El día seguía tranquilamente, mi plan continuaba a la perfección. Permanecí hablando con la anciana por unos minutos más hasta que ella se marchó. Luego fui al centro comercial a buscar un lindo vestido para mí, en ese lugar recordé la cita con Khasuba, fue muy conmovedor y reconfortante.Ya no me sentía molesta con él y entendía un poco más lo que estaba sintiendo.
Después de dar vueltas por los pasillos del departamento de damas me decidí por uno, mientras hacía fila para pagar en la caja decidí ir a casa y cenar con mis amigos, tal vez hoy sería la última vez que cenaríamos juntos. Así que me fui directamente a la sala del cine para disfrutar de mi película con dulces y palomitas. Algunos lugares visitados durante el día me habían hecho recordar momentos muy felices e importantes.
Al salir del cine la ciudad estaba apacible y poco iluminada por el alumbrado público, el tráfico se veía como siempre, las calles del centro de la ciudad estaban abarrotadas por la gente que salía de trabajar o que andaba de compras y las luces de los establecimientos comenzaban a iluminar la calle. La tienda en la que trabajaba estaba a punto de cerrar, era momento de enfrentarme a Khasuba y a Hilal. De pronto la tierra empezó a temblar. Toda la gente se asustó y corrían desesperados a refugiarse, el pánico comenzó a apoderarse de la gente. Afortunadamente el temblor solamente duró unos segundos, era pequeño como otros que habían sucedido años atrás.
La ciudad no sufrió daños por el pequeño temblor, así que pude ir sin ningún contratiempo a la tienda para ver a mis amigos. Al llegar me encontré con mis compañeros de trabajo, ya estaban por salir, todos se sorprendieron mucho al verme en la tienda.
-Nun ¿Cómo sigues?- una compañera se acercó a preguntar.
-Estoy mejor, me preocupe y quería verlos y saber que están bien después de este pequeño temblor- todos se acercaron para saludar.
-Eso nos alegra mucho, todos estamos bien, ya un poco más tranquilos. Pero si buscas a Hilal, ella ya se fue con Khasuba. Dijeron que tenían algo importante que hacer y se marcharon de inmediato- era una lástima, había llegado tarde a mi tan esperado encuentro. Pero a dónde se habrán marchado. Hilal no me comentó nada sobre los planes que tenía después del trabajo.
Deambule un rato por los alrededores de la tienda para ver si los encontraba cerca, pero no tuve suerte. Ya había pasado una hora desde que salieron de la tienda y no tenía noticias de ellos. Les marcaba al celular de Hilal pero no me respondía. Me estaba preocupando ella siempre contestaba de inmediato, especialmente si era yo la que la buscaba.
Después de caminar sin rumbo me fui a casa, ya cansada tome un taxi y en el camino intentaba marcarle a Hilal, pero me mandaba a buzón una y otra vez. Mil cosas vinieron a mi mente al no tener respuesta. Lo primero que supuse fue un ataque por parte de la última dominación oscura, pero al no estar segura, me tranquilice y deje de llamarla al celular y pensé que lo lógico era buscarla en la casa.
Al llegar no encontré a nadie, desierto por completo, no había señal de Hilal. Así que esperé un rato para llamarla de nuevo, tal vez con el alboroto del temblor se retrasó y por eso no llegaba a casa. Después de unos minutos marque a su celular pero de nuevo me mandaba a buzón, la desesperación empezó a inundarme, estaba nerviosa y preocupada. Tenía que salir a buscarlos, me había portado muy mal con ellos en las últimas horas, no quería que esta situación se quedara así. Justo en el momento que abría la puerta para ir a buscarlos Hilal y Khasuba llegaron, al instante el guía de Khasuba apareció en la sala de mi casa sin previo aviso. Esta situación me preocupó, el guía solamente aparecía para abrir el portal y aún era temprano, no era hora para que Khasuba se marchara de la tierra.
-¿Cuánto tiempo lleva así?- el guía de Khasuba se acercó a Khasuba. Hilal lo traía recargado en su hombro, parecía que se sentía mal y que estaba herido. De inmediato lo colocaron en el sillón para que se recostara.
-Hace rato, después de salir del trabajo, nos dirigíamos para acá. Después de avanzar un par de cuadras, un ser con alas color violeta y larga cabellera oscura se puso en frente y nos atacó con un largo látigo cargado de magia pura, tratamos de huir pero la magia de ese sujeto alcanzó a Khasuba y lo hirió en la espalda, aprovechamos el caos del temblor para llegar hasta aquí- Hilal estaba agitada y nerviosa. Su respiración estaba descontrolada y le temblaban las piernas por el esfuerzo.
-Esto es malo, probablemente se trate de la cuarta dominación oscura, recuerda que son los únicos seres divinos que poseen un color de alas diferente a todos los demás seres divinos con excepción de algunos dioses. Ya conocieron a los protectores de los pilares del norte, sur y este. Falta el del oeste. Por lo que Khasuba me ha contado Shamal, Janub y Hadha tienen plumas color negro, verde y azul. Como ya sabes la magia se rige por los cuatro elementos base, el agua, fuego, aire y tierra. Casualmente los colores de las alas de las dominaciones oscuras representan esos elementos, el negro representa el pilar del fuego, el verde representa al del aire, el azul al del agua y el color violeta al de la tierra. Los cuatro pilares que mantienen el equilibrio entre nuestros mundos, los cuatro elementos que rigen la magia, eso es lo que las cuatro dominaciones representan y ahora la cuarta y última dominación llego para terminar su cometido- el guía de Khasuba se veía preocupado por la herida del príncipe.
-Si lo comprendo, ya me había percatado de eso. Pero Khasuba quería enfrentarlo y no pude detenerlo- Hilal se disculpaba con el guía del príncipe.
-Sé que el príncipe Khasuba es muy impulsivo, pero como guía y protector de la familia real debiste impedirlo a toda costa. Si el muere todo termina y nuestro reino caería en caos. Eres mi otra mitad y debes saber que no importa el tiempo que lleves en la tierra tu deber es proteger al heredero al trono- el guía de Khasuba parecía molesto.
-¿Tu otra mitad?, pensé que era tu hermano- mi cerebro no comprendía lo que había escuchado.