Nos montamos en la rueda y no dije nada, me sentí como fastidiosa, pero al mismo tiempo quería preguntar. Sabiel no es así, este chico no sé quién es, sé que está así por lo de ayer, pero en sí quiero que me diga por qué reacciona de esa forma.
La rueda comenzó a girar, él se sentó frente a mí viendo hacia la ventana con la mano en la barbilla. Había una música de elevador de fondo, el ambiente estaba incómodo y seco. Estaba analizando cómo hacer para hablar sin que me evadiera o que yo me saliera de control y lo malograra, porque por la forma en la que me respondía capaz lo tiraba de la rueda.
-¿Tienes vértigo?-le pregunto (sé que me va a decir que no, es para captar su atención)
-No.
-¿Y por qué tienes esa posición?
-¿Cuál? Estoy normal.
Me quedé callada, el tono con el que respondió no me gustó para nada. Me volteé hacia la ventana y no le hablé. La rueda iba más o menos rápido, ya íbamos por más de la mitad y pasamos como 10 minutos sin hablar, pero yo sé que él me veía de vez en cuando por el rabito del ojo.
-¿Después de esto te quieres ir?-le pregunto nuevamente dando oportunidad.
-¿Ah?-hace como que no escuchó (aunque estamos a menos de un metro de distancia).
-Que si después de esto, te quieres ir.
-Ah... no sé-responde vagamente.
-Mira Sabiel, no sé qué te pasa y sé que tampoco quieres hablar, si no querías venir me hubieras dicho pero no me voy a pasar toda la noche cuidándote de una forma tortuosa como si fueras un niño inmaduro de 5 años, me voy a la casa, voy a llamar a tu papá para que te venga a buscar.
Ya la rueda iba a parar, me levanté del asiento para bajarme, pero Sabiel me haló por el brazo y se puso en la puerta para que no la abriera.
-No Shannon, espera ¿qué te pasa? ¿No te estas divirtiendo?
-Hasta que respondes más que monosílabos. No Sabiel, no me estoy divirtiendo, no sé qué te pasa, se supone que íbamos a salir a divertirnos, es la primera vez que te quedas en mi casa y te portas así de verdad que quisiera saber por qué te portas así ¿Es por lo de ayer?
-Shannon, solo siéntate-lo dijo como petición, no como orden.
-No, déjame bajarme-le hablaba entre histérica y calmada-no quiero pasar lo que resta de noche sentada esperando a que me respondas de esa forma que me hiere ¿Me podrías decir si es por lo de ayer?
-Sí, Shannon-se aleja de la puerta y se sentó frente a mí esta vez viendome, porque la cabina ya se había alejado lo suficiente del piso en la segunda vuelta.-sé que te dije que no estaba molesto pero sí lo estoy, o más bien algo así como decepcionado, es que sabía que me ibas a responder así, y que me dirías que no, pero una pequeña parte de mi tenía esperanza de que si te lo decía, cambiaría el resultado que creí, que no me rechazarías.
Me lo quedé viendo, mi mirada se perdió, justo sus últimas palabras eran mi situación cuando Sander y yo teníamos 16 y le confesé que "me atraía”. Por más que sabía que él era novio de Sabrina y que solo podíamos ser amigos o que aunque Sabrina no existiera, él podría igualmente decirme que no. Aún así quise hacerlo porque tenía esperanza y terminó como ya sabemos.
Me dieron ganas de llorar y se me aguaron los ojos no sé por qué, supongo que parte del rencor que le tengo a Sander es que aún no he soltado ese cariño del todo, es como un cariño comprimido que se convirtió en rencor, aún lo quiero y no me había dado cuenta, porque cada vez que veo a Sabiel siento muy en lo recóndito de mi corazón que podría tener una oportunidad con Sander como no pude antes... Pero yo se que eso sería lo peor.
Me acerqué a él con los ojos lagrimeando, me senté a su lado y puse mis brazos sobre sus hombros y lo abracé. Él apretó su rostro contra mis hombros y me abrazó fuerte, puede escuchar un sollozo escondido entre mi hombro, no le quise ver el rostro, supuse que iba ser incómodo para él, pero fue él el que me soltó.
-Dime la verdad-sus ojos estaban cristalizados-¿Por qué no tengo oportunidad? ¿Es porque soy menor que tú? ¿O porque soy hijo del chico del que te enamoraste hace 16 años?
-Ay Sabiel, no quiero decírtelo de nuevo, no te he escondido mis verdaderos sentimientos, no tiene nada que ver con que seas hijo de Sander, si fuera por eso tú y yo no hubiéramos conectado tanto. Ya te lo dije, en mí no se desarrollaron sentimientos de ese tipo, solo te puedo ofrecer amistad porque es lo que siento hacia ti. Pero no entiendo cómo te sientes atraído por mí.
-No solo me atraes Shannon, ni me gustas, es algo más fuerte-me habló serio.
-No, Sabiel.
-Si.
-No, Sabiel eres muy joven, aún no sabes que es amar realmente.
-Pero no me hables como si tuviera 5, y tú no sabes como soy yo ni como pienso.
-No, no lo sé, porque no soy tú. Pero ya pasé por esa edad y me enamoré, pero lo tergiversé como si fuera amor y solo fue necesidad de aceptación y obsesión toxica y dañina. Sé que piensas que en este momento sabes lo que quieres para el resto de tu vida, pero no. Yo todo el tiempo agradezco a Dios que no me dejó estar junto a tu papá, porque hubiese acabado peor de lo que fue, él y yo no conectábamos para nada, a pesar de que yo lo quisiera, eso no significa que era bueno para mi. A esta edad uno cree que ese es el amor de su vida y la persona con la que te vas a casar, pero es solo que estás joven y crees que lo que decidas ahora será bueno y estarás comodo con eso para toda la vida, hay cosas que sí, pero la mayoría no. Tú y yo solo nos conocemos de menos de 3 meses, no te puedes enamorar tan rápido, tal vez te gusto, pero no estás enamorado, puedo apostar que si nos dejamos de ver por unos 2 meses, lo olvidarás.
Se quedó callado y volvió a ver a la ventana.
-¡Que risa!, tanto tiempo deseando ver a la chica de la foto y al fin está aquí frente a mí. No es como pensaba, ni creí que asi terminaría-se voltea a mí con una sonrisa en un gesto triste.