Capitulo 13.
Pase un par de días en esa casa, cada noche era de locura, el ambiente en ese lugar siempre era de jolgorio y una euforia difícil de describir. Aquella manada era totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado, mis sentidos se expandieron a un nivel superior, pase un gran momento y si tengo a posibilidad de regresar, no dudaré en volver a estar con ellos. Retome mi camino a casa, a lo lejos escuchaba aullidos, seguramente de mi manada. Cambie mi forma humana a estar a unos metros de esa casa, antes de entrar tome suficiente aire ingresando finalmente. En la sala, algunos de mis tíos que solo me dedicaron miradas frívolas, sus pensamientos eran confusos, una mezcla de alegría y enojo, claramente no estoy comprendiendo absolutamente nada de lo que esta pasando. Pero bueno, no tengo ganas de discutir, ni mucho menos de tener que estar dando explicaciones de donde estuve todos estos días.
Sin decir mas se dio la vuelta avanzando hacia la salida, seguramente las cosas con el no se van a solucionar, lo conozco lo suficiente como para saber que pasa por su mente, no hace falta ser telepata para saber que esta pasando por su mente. Caminamos en silencio hasta estar lo suficientemente alejados de casa para poder hablar en privado. Como era de esperarse se formo un silencio incomodo entre ambos y por respeto no leí su mente.
Asentí con un movimiento de cabeza, la verdad no quiero verla. No es que ya no sienta nada por ella, es simplemente que no puedo verla a los ojos, no después de todas las locuras que hice en ese lugar. Pero por otra parte no niego que al extraño y que necesito tenerla entre mis brazos. Me transforme de inmediato comenzando a correr en dirección a la casa. Cambie y con prisa corrí hacia ella, hermosa como siempre, de pie en el umbral de la puerta. La tome entre mis brazos dando un par de vueltas con ella. Algunos sollozos escaparon de su boca, haciéndome sentir culpable por desaparecer tantos días. La apreté contra mi cuerpo hundiendo mi nariz contra su cuello, aspirando el delicioso aroma de su cuerpo, era fragancia adictiva.