Box R
Rachelle se encontraba en su oficina intentando redactar toda la entrevista de Anna Todd. Tenía sus audífonos puestos, escuchándola una y otra vez; sin embargo tenía el documento en blanco.
Miró la computadora y vio que había escrito sin querer “Tonny”.
—Dios mío—susurró y lo borró de inmediato.
Estaba muy enojada con ella misma, porque con él se mantenía al margen, era con los hombres que eran príncipes azules no lo podía hacer. Eso le frustraba. Las cosas no habían salido bien, no esperaba ver a Andrew y descubrir que seguía siendo un imbécil bueno para nada. Sus palabras tan frías con respecto a la criatura la afectaron sobre manera, había llamado a sus amigas llorando y René dijo que si lo veía, le daría un puñetazo.
—¡Rachelle!—oyó que la llamaban, se quitó sus auriculares y miró a sus amigas.
—¿Ah? ¿Qué?
Ambas la miraban con tristeza.
—No pienses en ese idiota, no te merece—le dijo Roxana
—No se merece ni una sola lágrima tuya Rachelle Sophie Rice. Ni una—añadió René
Ella asintió—Lo sé
—Estábamos pensando—comenzó a decir René—que hace mucho que no salimos las tres
—¿Por qué no vamos al bar-karaoke que nos gusta tanto?—sugirió Roxana—Hace mucho que no vamos
Rachelle asintió—Bueno...
René miró a Roxana—No soportó verla así, tengo ganas de matar a ese imbécil
—René me dijo que fuiste con un hombre que conociste en el bar ¿Que pasó?
—Le dio su merecido a Andrew luego de escuchar lo que me dijo—les contó y ambas la miraron con la boca abierta.
—¡Eso no lo dijiste!—Exclamó René—¿En serio hizo eso? ¡Me encanta!
—¿Y quién es él?—Quiso saber Roxana
—Es un hombre que conoció en una discoteca—le explicó René—Está casado, tiene hijos y no es de su tipo, y Rachelle lo tiene claro por primera vez en la vida
—¿Y por qué sales con él?—le preguntó Roxana
—Porque él nos va hacer el Milagrito de que Rachelle no se enamore rápido
—¿Es broma?
Rachelle se colocó de pie y se sirvió café; echó una fresa en él y tomó un sorbo.
—Que asco—expresó René—En fin, ¿Contamos contigo cariño?
Ella asintió sin decir nada y se sentó en su escritorio a escribir.
—Escribiré la entrevista con Anna Todd y me iré a casa—anunció y sus amigas asintieron.
Se colocó los audífonos para escuchar la entrevista y en ese instante sonó su teléfono. Era Tonny. No quería hablar con él, pero no podía huir de él todo el tiempo.
—Hola
—Quiero disculparme—le dijo—como es debido, te invito a comer, al cine, a donde quieras
—No puedo, hoy saldré con mis amigas
En ese instante René le arrebata el teléfono.
—Tú debes ser el famoso Tonny ¿Cómo estás?—lo saludó y Rachelle intentó quitárselo, pero su amiga corrió.
—Soy René, la mejor amiga de Rachelle. Estaremos hoy en el Bar-Karaoke Seven Stars ¿Lo conoces?—Ella esperó a que él contestara—¡Grandioso! Te veo allí, adiós
Ella colgó y le devolvió el teléfono a Rachelle.
—Creí que íbamos a salir las tres—le amonestó
—Queremos conocer a ese tipo—le dijo Roxana
—Además, le diré a dos amigos que vayan—añadió René
—Ni se te ocurra hacer de casamentera conmigo René—le dijo Roxana
—Dejen de lloriquear, solo quiero pasarla bien con un poco de compañía masculina, es todo. Sino quieren follar, no follen. Estamos en un país democrático
Rachelle suspiró. Intuía que esa noche iba a ser un completo desastre.
***
Rachelle bajó del taxi, junto con Roxana y René. Las tres llevaban el mismo vestido negro, corto, de tirantes, pero cada una llevaba un saco y un par de zapatos diferente.
Se habían puesto de acuerdo en usar el mismo vestido que habían comprado las tres en la misma tienda porque estaba en promoción.
René le pasó una mano a cada una por los hombros.
—Quiero que esta noche se diviertan y se olviden de todas esas energías negativas ¿De acuerdo? ¡Hoy yo invito!
—Vaya ¿Por qué tanta felicidad?—quiso saber Rox
—¿No puedo estarlo?
—¿No podíamos divertirnos solas?—preguntó Rachelle
—Quiero acción esta noche bebé—le informó René—Vamos
Las tres ingresaron al lugar que como siempre estaba atestado. Seven Stars era un bar que tenía diferentes salas de Karaoke, las cuales solían llenarse. Eran catorce en total y cada una tenía un televisor gigante, un sofá en L, una mesa de centro y seis micrófonos; una de las reglas era que solo podían ingresar un máximo de seis personas a la estancia. Estaban pintadas de rojo y el techo era negro; todas poseían un balcón para fumar.
