14 Tips Para Enamorar a mi mejor amigo.

Capitulo 12

Me desperté de la nada, abrí mis ojos con pereza y en acto seguido los talle con mis manos. Ya no me sentía cansada pero aun así bostece, me quite mi cobija y me senté en mi cama para estirar mi cuerpo.

Me volví a aventar en mi cama y me quedé unos segundos así, luego busqué mi teléfono para revisarlo.
Pero no revise nada por quedar mirando la hora.

¡Las dos de la tarde!

Observé mis cortinas, se veía oscuro afuera.
Como si fueran las seis de la mañana, me levanté y abrí el cortinero.
Estaba lloviendo.
A cántaros.

El cielo estaba oscuro, como si fuera de noche, la lluvia no era muy ruidosa, pero estaba lloviendo bastante.

¿No se supone que ya pasó la temporada de lluvias?

—. Estamos por finalizar noviembre —hable en voz alta luego de un chasquido con mi boca.

No me gustan mucho los días nublados, son un poco tristes y aislados.

Me puse un conjunto para el frío y baje a la cocina.
En el camino no observe a nadie en casa, lo que me daba libertad de tomarme mi tiempo para preparar mi desayuno.
Empecé a tararear una canción que alguna vez había escuchado, en mi mente estaba la pista y yo era la voz principal.

"Un mundo de emociones provocas en mi"
"Con mirarte deseo besarte" "oh oh baby"

—Veo que hoy despertaste con buen humor, Hola —hablaron a mi espalda, di un brinco de reversa para luego ver como un largo brazo se estiraba para bajar una taza del estand de vasos.

Me di la vuelta rápido para abrir el refrigerador y sacar el jugo de naranja.
—Ah... ¿Hola? —le contesté con un poco de indiferencia.

— Tu madre dejo comida en el microondas —me dijo luego de pasar a mi lado para poner su taza en la mesa y prepararse un café.

—Gracias... —murmuré.
abrí el microondas para ver que había dentro, miraba a Alejandro de reojo, se encontraba preparando su café. No había sentido su presencia, pensé que estaba sola.

— Dijo que hoy tendrá doble turno que no la esperes en la noche y mañana no hay clases. —Me quedé parada mirando como mi desayuno daba vueltas en el microondas.
Eran platanitos fritos.

Escuchaba lo que Alejandro decía, pero no le preste mucha atención.
Aunque el que dijera no hay clases hizo que fuera mas atenta.
Al terminar de preparar mi desayuno con crema y queso me dirigí a la mesa para desayunar.

Ale ya no estaba ahí, se encontraba en la sala, volteé a verlo para saber qué hacía y estaba leyendo tenía su pie arriba de su pierna y tenía la taza de café que se preparó en la mesa de centro de la sala.

Mientras comía observé su ropa, tenía un abrigo gris de cuello circular y un pantalón negro, en eso el levanto la mirada y para disimular le pregunte:

— ¿Haz visto a Guillermo? —Tome del jugo que tenía para pasar mi comida, Ale me quedo mirando un momento y sin hacer ninguna expresión me contesto.

—Bajo hace rato, dijo que jugaría videojuegos todo el día.

Y fue lo último que hablamos porque luego todo se volvió un silencio, uno incómodo para mí, yo estaba comiendo y Alejandro no decía nada, solo movía las manos para cambiar la hoja del libro que leía.

— Lees muy rápido —mencioné con impresión mientras daba otro bocado.

Quería romper con el silencio entre nosotros, estaba ansiosa por una respuesta, pero este chico es más frío que el hielo y más seco que el desierto.

—Porque tú les muy lento —respondió sin levantar la mirada.

¿Cómo puede decir eso sí ni me ha visto leer?

Entre cerré mis ojos.
Apuesto que puedo leer más rápido que tú.

—Me dijeron que eres muy inteligente... —Hable otra vez con la intención de sacar una conversación, pero me seguía ignorando.

Bien ya no lo intente, fruncí mis labios de lado.
Quería darle la oportunidad, pero aun sigue siendo odioso.
Me dan ganas de aventarle algo...

Sonrió de lado al escuchar lo que dije. Ohh una reacción.
Eso es bueno.

— También que sacas buenas notas, que eres muy callado y asocial pero que eres líder de tres clubes. —termine de decir mientras tomaba jugo.

—Eso es acoso —sonrió mientras levantaba la mirada.

Casi escupo mi jugo.
No lo había visto de tal manera.

—Yo no lo creo —me limpié la boca— Mi mejor amiga me lo dijo —me encogí en hombros. Ahora sí me estaba poniendo atención porque ya no bajo la mirada.

—Bueno, yo sé que tú en las vacaciones de verano estuviste asistiendo a 5 clubes y que tus notas bajaron mucho en el primer semestre, al igual como eres muy distraída y te gusta tu mejor amigo —me dio una sonrisa burlona mientras ladeada la cabeza y recargaba su mejilla en una mano mientras me miraba.

Me puse nerviosa...
¿Cómo sabe todo eso?

— Y me dices acosadora —contesté y ahora yo evité su mirada.

Al terminar de desayunar, lavé mis trastes y me fui a sentar al otro sillón de donde estaba Alejandro.
— ¿Qué libros has leído? —le pregunté para buscar otro tema de conversación.

Él se rio, creo que ya ha notado mi sigilosa manera de tratar de conocerlo, pero no puso nada de su parte y me volvió a ignorar para continuar leyendo.

¿Lo hace apropósito?

—Mmmm —miró a la nada y después de un rato hablo—No sé, mi Pa... Unos tres al mes— volvió a poner su vista en su libro.

— ¿Eh? — Soy yo o no iba a decir eso...— Es sorprendente ¿Cuáles has leído?

— Clásicos, los actuales no me gustan tienen mucha fantasía, mucho romance o mucho Asesinato.

— ¡Pero hay libros buenos!

—Tal vez —cerro su libro.

¿De qué clásicos habla?
¿Los más comunes?

—¿Don quijote? —pregunté.

Es el libro más habitual, un perfecto clásico.

—Un clásico, lo leí en la secundaria para un proyecto —me dijo.

— Yo la odié —mencioné y el sonrió.

—¿Romeo y Julieta?




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