Acendrada
Ya he hecho cinco de las cosas de la lista, seis si cuento que ya estoy realizando los preparativos para la fiesta navideña de la comunidad, esta semana que pasó ayude a mis hermanas a decorar sus casas y luego me ayudaron a arreglar la casa de mamá, tres días después estaba con Ramé, Jayus y Mudita en la plaza ya que las tres tenían una idea.
Como siempre Mudita me quita el micrófono de la mano para hablar – Hola a todos – dice con su divertido humor – les queremos decir que para esta fiesta pensamos hacer el juego del amigo secreto – las chicas me ven sonrientes. – Como todos nos conocemos la idea es darle la dirección de alguien para que se envíen cartas, se conozcan y se den regalos el 24 de diciembre que es el día de la fiesta navideña de la comunidad. – quiero reírme de la loca idea.
- ¿Está idea es para mí? – Les pregunto con sarcasmo porque se la respuesta.
Ambas me miran con una sonrisa malvada y a coro me responde – Claro que sí –
Ramé, Jayus Y Mudita están locas. Pero sus locuras me hacen reír. Luego de eso decidí adelantarme para ayudar en la casa de niños, es mejor que decir orfanato, estamos colocando las ollas de comida en la mesa cuando siento que me caigo, pero me sujetan a tiempo.
Es un chico muy lindo, sus ojos son como un color miel difuminado, tiene hoyuelos que se admiran cuando sonríe y su piel es pálida que le combina mucho con su cabello negro.
- Hola, ¿Estás bien? – me dice sacándome de mis pensamientos, vuelvo en sí.
- Hola, estoy bien. Disculpa – le respondo, colocando la olla encima de la mesa.
- Te vez algo cansada, ¿Puedo ayudar? – me pregunta, la verdad se ve muy lindo con ese suéter negro y ese pantalón azul oscuro.
- Claro, ¡oh, lo siento! – le digo cuando me volteo con un plato y la comida le cae encima.
- No te preocupes – me responde mientras sé que quita el suéter y lo coloca en la mesa – mi nombre es Luis ¿cuál es el tuyo? –
- Mi nombre es Acendrada, un gusto – le extiendo la mano y me la estrecha.
En todo este tiempo hemos estado hablando y repartiendo comida a los niños. Recuerdo cuando mamá nos trajo por primera vez, ver todos esos niños abandonados por sus madres o padres es duro.
Luego de nuestro turno Luis me invito un chocolate caliente, me conto que estaba conociendo el pueblo porque venía a ver a su madre, la cual no había visto en años, y pasar la navidad aquí.
Estoy en mi casa, me doy una ducha para irme a dormir, cuando salgo para la cocina encuentro una carta en la alfombra. Lo que me sorprendió fue la parte del remitente, que decía: De tu amigo secreto. Mis hermanas definitivamente están locas y de paso quieren ser cupido. Veo la dirección, abro el sobre para leer la carta, la cual me gusto, la responderé mañana.