Capitulo XXIV

¡No lo creo, si no lo veo!

Ya teníamos once meses aquí en Garland, solo un mes, y el juego comenzaría o mejor dicho mi pesadilla, todos estos cinco meses desde la llegada de los Tremblay, y convivir con Aike, fue pacifico, todo fue tranquilo, nunca crucé palabra con él, ni tampoco tuvimos problema.

Mayormente Aike, la pasaba con los mellizos, pero también logró algo, pues por fin hizo que Stella hablara un poco más, ella ya platicaba más que otras veces, y no solo pasaba su cara en los libros. También, se juntaba con ella, algunos les pareció raro, pues hasta llegaron a pensar y murmurar  que entre ella y Aike había algo, pero fue ella misma, la que dejó en claro las cosas, en donde mencionó que solo eran amigo o si había algo entre ellos, ese era su problema, creo que eso fue lo más que le oyeron decir a Stella, durante todo el tiempo que la conocíamos, ya que todos nos quedamos perplejos ese día.

Esa vez se lo conté a mi madre, quien me aconsejó llevar las cosas en paz, ya que él y yo éramos libre aun de hacer lo que quisiéramos.

Yo siempre estaba con nuestro grupo de amigas, y siempre me acompañaba mi prima Scarlett, siempre muy alegre, el alma del salón, y Elton, no se quedaba atrás.

A veces veía como Elton se acercaba, y le preguntaba algo al chico azabache.

Cuando le preguntamos, este dijo que quería saber si Aike, tenía novia o era de su mismo bando, no podía acaso una diva como él ser algo del chico azabache. Como nos reímos, también se lo conté a Mark, no fue para tanto que este se carcajeaba de la risa.

Nada nuevo pasaba, y todo marchaba como todos los días …

Hoy era aburrido, el profe aun ni llegaba, vi como todos se comenzaron a pararse de sus asientos y se agrupaban en sus mismos grupos de siempre, Mark hizo lo mismo, esta vez yo también seguí ese ejemplo, solo que yo me acerqué con las chicas.

Vi cuando Aike, salió del salón, quizás al baño o yo que se, ni me importa. Las chicas como siempre hablando, mi prima dijo que iba al baño, eso significaba una sola cosa, ir en grupo al baño, pero me salvé, porque como podía llegar en cualquier momento el profe, no era bueno que todas saliéramos, en si Scarlett fue sola al baño, aun no entiendo ¿por qué las chicas van en grupo o en pareja al baño?

Pasó un buen rato y mi prima aun no regresaba, y tampoco el azabache, después me sorprendió ver que ambos entraban al salón juntos, y noté como mi prima tenía las mejillas coloradas, eso es raro.

También vi que el azabache llevaba la mirada todo el tiempo hacia el suelo, él se dirigió a su mesa, mi prima no dijo nada y solo parecía nerviosa, iba a preguntarle cuando de pronto …

Las chicas callaron, pensé que el profe había entrado, pero no fue así, era otra cosa el asunto, veo que la camisa de Cormac Williams, tenía derramado su batido que era de sabor chocolate, y eso lo supimos todos, ya que lo podíamos ver. Todos guardaron silencio, y prestaron atención a lo que sucedería entre Cormac y quien sea que le derramó el batido, y más porque el profesor no había llegado aún.

¡Disculpa!, no fue mi intención, yo te compro otro, se escuchó a alguien decir, mientras caminaba rumbo a la puerta con su mochila en la espalda, y sin mirar a nadie, lo vi, era nada menos que Aike.

Ambas cosas hicieran enfurecer más a Cormac, pues se veía como estaba cabreado con el azabache, y quien no, si este solo se disculpaba y ni siquiera le daba la cara, pero a la vez se iba.

¡Estúpido!, ¡eres hombre muerto!, ¿crees que eso es una disculpa?, se escuchó Cormac muy furioso.

La tensión se sentía en ese salón, nadie dijo nada, solo se abrieron paso, dejaron a los involucrados en medio y todos alrededor.

Aike se detuvo, y solo dijo que, en verdad lo sentía, pero aun así no miraba a nadie, ni siquiera a Cormac, ¡pobre de él! Es hombre muerto.

Desde nuestra llegada, si bien sabíamos que Cormac, siempre le gustaba arreglar las cosas a puro golpes, en verdad el azabache no tenía mas que mala suerte, con quien le fue a tocar.

¡Cálmate Cormac!, estamos seguro que no fue la intención de nuestro primo, debe haber una explicación para esto ¡¿verdad, Aike?!, dijeron en coro los mellizos y su mirada estaban puestas en su primo en espera de respuestas, pues creó que no eran los únicos, todos queríamos saber que pasaría.

¡Ey! ¿qué creen? ¡no va a venir el profe, hoy salimos temprano! ¡Yeah! – dijo emocionado Noah, al entrar al salón, pero luego se dio cuenta que había problemas - ¿Qué pasa?