Cuento 1: El pozo de las Lenguas

Chile, región del Maule

En el pueblo de San Esteban del maule, hay un pozo que nadie usa desde hace décadas. Se dice que los obreros que lo cavaron en 1943 escucharon voces saliendo del fondo pidiendo "más profundo". Solo uno de ellos sobrevivió: un anciano que pasó el resto de su vida mudo, con la lengua completamente negra.

Lucia una estudiante de antropología de Talca, llegó con su grabadora para investigar la leyenda. La gente del pueblo la observaba desde las ventanas, sin sin hablarle. " No lo despiertes ", le advirtió una mujer vieja al pasar.

Lucia pensó que se refería al diablo, y río.

Esa noche, bajó al pozo con una cuerda y una linterna. Grababa su voz para un informe:" descenso tres metros.. cuatro... seis..." De pronto, el aire cambio. El sonido del agua se volvió más denso, como si algo respirara. En la grabación se escucha :

-¿ Lucia?

Era su propia voz, pero desde el fondo.

La linterna parpadeó. Ella miró hacia abajo y vio algo que parecía una masa de carne moviéndose.

Miles de lenguas humanas, cortadas, adheridas unas a otras, subían lentamente por las paredes del pozo. Cada una murmuraba una palabra distinta en un idioma antiguo.

Lucia intentó subir, pero la cuerda comenzó a deslizarse sola, como si alguien desde arriba la soltara. La grabadora cayó y se oyó su grito ahogado. Luego, silencio.

A la mañana siguiente, el pozo estaba cubierto por una tapa de cemento fresco. Nadie en el pueblo quiso decir quién la puso.

Pero esa noche, en el celular del decano de la universidad, llegó un archivo de audio con su voz temblorosa:

-" Descenso siete metros... ocho...nueve... hay luz allá abajo..."

El pozo sigue ahí. Nadie lo abre.

Y aveces, cuando llueve, del barro emergen pedazos de lengua humana , moviéndose como gusanos, intentando pronunciar un nombre en todos los idiomas posibles:

Lucia