12 lobos

Capítulo 4. Editado.

 

 

Los ojos de la chica se abrieron, se encontraba en su cama descansando y con su pijama puesta. No recordaba el momento en que se había metido a la cama o como se había cambiado de ropa. Sus últimos recuerdos eran escasos, en su mente estaba presente la discusión con el moreno que había terminado en un pequeño ataque de histeria por su parte, recuerdo que por obvias razones quería y necesitaba olvidara cualquier precio, no quería torturarse con esos malos momentos.

Observó la habitación con cautela, nada extraño o fuera de su lugar, su ropa estaba tendida en el piso, nada fuera de lo normal. Todo parecía estar en orden. A excepción claro de una bandeja con un delicioso desayuno que estaba sobre una pequeña mesa junto a la ventana, aunque no era muy contundente, algunas frutas que imagino eran de los alrededores, además unos huevos y leche, torció su cabeza extrañada. Nada mal; pensó mientras observaba con detalle lo que estaba frente a ella.  Se levantó de la cama hasta la bandeja cogiendo la nota que estaba a un costado, junto con una pequeña margarita.

“Hola, espero hoy estés de mejor ánimo, bueno seré breve, quiero que te pongas hermosa, más de lo que eres, te esperare en un claro que está en el bosque, por favor no demores, te dejo un pequeño mapa, así no te extravías”

Aquella nota poseía una caligrafía impecable, la letra en ese papel era perfecta, demasiado para haber sido escrita a mano y por un chico. Paso sus dedos por sobre el papel y lo acerco hasta su nariz al percibir un ligero aroma a lavanda y limón impregnado sobre el papel, eran demasiados detalles para ser una simple nota, quedo encantaba por momento ante lo delicado y preocupado que había sido su desconocido.

 

Quedo anonadada y con claras dudas, aquella nota podría tratarse de una broma de mal gusto por parte de alguno de los hermanos o bien era real, no le sorprendería en absoluto si fuera así, pero ¿Quién la había enviado? Ahora tenía doce posibles candidatos, aunque poco a poco comenzaba a descartar un par de opciones, Caleb y Philip ya quedaban fuera de su nómina. Ellos dos estaban descartados desde ya, así que solo quedaban diez posibles candidatos.

No importaba en absoluto, no se quedaría en el cuarto evitando a sus insoportables compañeros de piso, se quitaría la duda de encima e iría hasta aquel punto de encuentro sin importar lo que le esperara, nada podía ser peor que estar en esa casa. Claro que tomaría ciertas precauciones para que los acontecimientos del día anterior no se repitieran, no quería volver a pasar por algo así, aunque ir sola al bosque era buscarse problemas, más ahora que sabía de la existencia de seres sobrenaturales sedientos de sangre humana.

El sol comenzaba a asomar, lanzando tonos dorados a través de la ventana del estudio de Emily. Era un espacio íntimo, inundado por la luz cálida que acariciaba las paredes adornadas con bocetos y telas. Amelie, con su cabello castaño recogido en un desordenado moño, se sentó frente a su mesa de trabajo, rodeada de montones de telas y un sinfín de herramientas de diseño.

Sus manos se movían con gracia sobre el papel, trazando líneas suaves y delicadas que cobraban vida bajo su destreza. Sin embargo, su mente no estaba completamente enfocada en su trabajo. Una cita misteriosa le rondaba los pensamientos, una promesa de emociones desconocidas que la distraía de sus diseños.

Mientras cortaba cuidadosamente una tela, su mente divagaba hacia el encuentro que tendría más tarde. ¿Quién sería esa persona misteriosa que la había invitado a una cita en un lugar desconocido? ¿Qué sorpresas le aguardarían? La incertidumbre se mezclaba con la emoción en su corazón, desviando su atención una y otra vez.

A pesar de su desconcentración, Amelie seguía trabajando con una habilidad innata. Sus manos expertas cosían con precisión, creando formas y texturas que reflejaban su talento único. A medida que avanzaba la tarde, el sol se desvanecía lentamente en el horizonte, pero Amelie seguía inmersa en su arte, dejando que su imaginación se desbordara mientras la expectativa de la cita misteriosa crecía en su interior.

Del closet saco un vestido color blanco con pequeños toques en azul claro y algunas flores bordabas al final de este, había comprado ese vestido para una ocasión especial y esa parecía ser esa ocasión, no dejaría esa hermosa prenda llenarse de polvo. Tomo un par tenis del mismo color y un moño en su cabello haciendo un coleta en el mismo. Si, se veía aceptable y en condiciones para aquel misterioso encuentro, podría llamarse una cita o su muerte, ambas opciones eran validas en ese momento, después de todo iba hacia lo desconocido.

 

Iba a pensar positivo y la idea de la cita sonaba mucho mejor. Mordió su labio mientras veía su cuerpo en el espejo, en su rostro se veía un brillo diferente, la mirada se le había iluminado se sentía feliz sin razón alguna, nada ni nadie podía arruinar su buen humor, todo debía salir bien ese día, ignoraría a Caleb, si el pasar de largo de él era la mejor opción para no amargar su existencia. Tomo la nota en donde estaba ese pequeño mapa dibujado en la parte trasera y sin más salió de su dormitorio caminando a paso lento por el largo pasillo hacia las escaleras.

Al bajar se quedó un momento de pie viendo hacia la sala, en donde seis de los doce hermanos estaban reunidos charlando tranquilamente, susurrando entre ellos, no lograba escuchar nada de lo que ellos decían, pero algo en su interior le decía que estaban hablando de ella. Entre ellos estaba el, ese idiota al que comenzaba a odiar, bueno en realidad no era odio, más bien era completo desagrado hacia su persona. Detestaba su presencia, era más molesto que una gripe en pleno verano, más insoportable que un mosquito, había muchas comparaciones para referirse a ese chico, era irritante hasta el punto de causar nauseas de tan solo pensar en él, era la descripción precisa de desagradable, incomodo y molesto. Caleb era todo lo que estaba mal en su nueva vida, tenía claro que ambos jamás llegarían a llevarse bien, ambos sentían completa repulsión o al menos eso creía ella.




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