1. Te Casas Conmigo, Mi Querida Rival? A x K

Capitulo XXI

El chico Tremblay.

Ya nos encontrábamos en el salón, como siempre cada quien, en su grupo y sus peculiares charlas, pero hoy me sentía nervioso e incómodo, pues como no si el fin de semana, cuando nos visitaron los Wilson no fue una visita como la de siempre, ya que mi tío, llego a decirnos que, habían llegado por fin los Tremblay a Garland. Eso significaba que, a partir de hoy, claro si le tocaba el mismo grupo que yo, lo conocería al fin, ¡no creo!, a lo mejor solo me estoy sugestionando, ¿Qué probabilidad hay?, hay dos grupos del mismo grado, como para que quede aquí, ¡no creo tener tan mala suerte! ¿o sí?

Llego la miss al salón, por lo cual cada uno tomó sus respetivos asientos, miré a los mellizos, estos ya estaban en su mesa, todo parecía normal, miré a la puerta esperando ver si alguien entraba, pero nada pasó. Pude sentirme aliviado, yo solo me estaba ahogando en un vaso con agua, ¡si tal vez, me lo tope en los recesos!, o en los pasillos de la escuela, pero al menos no lo veré en el salón.

¡Pero creo que hable demasiado rápido!, escuche cuando la miss dijo que dejáramos un rato lo que hacíamos, porque teníamos un alumno nuevo, ¡que me parta un rayo!, fue lo que se me vino a la cabeza, pero no lo dije en voz alta.

Entonces hice caso a la orden de la miss, alcé la mirada dirección a donde todos miraban, y a lado de la miss, se encontraba un chico azabache, de cabello ondulado, de mí misma altura 175 cm, sus ojos no puedo saber, ¿de qué color son?, ya que usa gafas. En pocas palabras es un chico nerd.

Hizo lo mismo que nosotros, la primera vez que llegamos aquí, se presentó y dijo de donde venía, que no quería mas que llevarse bien con todos nosotros, la miss le indicó que se sentara con Stella.

Viéndolo bien, le tocó con alguien que prefiere ser una chica invisible, pobre de él.

¿Es ese el susodicho?, ¡no manches!, si solo es un simple debilucho – me dijo mi amigo en apenas susurro, para que solo yo lo oyera.

Si, eso parece – fue lo único que le respondí a Mark.

Las clases transcurrían normales, todos parecían que no les impactó su llegada, a comparación de cuando nosotros llegamos. Sonó el timbre, el cual indicaba que el receso había llegado, antes de que saliéramos, los mellizos se dirigieron dirección del chico azabache, posteriormente estos les mencionaron a todos los presentes que, Aike era su primo y esperaban que lo recibieran cálidamente.

Al escuchar esto, todos prosiguieron a presentarse ante el chico azabache, le daban la bienvenida, claro que las chicas no se pusieron en modo alborotado. Cuando llegó mi turno, yo también me presenté como si nada, además, aun no era tiempo que nos conociéramos bien, al finalizar cada quien salió a ingerir sus respectivos alimentos.

Por motivos de discreción, tanto Mark como yo, hicimos lo mismo que acostumbramos hacer, cada día en el colegio, no por la llegada del chico Tremblay, las cosas no tendría por qué cambiar. Cuando llegáramos a casa, le platicaríamos a mi madre, lo sucedido.

El día de hoy, ya las clases había terminado, nos fuimos cada quien a sus respectivas casas.

 

Al llegar a casa, tuvimos una reunión en el despacho, tanto yo como Mark, le mencionamos a mi madre todo lo que sucedió, ella dijo que hicimos bien en mantener el asunto solo para nosotros, ya que aún no hemos cumplido la mayoría de edad, para conocernos en el plan amoroso, que llevemos las cosas en paz.

El que de plano no podía creer que mi “prometido” es tan debilucho, que incluso el viento se lo va a llevar, y pensar que el tuvo temor, de que cuando este se enterara de nuestra ex relación, este lo quisiera golpear. Pero que tanto esperar, fue decepcionante.

Mi madre lo reprendió, pues cosas como esas puede ser ocasión de problemas, y lo que menos se quiere son problemas.

Pasamos almorzar, y después cada quien se fue a realizar algo de lo que siempre hacíamos, Mark y yo, a hacer nuestras tareas. Después cada quien a sus habitaciones.

Ya en mi habitación, me di una ducha, luego me quede pensado que ese chico Aike, sí que no tenía las de ganar contra mí, pues si dejamos de lado lo de este enredo, si él y yo nos diéramos en duelo, perdería, claro no se usar un arma, pero sin duda yo ganaría.

Era tiempo de dormir, eso era lo que más me gustaba, porque ahí podía ver, esos hermosos ojos platinados de mi chica azabache.

¿¡Mi chica azabache… ¡?, pero si no se ¿Cómo se llama?, ¿de dónde es?, si alguna vez la volveré a ver.

Mark, me dijo que cuando la busque, ya sea cuando yo haiga terminado este lio familiar, y en eso tiene razón mi amigo. Por qué caso tendría buscarla, y querer conocernos, si estoy en medio de un caso grave, que primero tengo que solucionar y lo más pronto posible. Tiene que ser antes de que llegue mi boda con Aike.




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