14 días para decirte que te amo

Capítulo Dos: 01/02 - Paulo.

 Narra Paulo.

 

Miércoles, 01 de febrero de 2023.

 

 Sabes de ese mejor amigo al que siempre acudes porque es el único que te aguanta horas y horas hablando de un problema, un drama, lo que sea, el hecho es que ese amigo siempre está ahí sin importar cuánto lo hartes. Bueno, ese amigo, en mi caso es mi mejor amigo y mi amigo de la infancia, Omar.

 

 Ya yo sabía de que se trataba aquella dichosa reunión, lo único que hice fue mentirle a Valdivina –por primera vez en mi vida–.

 

“no es cierto le has mentido muchas veces” —escucho a mi conciencia torturarme, y no, no es cierto. Una cosa es no decirle las cosas que no me pregunta y no quiero decirle y otra muy distinta es que ella me pregunte y le mienta.

 

  AMO a Valdivina. Esa es la verdad. Pero nunca le he hablado de mis sentimientos, no podría, no sé, ¿Y si me rechaza?

 

 —Por tu cara deduzco que no le has dicho nada a Valdivina —inquiere Omar con una ceja arqueada.

 

 En respuesta, le tiró una almohada. Eso es un no.

 

 —No —me tiró en la cama —¿Qué le digo? —pregunto y me autorespondo —Valdivina, la reunión de nuestras familias es para anunciar que me voy de viaje a no se donde hasta no se cuándo y yo quería expresarte mis sentimientos —dejo salir un suspiro de enamorado —Te amo, Valdivina, siempre lo he hecho.

 

 —¡Sí! ¡Justo eso!

 

 Gruño en protesta a la afirmación de mi mejor amigo. 

 

No están sencillo declararme a Valdivina, ella es demasiado ardiente y yo demasiado guatiao. Además, ¿Y si arruinó nuestra relación?

 

 —Si no se lo dices tú ella no te lo perdonará —dice Omar y lo peor es que tiene razón. La conozco demasiado bien como para saberlo —¿Y si hablas con Renata?

 

 Lo miro inquisitivo. 

 

 ¿Renata? ¿Qué tiene que ver ella en todo esto?

 

 —Elizabete conocio a Valdivina en un momento de su adolescencia gracias al boxeo 

 

 ¿Ahora habla de Elizabete?

 

 ¿Qué le pica a esté ahora?

 

 —Pero Renata la conoce desde los 6 años, ella sabrá algo de sus sentimientos o no sé —continua —Pero no pierdes nada con intentar... —lo interrumpo.

 

 —Dejame ver si entendí, ¿Quieres que le hable a Renata de mis sentimientos para así saber si Valdivina siente lo mismo? 

 

 Pongo los ojos en grandes a la vez que el asiente.

 

 ¿Es que se ha escuchado?

 

 Ellas dos son mejores amigas. Obviamente, si le digo algo le dirá a Valdivina.

 

 —O puedes decirle a Manuel para que hable con ella —propuso. Supongo que al ver mi cara —Ultimamente anda más pegado a ella, y llega a su casa a altas horas de la noche, si no duerme con ella, así que podríamos avisarle para que nos espere en su casa.

 

 Pestañeo.

 

 —Omar.

 

 —¿Si? 

 

 —Eres mi mejor amigo, ¿Lo sabes, verdad? 

 

 —¡Sí, el mejor de todos! —no lo dudo, pero también el más imbécil.

 

 —Bueno, cómo mi mejor amigo debo ser sincero contigo, ¿Dónde está tu cerebro? —pregunto —¡Manuel está flechado a más no poder con Renata! Obviamente, le dirá de mis sentimientos si le hablo de eso.

 

 —Si no es que lo ha hecho ya —dice en un tono burlón.

 

 Me quedo unos segundos anonado. Me pasó la mano por la cara. Omar tiene razón. 

 

 Quizás Manuel ya le dijo de mis sentimientos a Renata, quizás ya ella se los dijo a Valdivina y quizás Valdivina me odia por amarla.

 

 —Paulo, es mentira, dudo que Manuel se lo haya dicho —me dice Omar, pero por sus gestos se que solo lo dice para calmarme.

 

 Me pongo de pie y me encamino a la puerta.

 

 —Vamos, Paulo, no seas dramático —logro escuchar antes de salir de su habitación.

 

🎹🎹🎹

 

 Las horas pasan y se acerca la hora de la reunión, por lo que me arreglo para ir en busca de Valdivina. Siempre tenemos la costumbre de llegar a cada reunión los tres juntos, Omar, Valdivina y yo.

 

 Me visto con un pantalón Vinotinto, un suéter blanco y unos tennis vinotinto. No me iba a poner ni rosado, ni rojo. 

 

 Conociendo a Valdivina elegirá algo acordé a lo que dijo su mamá y lo combinará a su estilo, y Omar... Es Omar, irá como Omar, así que no me sorprenda que vaya vestido con un conjunto rosa.

 

“Después se pregunta cómo es que no consigue novia“ —está vez estoy de acuerdo con mi conciencia.

 

 En la casa de Valdivina me abre la puerta Íris, a quien saludo y subo a la habitación de Valdivina. Al entrar me la encuentro aplicándose crema, solamente lleva puesta unas bragas blancas y no le puedo ver los senos por la única razón de que me está dando la espalda.

 

 Me quedo varios segundos embobados hasta que me obligó a reaccionar. Es en estos momentos donde agradezco que sea yo a la única persona a la que Valdivina deja entrar sin tocar.

 

 Pero de nuevo caigo, embobado ante su belleza y me quedo mirando el movimiento de sus manos mientras recorren sus piernas de forma que la crema quedé impregnada en su piel y le da aquel brillo adecuado.

 

 Al terminar voltea y me cacha con las manos en la masa. 

 

 O eso pasaría de no ser ella tan distraída y de pensar que soy su inocente mejor amigo, aquel al que nunca la vería como una mujer, si no como una hermana.

 

“Sí, claro“ 

 

 Le veo los senos, bellos, redondos y hermosos. Me muerdo el labio inferior. Los senos de Valdivina no son ni pequeños, ni grandes, son de un tamaño mediano, perfectos para mí, aunque bien lo puedo decir porque la he amado desde siempre y no la veo por su cuerpo. Lo que sí es del cuerpo de Valdivina es el gran trasero que se carga.

 



#11082 en Novela romántica
#2197 en Chick lit
#6179 en Otros
#1012 en Humor

En el texto hay: boxeo, piano, amigos amor celos

Editado: 22.02.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.