Las familias Guerreiro, Queiroz y Barboza han sido muy unidas por generaciones –sobre todo en el área de los negocios–.
Paulo Guerreiro es un joven de 22 años y medio, creció siendo muy unido al segundo hijo del matrimonio Queiroz, Omar y a la hija unigentina del matrimonio Barboza, Valdivina. Además de eso, estudia administración de empresas y en sus tiempos libres si no está en sus prácticas de piano está con Valdivina.
Valdivina Barboza es una joven de 21 años y medio, casi 22. Estudia filosofía, aunque siente mucha adicción por el boxeo, cuando no está practicando en sus clases, prática en su casa. Creció acostumbrada a tener encima a Paulo y a Omar, pero desde que cumplió los 14 años ha sido más unida a Paulo, quien siempre la está buscando.
Ambos han estado enamorados desde la adolescencia, se vieron crecer el uno al otro y conocen cada detalle de ambos.
Nunca han considerado expresar sus sentimientos. Todo cambia cuando en una reunión formalizaba entre las tres familias y demás colegas de la empresa sale a la luz que el 16 de febrero, debido a que su padre está enfermo Paulo deberá cerrar su primer negocio y en consecuencia pasará un largo tiempo ahí.
¿El problema? Ellos no se quieren separar, y antes de irse ambos toman la misma decisión –sin saberlo– decirse sus sentimientos, arriesgarse al rechazo o ser correspondidos, y quizás pasar su primer 14 de febrero juntos.
Empieza la operación: 14 días para decirte que te amo.