10 Motivos Para Amarte

10 MOTIVOS PARA AMARTE

† Sin editar, por lo tanto tiene faltas de ortografía y en algunos capítulos Wattpad cambia el tipo de guión, pero cuando lo edite lo arreglo† ❤️❤️


 

—¿Ya te vas?, quédate otro rato blaky—Asher levanta la botella—No jodas, ya me la termine.

Keyden y yo lo observamos totalmente asombrados, si bien es cierto que suele beber en niveles estemos pero hoy parece que su único objetivo fuera perderse totalmente.
 


 

—Estas hasta la madre Asher —Keyden se acerca lentamente como si con eso intentara que el chico no se alterara más—Reacciona.
 


 

—¿Por qué no te quedas?—ignora totalmente al castaño para fijar su mirada en, sus ojos totalmente rojos y cansados.
 


 

—Por qué no eres tan guapo como yo, y no me interesa ver feos—le sonrío—Ya hermano deberías de intentar parar com todo esto—paso mi mirada a el castaño—me tengo que ir. ¿seguro que puedes con este?—Señaló al rubio.
 


 

—Si, descansa voy a subirlo a la habitación—Asiento—¿Seguro que no quieres que te lleve? Te puede pasar algo. 
 


 

—No, mi papá me quito el Auto si llego golpeado o algo tal vez lo considere, no pueden golpear mi bello rostro.
 


 

—Bueno, ojalá tú y tu bello rostro llegen intactos.
 


 

—Claro, nos vemos.
 


 

—Adiós, si te encuentras a mi mamá dile que la amo— Asher levanta la cabeza y me lanza un beso.
 


 

—¿Como por qué me la encontraría? —le susurro al castaño—Dios esta muy mal. 
 


 

—Definitivamente. 
 


 

—Bueno hablamos mañana. Adiós.
 


 

Después de despedirnos salgo de la casa y suelto un gran suspiro, realmente estoy algo cansado para caminar hasta casa, pero prefiero no molestar a mi mejor amigo, ya tiene bastante con cuidar al inconsciente de Asher. Comienzo a caminar. Toda la calle está oscura con excepción de algunas enormes casas con algunas luces, todas estas enormes casas hacen que este lugar luzca como lo que es un gran y lujoso vecindario de ricos, no es que me sorprenda, mi familia no es precisamente millonaria, pero no nos va tan mal, pero la familia de Keyden sin duda alguna es otra cosa. Levanto un poco la vista y algo llama mi atención. Es una chica o al menos eso creo por su sombra, está en el techo de una casa esa mirando hacia abajo, por un momento siento que mi corazón late muy rápido, pero decido actuar lo más relajado posible, tal vez simplemente le gusta apreciar la oscura y fría noche.
 


 

—¿Estas observando más estrellas?—que idiota, pero es que ¿qué más le puedo decir?.
 


 

¿Oye chica estas tratando de suicidarte?
 


 

Pues no, por su puesto que no. Por su reacción al escuchar mi voz me doy cuenta que no, definitivamente no está observando las estrellas. No logro detallar precisamente sus facciones o algo más por la altura de la casa, como ya lo dije que un vecindario donde todas las casas de aquí son enormes y altas.
 


 

—A mi también me gusta ver las estrellas, ¿puedo acompañarte?.
 


 

—No, si te molesto amigo estoy un poco ocupada, podemos hablar luego. Adiós—su tono de voz por más rudo que intente sonar no lo logra, por que se nota que se le dificulta hablar por su voz quebrada.
 


 

—Bueno linda, tengo la terrible sensación de que si me voy no podremos hablar luego.
 


 

—Eres uno de los tres idiotas ¿no?—mis cejas se hunden por eso, ¿como sabe está chica de nosotros?
 


 

—¿Nos conocemos? —Le sonrío nervioso, aunque supongo que no lo puede ver. 
 


 

— Voy en tu escuela desde hace dos años. Debes de ser el más idiota ¿Eres Asher?—Niego, ella se tambalea un poco y reprimo un grito. 
 


 

MIERDA. 
 


 

—NO, n-no soy Blake. Oye no se que te pasa, pero estoy seguro que lo puedes solucionar—Ella niega rápidamente y después comienza a llorar—Vamos baja.
 


 

—No, vete, por favor, s-solo vete.
 


 

Bueno, no sé que hacer, pero lo que sí tengo muy claro es que definitivamente no voy a irme dejándola sola aquí, con mi mirada busco algo que me pueda ayudar con la siguiente locura que voy a hacer, pero como nada parece servir suelto un suspiro y me con todas mis fuerzas me impulso para poder escalar por el barandal de la casa.
 


 

ME SIENTO EL MALDITO HOMBRE ARAÑA. 
 


 

—¿Q-qué haces?—me pregunta cuando llego arriba, entonces por fin logró ponerle rostro a esa sombra, tiene unos hermosos y tristes ojos color café, que parecerían totalmente negros de no ser por la poca luz que viene de algún bombillo de la casa.
 


 

—Si no bajas, yo subo.



#24614 en Novela romántica

En el texto hay: depresion, amor

Editado: 13.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.