Conduje por la carretera a toda velocidad hasta llegar a ese camino de tierra que llegaba hacia la casa. Afuera estaba mi tío Lu arreglando con esmero sus flores. Baje del auto avanzando hasta el para abrazarlo por la espalda causándole un pequeño susto.
Pase por su lado golpeando su hombro antes de avanzar al interior de esa casa ignorando todas las muestras de afecto que intentaban darme mis tíos. Simplemente quería estar a solas. Me encerré en mi cuarto cayendo sentado tras la puerta, las lagrimas salían sin parar. Estaba preparado para algo así, pero me lastima que no confíe en mi, he demostrado día a día que soy un buen hijo, he obedecido sin oponer resistencia a cada una de sus ordenes.
Caí dormido junto a la puerta, desperté a eso de las 10 de la noche, la luna alumbraba mi oscura habitación. Tenia hambre, pero no tengo intención alguna de salir de este cuarto, al menos por unos días. Quiero estar solo, evitar relacionarme con mi familia, por ahora, no tengo interés en hablarles. Me asome por la ventana, me alce para llegar hacia el techo sentándome cerca de un árbol para admirar la luna desde esa altura. A mi lado llego mi tío Chen, estaba dispuesto a irme, mas me agarro de la mano jalándome nuevamente hacia el.
Entre lagrimas comencé a recordar, tenia seis años, llevábamos ya dos años viviendo en casa. Recuerdo a la perfección una noche nevada, un grueso manto de nieve cubría la casa y el patio. En el cielo revoloteaban algunas aves, y yo, intentaba saltar, aunque apenas lograba un par de metros, mi pequeña cola se movía hacia todos lados, recostado mas allá, resaltando por el negro de su pelaje, mi padre, quien mantenía sus ojos fijos sobre mi. Corrí hacia el gruñéndole, en señal de desafió, y con un solo empujón me arrojaba lejos un par de metros. Y como todo pequeño necio volvía hacia el, intentaba montarme sobre su lomo, y con dificultad, lo lograba y solo me dedicaba a morder las orejas de este aun sabiendo que no causaría nada de dolor. Los juegos eran cosa de todos los días, corretear por todos lados, yo siempre tras el imitando cada una de sus acciones, admirando lo valiente y fuerte que era el. Y ahora, solo quiero estar lejos de el, no quiero ser como el.
Alce la mirada, el clima estaba cambiando con bastante rapidez, y eso se vio reflejado en la lluvia que comenzó a caer de forma intensa, creo que tendremos tormenta esta noche, perfecto para salir a correr por el bosque, quiero recorrer los alrededores y visitar esos sitios, en los que según mi padre, esta plagado de vampiros, nunca he visto uno. Me gustaría encontrarme con uno de ellos, seria interesante, tal vez, pero no quiero mas problemas. Con los que tengo me basta y me sobra.