- Volver atrás -

-¿Hola?, hola ¿cómo estás?, soy el chico del metro.
-Ah, hola-le respondo-estoy bien, ¿Qué tal tú?
-Este, bien, bien. Sé que es muy apresurado para decirte pero, ¿ya estas libre?

Me dio un poco de risa, parecía que me estaba invitando a salir.

-Si, si, ya estoy libre. ¿Por qué, que pasó?
-Bueno a ver si nos podíamos reunir, tengo todo el tema dándome vueltas en la cabeza y mucho que decir, pero-hace una pausa-estoy en la secundaria, es la que queda cerca del boulevard, la Ferreti ¿Crees que podrías venir hasta aquí?

No me pareció la idea, pero la curiosidad me estaba matando, de solo pensar que ese chico me mencionó a Sander y la secundaria me quedaba muy cerca.

-Está bien voy para allá ¿Dónde vas a estar?
Espero no arrepentirme.
…
Cuando llegué, habían muchos chicos y gente afuera, pero el chico no estaba donde me había dicho. Observé hacia todos lados y no estaba, me senté en una banca y ahí pasaron unos 3 minutos. Ya me iba, pero me llamaron, un número desconocido.

-Hola si, buen día habla Shannon Garbade ¿con quién tengo el gusto de hablar?-respondo
-Buen día Señorita Shannon, soy la directora de la institución Giovanne Ferreti. Quería comentarle una situación que está pasando con el alumno Sabiel desde hace ya tiempo, pero necesito que venga a la institución ahora mismo, él está aquí en la coordinación junto con la pedagoga y mi persona.
-Disculpe-Estaba muy confundida, ¿me estaban citando por un alumno?, les iba a decir que se habían equivocado de número pero como el chico del metro me citó justo a la misma secundaria solo les seguí a ver-¿Sabiel?
-Sí, el alumno Sabiel Gener. No debería sorprenderse, ya tiene varias citaciones-dijo la directora.
-Bueno voy para allá-le corto  

Sabiel Gener, con razón algo me dijo que no les cortara. Si, es el chico del metro, y ese es su nombre sabía que era el, por el apellido, es el mismo apellido de Sander, obligatoriamente tenían que estar relacionados Después de cortar entré a la secundaria, se me hizo muy raro, ya hace años que no entraba a una, y ver a todos esos estudiantes me dio nostalgia era como volver atrás. También se me hacía raro porque yo estaba yendo por una citación, ¿yo? ¿Por una citación en coordinación? Y lo más raro era que ni conocía bien a por quien me estaban citando.

-Hola, buen día-me saluda una chica en la puerta que estaba en el pasillo-¿Usted es la representante del alumno Sabiel?
-Sí, sí, buen día, soy yo-le respondo
Ah muy bien-dijo con cara de impresión disimulada-pase adelante.

Entro a la coordinación y está la directora sentada en su escritorio, y frente a ella pero de espaldas hacia mi estaba el chico del metro, Sabiel

-Buen día, señorita Shannon-me saluda la directora-tome asiento.
-Buen día, muchas gracias. 

Me senté en una silla justo al lado de Sabiel (Sabiel ese nombre me da cierta curiosidad o no sé) en una silla que estaba puesta allí. Lo ví, se le notaba algo de vergüenza. Él estaba derecho, solo viendo a la directora y no me veía a mí, yo lo veía, pero de verdad aún no sabía por qué estaba yo ahí. O sea ¿¿¿por qué yo??? Yo ni sabía bien quién era bien él, pero igualmente actué como si de verdad lo conocía.

-Vea, solo le daré 15 minutos de mi tiempo, la situación que le voy a plantear es la siguiente: el alumno Sabiel tiene faltas consecutivas a clase, casi no ha entregado los trabajos y asiste más que todo a los exámenes, los cuales pasa deficientemente, sus notas y rendimiento han bajado mucho. Pero el día de hoy fue la cereza del pastel. Asistió a la primera clase, a la mitad de esta, llegó exageradamente tarde y por si fuera poco, a los 10 minutos se retiró de su asiento y salió de clase como si nada. Sus compañeros me informaron que se había ido a su casa

La directora dejó de hablar y solo me veía a mí, yo voltee a ver a Sabiel. Primero porque no me lo imaginé así, ni que me llamaban por esto. Y segundo porque no sabía cómo reaccionar. Nunca había estado en coordinación por estos temas, ni cuando yo era estudiante, siempre les tuve pavor, y no sabía cómo seguir actuando ni que responder ¿Qué rol parental que me enlazara con él tenía que actuar? ¿Y si al hacerlo me delataba?
-Y bueno-continuó la directora rompiendo con el incómodo silencio-Quería plantearle la situación para ver cómo podemos llegar a una solución, pero no sin antes identificar por qué está pasando esto con el alumno, hemos intentado hablar con él pero se resigna. Por ello decidimos acudir a sus padres o en su defecto un representante, pero estos menos que menos ayudan en el caso, ni si quiera responden los llamados que se les han hecho, usted es la primera que viene, la verdad me sorprende un poco ¿qué enlace tiene con el alumno Gener?

Ehhh ¿qué?, ¿QUE ME INVENTO?, no quería mentir pero tampoco podía decir que lo había conocido esta mañana.

-Soy su tutora-me la ingenié. Me sentí su cómplice.

Sabiel volteo rápidamente hacia mí.

-¿Tutora?-preguntó la directora-no sabía que el alumno tenía tutora, el padre de Sabiel nunca mencionó una tutora, ¿pero desde cuándo?, Porque si usted es su tutora ¿por qué el rendimiento del joven esta tan mal?, es más, está más decaído que antes discúlpeme la franqueza.
-No se preocupe-le respondí lo más ecuánime posible, a pesar de que me cayeron mal sus palabras y críticas hacia Sabiel y sus padres sé que a él también-La verdad vengo de Granada, el padre de Sabiel me contactó ya que soy su prima, tengo estudios en letra y gramática, así que su padre consideró, viendo la situación de Sabiel, que tenerme como tutora sería lo mejor para ayudarlo y si se pregunta desde cuándo, bueno justo llegué hoy.
-Ah muy interesante, no tenía conocimiento de ello-dice viendo a la pedagoga-y mire con que la recibe Sabiel.
-En realidad, con que me da la oportunidad de ayudarlo-le corrijo-para esto estoy aquí, y tengo mucha seguridad de que Sabiel solo pasa por un mal momento de estudiante que todos pasamos alguna vez, sé que él tiene potencial. Y supongo que ya pasaros los 15 minutos, me disculpa.  Y no se preocupe, yo me encargaré del proceso de Sabiel y en el progreso de este, apenas comenzamos a ver cómo nos va, obviamente de la mano de la rectoría de la secundaria, ¿directora?…
-Ingrid, Íngrid Cobalto. Bueno, señorita Garbade... por lo que veo y lo que me dice puedo confiar en usted para el proceso del estudiante, estaré en contacto con sus padres y con usted. Puede retirarse al igual que el alumno. 
 Sabiel no paraba de mirarme, no decía ni una sola palabra, solo me veía con un gesto de asombro y gratitud mal disimulado. Se levantó, la pedagoga abrió la puerta y nos fuimos por el pasillo.