12 lobos. La historia de Jun.

Capítulo 3

Capítulo 3:

 

Imagine en todo momento que el trato hacia mi seria mucho mas frívolo, pues según mi padre, ellos odiaban a mamá, era una de las razones por la cual no me permitía visitarlos. Pero estando aquí, creo que todo aquello fue totalmente errado y falso. Mi abuela me guio hasta el segundo piso, un cuarto de color vino bastante amplio sería el que usaría ese día. Deje mis cosas sobre la cama, y aprovechando que aun era temprano, me aliste para salir, quizás podría conocer uno de esos famosos clubes nocturnos, el aislamiento no ha sido impedimento para informarme sobre el mundo de los humanos.

  • Saldré ahora.
  • Ve con cuidado, la ciudad puede ser peligrosa.
  • Tranquila, se me cuidar muy bien. Nos vemos mas tarde.

 

Salí de casa, ansioso corrí hacia mi auto para comenzar a conducir hacia la zona céntrica de la ciudad en donde esperaba encontrar lo que estoy buscando. Al llegar aparque el auto en una de las tantas calles contiguas “Vamos Jun que tan difícil puede ser, eres un hombre lobo, nada va a lastimarte” ya totalmente decidido baje para iniciar mi caminar hacia aquel club. Las miradas no tardaron en hacerse presentes, creo que mi bonita cara llama la atención. Me detuve en un lugar, las personas entraban y salían sin parar, creo que aquí estará perfecto. Apenas entre mis oídos comenzaron a zumbar, aquel ruido era jodidamente insoportable, supongo que me acostumbrare pasado un rato. Avance hasta la barra pidiendo una cerveza para ambientarme a ese lugar. Por todos lados veía un montón de chicas bonitas, que al parecer piensan lo mismo que yo.

  • Um ¿Quieres bailar?.-Gire hacia mi lado derecho, una chica de cabello negro, y unos labios rojos como la misma sangre y unos ojos marrón, además de una ropa algo ajustada, una chica atractiva.-
  • No soy buen bailarín.-Susurre luego de inclinarme hacia ella y susurrar sobre su oído.-
  • Vamos.-

 

Me jalo de a camisa llevándome hacia el medio de la pista de baile, con algo de torpeza intente moverme al ritmo de ella, y bueno, soy bastante rápido para aprender cosas nuevas, así que poco tarde en hacerlo bien. La gire dejando su espalda pegada contra mi pecho, lograba sentir el calor de su cuerpo contra el mío, esa sensación de placer comenzaba a recorrer mi cuerpo, y las ansías por devorarla se estaban apoderando de mi. Cerré los ojos intentando controlar mis emociones, una vez que lo conseguí lleve mis manos hacia sus caderas. Continuamos así por un rato antes de dejarla bailando sola e ir por otra copa. Y así pase algunas horas, bailando en todo momento con distintas chicas que se acercaban. Me quede quieto al escuchar unos gritos provenientes de arriba, creo que es la zona vip, o así la llaman. Como pude llegue gasta arriba viendo una escena para nada agradable.

  • Vete aquí muchacho.
  • Dejen a esa chica.
  • P…por favor ayúdame.
  • Vete.-Se acerco uno de los tipos hacia mi con claras intenciones de golpearme, sostuve a este de la muñeca rompiendo esta con suma facilidad.- Ah idiota.
  • Mátenlo.-Los cinco que quedaban ahí se acercaron a mi con algunos cuchillos con intención de apuñalarme. Esquive cada ataque dejando en poco rato a todos ellos inconscientes en el suelo.-
  • Le pido que la suelte, por favor.-Al ver como aquel sujeto solo continuaba, mis ojos se tornaron de un rojo intenso y sin mas fui hacia el rompiendo su cuello escuchando el grito de aquella chica.- Lo siento.-Me acerque a ella a pesar del miedo que le estaba invadiendo por mi actuar. Ella, tenia cabellos claros y rizados, ojos claros y redondos, y unos labios rosa. Sin lugar a dudas es la chica mas hermosa que he visto en vida.- ¿Cómo te llamas?
  • NaHee…Kim NaHee.
  • Bien, NaHee, voy a sacarte de aquí ¿Sí? No temas, no te hare daño.
  • ¿Qué eres?
  • Eso no importa. -La ayude a ponerse de pie poniéndole mi chaqueta de cuero sobre los hombros.- Vamos, antes que despierten.

 

Sin que nadie se diera cuenta, salimos de ese club en dirección a mi auto, aquella chica continuaba asustada, era bastante complicado controlar sus emociones, estaba alterada y no es para menos, estaba a punto de ser ultrajada por todos esos cerdos. Seré un animal, pero tengo modales, y respeto a las mujeres. Eso me enseñaron. La acomode en el asiento del copiloto dando la vuelta para poder conducir, aunque no sabia bien hacia donde ir.

  • ¿Dónde vives? Te llevare a tu casa.
  • No hace falta.
  • No me tengas miedo, no soy malo. Soy un buen chico.
  • ¿Qué eres? Tenias garras, y tus ojos estaban rojos.
  • Deben haberte drogado, las alucinaciones son comunes en estos casos.
  • No estoy drogada, se lo que vi.
  • Solo soy el chico que te salvo la vida ¿No basta con eso?
  • Gracias.

 

Intentaba persuadirla, pero era una chica complicada, su mente estaba llena de recuerdos sobre lo ocurrido. Suspire un poco antes de descubrir por mi cuenta su domicilio. Detuve el auto afuera de su hogar, y como era de esperarse estaba con preguntas, a las cuales claro no iba a responder.

  • ¿Y tu como te llamas?
  • Jun. Ahora baja, tengo que ir a casa.
  • Claro, gracias de nuevo Jun.

 

Aquella no había sido la mejor forma de celebrar mi cumpleaños. Saque mi teléfono encendiendo este, de inmediato comenzó a sonar, mensajes y llamadas perdidas por parte de mi padre. Se supone que debía estar en casa hace unas cuantas horas, y yo sigo aquí dando vueltas por la cuidad. Apague nuevamente mi teléfono, no tenia intención alguna de contestar las llamadas de mi padre, exigiéndome volver, a un lugar donde se que no podre ser feliz jamás. Espere a que esa chica ingresara a su casa. Era muy temprano para ir a molestar a mis abuelos, así que me fui hacia un mirador en donde me acomode para dormir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.