1. Te Casas Conmigo, Mi Querida Rival? A x K

Capítulo XXVII

 

¿Amigos ellos?

Se suponía que debería ser como siempre, pero no fue así, esa mañana para ser preciso no sería común ni corriente como las demás, ya que por cuestiones diferentes o mejor dicho los acontecimientos pasados, en donde claramente el involucrado era una persona que siempre fue un cero a la izquierda desde su llegada, pero que ahora estaba siendo el centro de atención por todos sus demás compañeros.

 

Ya que, al llegar al colegio, nos topáramos que ya todos estaban preguntándole al azabache todo lo que se había quedado de preguntas sobre de lo que nos enteramos, lo pude ver que no estaba nada cómodo, pero aun así no fue nada grosero y contestaba de una manera amable, también me pude percatar que tenía unas nuevas gafas puestas.

 

Tanto Mark como yo nos dirigimos a dejar nuestras cosas a nuestra mesa, ya Dylan había hecho de la entrega de sus rosas del día y la mía se hallaba sobre mi lugar. Nos proseguimos acercar para también empaparnos del relato dado por cierto azabache, en toda su conversación él parecía ser humilde y modesto, para nada andaba fanfarroneando o siendo egocéntrico por revelar lo que nosotros ya sabíamos, esas acciones de su parte tenía un resultado muy guay entre las chica por que se veía a legua que no le quitaban el ojo encima, y también tenía la atención de los chicos, es esto enserio también los a embobado a ellos, después llego Cormac, creo que no fui la única que pensó que tal vez iba a ver problemas entre él y Aike, pero  fue todo lo contrario pues sus acciones fueron otras.

 

 ¡Hola!, Aike – y con una gran sonrisa de oreja a oreja le extendió su mano en forma de puño en son de chocar puños, cuya respuesta fue dada de inmediato.

 

- ¡Hola! Cormac – dando de una sonrisa.

 

Todos los presentes quedaron casi en shock, pues no entendía que estaba pasando ahí, con sus dos compañeros.

 

¡A ver que me perdí yo! – dijo con ambas manos en sus mejillas cierto castaño, que se supone nunca se le va ni una sola cosa de la que ella no deba ser enterada – no se supone que tu estabas molesto con el papito de Aike – señalando a cierto castaño y luego a un azabache.

 

Déjame decirte que, por una vez en la vida, me encanta ver esa cara de duda y confusión en la gran diva Elton que se supone sabe todo, ¿no es así? – dijo sarcásticamente con una gran sonrisa de burla al ver la cara de aquel que es una chismosa de primera.

 

Eres malo – dijo con un puchero en sus labios.

 

Creo que, por primera vez en mi vida, voy a preguntar por qué también estoy algo intrigado – dijo cierto rubio que su mayoría de veces es discreto, pero un buen líder.

 

Si, por favor ya digan algo, la intriga me está matando – dijo Natasha casi con las manos en la cabeza.

 

Ok, no voy a ser tan cruel – dirigió su mirada ante el azabache – se los digo yo o sigues tu relatando.

 

Creo que mejor tú, yo no soy bueno contando las cosas – lo dijo con cierta humildad y dando una leve encogida de hombros.

 

-Esta bien yo seré el narrador de esta historia – lo dijo con cierta sonrisa.

 

Aclarando su garganta para hacerse el más interesante, bueno no me interrumpan para que yo termine rápido y recen para que el profe aun no llegue – dando una sonrisa de oreja a oreja de nuevo, cosa que sus compañeros ya empezaban a sentirse raros al ver que ese chico peleonero estaba actuando muy raro – todo comenzó ayer, les recuerdo que yo seguía enfadado porque Aike me ganó y yo no estaba nada feliz y mucho menos después de la investigación de la diva – mirando a Elton – bueno yo no lo iba a aceptar así de fácil, ya me conocen yo no soy fácil de apaciguar o apantallar.

 

Por lo cual, saliendo de aquí del colegio, me dirigía a mi casa, pero… – como si estuviera pensado ese momento pues tomaba su quijada y parecía ser minutos largos para los demás, pero solo fue segundos para que continuara su relato – mi celular sonó y respondí, era mi abuela quien me pedía ir a visitarla en cuanto yo saliera del colegio, era urgente. Entonces me dirijo a verla, tal como ella me pidió pues a mi abuela no le gusta que la haga esperar – una gotita se asomó por su rostro – al llegar a la casa en donde ella vive y trabaja, ella me recibió con un caluro abrazo pero también – y por instintos el chico tocó su oreja izquierda – también me dio un gran jalón de orejas, que no me digan que sus abuelas no les dan miedo – dijo mirando como lo miraban sus compañeros.

 

Creo que lo deben de saber, ya que en Garland todo se sabe, no se oculta nada aquí – y con un gran suspiro continuó – mi abuela trabaja para la familia Tremblay, por lo cual mi abuela me estaba reprendiendo por lo sucedido con Aike – lo miró de manera rápida y siguió su mirada con sus demás compañeros – y me regañó y por eso en ese instante estaba muy molesto y ya se imaginarán quien sería mi saco de pelea – de nuevo miró al azabache.




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