Estoy tan solo a un mes para cumplir mi mayoría de edad, según mi padre, es en la edad en donde mi belleza y juventud se estancaran de forma definitiva por así decirlo, mi apariencia se mantendrá así luego de cumplir esa edad. Por una parte suena bien, ser joven y atractivo por el resto de mi existencia, si me gusta la idea, lo malo ¿Cómo podre ser feliz? Tengo el presentimiento de que viviré lo mismo que el y mi madre. Quiero encontrar a alguien con quien pasar mis años y ser feliz, no quiero estar siempre con ese temor de perder a mi persona amada algún día.
No quiero seguir en esta casa, me siento prisionero, mas por el hecho de que no tengo la privacidad necesaria que un adolecente necesita, todo lo que hago o intento hacer se descubre tarde o temprano, quiero irme, quiero viajar, conocer el mundo, quiero vivir las cosas que mi madre algún día vivía, quiero conocer su mundo en plenitud, las únicas veces que he podido ver el mundo de los humanos, han sido las veces en que he ido a visitarla, solo el día de mi cumpleaños. Me gustaría ser normal, pero estoy seguro que mi padre tiene otros planes para mi vida. Según el aun no estoy del todo listo para irme, y según mis tíos, las habilidades que herede aun no están del todo controladas, pero no siento que sea así, se que estoy listo. Y me lastima que no confíen en mi. Aunque aun no domino del todo los dones que tengo. Por esa parte tienen razón.
Cuando tenia 8 años descubrí por primera vez uno de ellos, la habilidad de controlar a las personas, de paralizarlas sin necesidad de tocarlas, a diferencia de mi tío Kris, quien necesita tocar a su oponente para poder aplicar parálisis. En cambio yo, solo necesito mirar mi objetivo y concentrarme, aunque aquello implica usar una gran cantidad de energía, casi siempre termino agotado, en fin, lo primero que paralice fue un ave. En un juego inocente petrifique el pequeño cuerpo de ese pájaro, mas adelante, al cumplir los 15, me di cuenta de que tenia mas de un don, casi todos relacionados con la mente, controlar emociones, y leer pensamientos son algunas de ellas. Y bueno fuerza sobre humana. Lo único que herede de mi madre fue bondad y bueno, belleza, y sus ojos claros, a veces creo que podría haber sido una chica, parezco una. Al menos un tiempo, mi padre dejo que el cabello me creciera, y gracias a mis finas facciones, parecía una linda jovencita en la flor de su juventud. Por suerte mi tío Chen se apiado de mi y lo corto normal.
Los días en casa se volvían rutina, y aquello me quitaba el animo poco a poco, a pesar de estar rodeado de tecnología, con la cual podía acortar mucho mas mis días en ese infierno, mas porque papa no me dejaba alejarme mucho de casa, tan solo a unos cuantos kilómetros de distancia, y claro acompañado por alguno de mis tíos, eso es realmente molesto, mi padre siempre ha sido jodidamente sobre protector, tiene miedo de perderme tal como perdió a mama. Cada vez que puedo entro en su mente para ver sus recuerdos, como era mama, escuchar su voz, oír su risa, a veces siento que esta a mi lado, quizás es mi imaginación, pero creo que ella me visita, si, se que es tonto, pero, he tenido la sensación de su tacto contra mis cabellos mientras duermo, se que en alguna parte, ella cuida de mi aun. Es una razón para mantenerme tranquilo, pues a pesar de todo, se que ella me amo mientras esperaba por mi, y en ocasiones me siento culpable, pues en parte, el que ya no este con nosotros es culpa mía. Aquello siempre me provoca ganas de llorar. Quisiera tenerla conmigo, a mi lado.
Me acerque a el para poder abrazarlo con suma fuerza apretando a este entre mis brazos dejando salir algunas lágrimas. Realmente me gustaría que se pusiera de mi parte alguna vez, y que sus miedos dejaran de estar presente cada día de nuestras vidas. Estaba dispuesto a usar mi don de control sobre el, pero no seria correcto hacerlo, menos a el, quiero que su apoyo sea real y no porque esta siendo manejado por mi. Me mantuve un rato, sonriendo aliviado al leer sus pensamientos, al menos lo va a pensar, eso es un punto a favor, pero a quien engaño, todo el tiempo es la misma discusión, y siempre después de pensar por un tiempo, su respuesta es un rotundo no. Llega a ser un tanto molesto y enfermante. Pero aun tengo un mes para intentar convencerlo.