada de ojos grandes y expresivos de color platinado como la luna misma. Y más si le agrego esos labios carnosos e hidratados, con una sonrisa que me atonta. Su cabello de color azabache, suelto hasta el nivel del hombro, tan peculiar también. Pero para mí, lo que me hipnotiza son sus ojos y la manera en cómo me mira, ¿Quién es ella?

Pues la verdad no lo sabré, porque ella no dijo más y se marchó, dándome una esbozada sonrisa, dejándome ahí por unos segundos casi en modo transe. Si no fuera, porque comenzó a sonar mi celular, que desperté y reaccioné, contesté pues era mi madre, al parecer el tío Charlie nos visitaba, y tenía que estar en casa ya. Mi respuesta fue que, en unos minutos llegaba, colgué y me dirigí a cambiarme de nuevo, salí del baño, pero ahora como Kai la chica.

Al llegar a casa, ahí estaban los Wilson, almorzamos y charlamos. Todos salimos a disfrutar de la gran regata, pero como una familia. Yo la verdad andaba distraída, pues esos hermosos ojos de mirada platinada, no salía de mi mente, ¿quién es ella?, ¿Cómo se llama?, obvio que no es de Garland, debe ser una turista, que yo ya no volvería a ver, jamás. Mi madre me disculpó, por mi poco interés mostrado ante la gran regata, pues mencionó que yo ya había ido antes, los Wilson aceptaron la disculpa y seguimos el paseo familiar.

Después, cuando estábamos a solas mi madre y yo, le conté lo sucedido, me dio una regañada como nunca, estábamos en el despacho que antes fue de mi padre. Pero después de todo, mi madre me comprendió, y me dijo que no intentara algo como eso o al menos no sin ser avisada.

Todo se lo conté, hasta lo que sucedió con esa chica, la respuesta de mi madre solo fue dada acompañada de una sonrisa de complicidad, que lo que me sucedió fue, amor a primera vista. Ella salió de mi habitación y me dejó ahí con esa duda, ¡será cierto! lo que dijo, bueno ella sabe más de eso, pues ya lo vivió. A partir de esta noche, al cerrar los ojos, podía recordar a la perfección todo, absolutamente todo de esa azabache, de mirar platinada.