Habían dos salas disponibles y el mesero las guío hacia una que estaba en el segundo piso. René le dio los nombres de sus amigos y el de Tonny, para que cuando llegaran los hiciera pasar.
—¿Que desean tomar?—les preguntó
—Una champán veuve clicquot Rosa—le dijo René—¡Para cada una!
—Rox, tu amiga enloqueció—le informó Rachelle mientras se sentaba
—¿Tú amiga?—le preguntó ella
—Tú amiga
—No soy amiga de ninguna y ya—les dijo René molesta y ambas se echaron a reír.
—Ambas se van a tomar esa veuve en mi nombre—continuó
El mesero regresó de inmediato con las tres botellas y las tres copas.
—No vamos a necesitar esas copas—anunció René—cariño, haznos el gran favor de abrir esas botellas y vamos a pedirte más
El mesero asintió sonriendo y así lo hizo.
—¿Nos puedes hacer una foto?—le preguntó Rachelle, el chico asintió y ella le dio su teléfono. Cada una posó y el chico la tomó.
—Ahora con las botellas—dijo René y así lo hicieron. Se tomaron una foto simulando tomarlas
—Gracias—le dijo Rachelle
—Hagámonos una selfie, vengan—les dijo Roxana y las tres colocaron la pose del beso. De inmediato Roxana la subió a los estados de Instagram y las etiquetó.
—Bueno, yo quiero hacer un brindis—comenzó a decir René—por esta amistad que gracias a ella, tenemos el sustento y que cada día se fortalezca más y más.
—¡Salud!—exclamaron las tres y se embucharon la botella.
—¡Está deliciosa!—exclamó Rachelle—Sabe como a fresa
—A ti todo te sabe a fresa—le dijo René
Está la ignoró y siguió tomando.
—Bebé más despacio—le aconsejó Roxana—No querrás terminar como un cuba. Ya tengo once millones de seguidores en Instagram ¿Creen que pueda alcanzar a Kylie Jenner?
—No, no tienes a Stormi—le dijo René mientras tomaba su teléfono y escogía la canción.
Rachelle ya llevaba la mitad de la botella y de repente gritó de felicidad.
—¡René pon una maldita canción que voy cantar!
—Ya está ebria—aseguró Roxana mientras posteaba en Instagram
—Mejor—le dijo René—Coloquemos canciones en español para ver cómo está nuestra pronunciación
—Horrible, porque no hablamos español—dijo Rox—pero tú si Rachelle
Está tomó otro sorbo de la botella.
—¡Pongan una canción!—gritó
—Buenas noches
Ellas miraron hacia la puerta y habían llegado los amigos de René.
—¡Mis amores!—exclamó—¡Bienvenidos! Ellas son mis mejores amigas Rachelle y René; chicas ellos son Mark y Arthur
Mark era el típico rubio de ojos azules, piel bronceada por el sol y de sonrisa encantadora. Estaba vestido todo de blanco, pero su saco era negro.
Arthur era de cabello negro y ojos marrones, llevaba puesto una camisa manga larga azul, una chaqueta de cuero marrón y pantalón negro.
Se hicieron las respectivas presentaciones y Rachelle ya se sentía mareada.
—René como me dijiste que eran ustedes tres, decidí traer un amigo. Está allá afuera—le informó Mark
—Joder Mark, mi amiga ya tiene su chico y viene en camino—le dijo esta
—Oh Diablos
—No importa—Dijo Rachelle—Él no importa, trae a tu amigo
René y Roxana se miraron.
—Quítale la botella—le susurró Rox y así lo hizo.
René la miró con los ojos abiertos.
—Está vacía
—Ay no...
En ese instante entró el amigo de ellos y Rachelle borró la sonrisa de su rostro. Era Victor, el imbécil que tenía mujer, le había prometido dejarla y nunca lo hizo.
Estaba un poco más grueso desde la ultima vez que lo vio. Iba vestido de camisa salmón, pantalón negro y sacó de cuero negro; sus profundos ojos verdes no le quitaban la mirada de encima, el cabello negro, liso, lo tenía más largo, ya que le llegaba a la frente.
—Rachelle
—Victor
René y Roxana se colocaron a su lado.
—Hola y adiós—le dijo la primera
—Será mejor que te vayas por ti mismo antes que llamemos a seguridad—le advirtió la segunda
Rachelle se echó a reír—¡Vamos chicas! Estoy segura de que Victor vino en son de paz ¿No es así?
Él asintió lentamente, pero no dijo nada.
—¡Ya se que canción quiero cantar!—exclamó de repente—Vamos siéntense
Sus amigas le tiraban miradas venenosas a Victor mientras se sentaban en el sofá.
—Será una canción en español, se llama yo sé que tú de Marisela. En la pantalla aparecerá la traducción
La canción lenta impregnó el ambiente. Rachelle tomó el micrófono y comenzó a menear la cintura lentamente.