1000 Palabras Mal Escritas

CAPÍTULO 1

Y aquí estoy. Tumbada. En el sofá, viendo las noticias. Sin nada más importante que hacer y es verano. La gente se va de vacaciones-bueno la mayoría de la gente-esto es un aburrimiento. ¿Qué se supone que hace una chica de dieciséis años en verano? Bueno sí... Sé lo que se hace, sólo era una pregunta retórica. Mis amigas están en otras partes de España. Valencia, Barcelona, Andalucía... Se van dónde haya playa y se supone que hace bueno. Aquí en Tres Cantos está lloviendo. Y ¿por qué no sales por ahí? Estaréis pensando. Bueno, pues porque la gente con la que suelo quedar o está en su casa sin hacer completamente nada ( igual que yo ) o porque no están. Y, pues, cómo os podréis imaginar, no me apetece ir sola por ahí. El instituto acabó hace cuatro días. Hoy es veinticinco de junio y lo que llevo haciendo durante estos cuatro días es: Ir a comprar el pan, hablar con Adrián ( mi hermano ), estar con el móvil, y, por último, ver la tele. 
Me levanto y me siento en el sofá con una pierna encima de otra. Cojo el móvil y llamo a Simón.

—Holaa ¿qué tal?

—Bueno, bien. Se pude aguantar—digo frunciendo los labios. Puedo oír cómo se ríe a través de la linea.

—Te echo de menos—dice Simón y puedo adivinar que se está pasando las manos por el pelo. Lo conozco demasiado.

—Y yo—le digo arqueando las cejas-, eehh ¿cómo te va en Italia?

Sí. Mi novio ya pasa de las costas de España. Se va a explorar lo brillante que es Venezia.

—Muy bien todo es precioso. Puedo sentir cómo me he liberado de el peso con el que cargaba para pasar a segundo de bachillerato. Me maté a estudiar.

Simón es muy estudioso, aunque no lo aparente. Es rubio y ojos marrones piel clara y perfecta. No, no viste con corbatas ni nada por el estilo. Todo lo contrario. Viste con chaquetas de cuero y lleva un pearcing en el labio. Lleva pantalones vaqueros muy ajustados. A primera vista, parece uno de esos chavales que pasan de todo y creen dominar el mundo. Pero, ya sabéis lo que dicen, las apariencias engañan. Ni os lo imagináis.

—Yo también estuve estudiando demasiado. No tanto cómo tú pero me vale—y suelto una risa dulce—. Ojalá pudieras estar aquí, conmigo.

Me siento una estúpida con esta sonrisa que me cruza la cara. Pero no puedo hacer nada. Nunca he sentido nada parecido a lo que siento por Simón. Es... Es dulce y a la vez muy salvaje. Me encanta.

—A mí también me gustaría estar allí contigo acariciándote y eso que tanto te gusta.

Se me ilumina la cara y se me dilatan las pupilas. Parecemos una pareja de esas cursis que hablan por teléfono y se dicen cosas bonitas. Y, por cierto, os aseguro que no hacemos esto muy amenudo.

—Te quiero tengo que colgar. Adiós—balbuceo

—Buenas noches Alma.

Y cuelgo. Dejo el teléfono sobre la mesa que está enfrente del sofá y me vuelvo a tumbar en éste. Me quedo mirando al techo. Aunque no hay nada que apreciar en él. Giro la cabeza en dirección a la ventana. Sigue lloviendo y no sé cuando va a parar, pero el ruido que hace el agua al chocar contra el cristal me tranquiliza y me hace dejar escapar un suspiro esperanzado. De esos que te salen cuándo quieres o deseas algo. Pues, de esos. Mis padres llevan diciéndome que salga de casa desde el veintidos. Dicen que no hago nada, que estoy apagada. Normal. Esto es un aburrimiemto. De los gordos. Adrián sale con sus amigos y con su supuesta "amiga" Paula. Sinceramente me cae mal. Esa niña es más pija... Pero bueno si me toca ser su cuñada lo tendré que admitir. Bela sale casi todo el día. Su rutina es: Despertarse, desayunar, vestirse, salir, venir a comer, irse, volver para cenar, y luego, aunque mamá no lo sabe, escaparse por la noche. Es lo que tiene ser una niña de trece años. Cree que no me entero pero sí. Sé justo la hora a la que se escapa los viernes. Diego. Diego va a lo suyo. Ya es mayorcito, veinte años. No nos llevamos mucho entre los cuatro hermanos. Isabela ha cumplido este año trece. Adrián va a cumplir los diciséis en octubre. Yo cumpliré los diecisiete y Diego ha cumplido los veinte.
Hace un poco de frío y apesar de eso estoy sudando. Me iré a dar una ducha.

 

Nota de la autora: 
Aquí el primer capítulo de una nueva novela. Este primer capítulo no ha sido un capítulo en si, pero es un poco la base. Espero que sigáis leyendo y si os gusta le déis apoyo 🖤
~Arya🌹

 



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En el texto hay: amor, odio, dolor

Editado: 29.10.2019

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