16 años en 2 meses

- Dudas en el corazón -

Me quité de la parada y me devolví al muro que separa la playa y el boulevard, descalza con los zapatos en la mano. Me senté y me quedé viendo el paisaje, talvez por última vez, me incliné hacia atrás cerré los ojos y comencé únicamente a inhalar y exhalar aire y luego a ver. 

Me empezó a dar nostalgia, todas las cosas que viví de adolescente aquí pasaron por mi mente, cuando estudié en el Ronald Servantes y estaban todos los chicos. Me pregunto qué será de la vida de Fany y de Caspián, si todavía seguirá con Yanet. 

Y también estos tres años, cuando estaba nerviosa, por estar aquí sola. Y cuando aún no tenía trabajo ni conocía la movida por aquí, a pesar de que éste era mi lugar pasaron 16 años, la secundaria donde estudia Sabiel a penas la estaban construyendo cuando me fui y varias las remodelaron, varias librerías y tiendas antiguas las convirtieron en zapaterías y muchas personas se mudaron.

Pasaron 30 minutos (pasaron volando) y ya estaba cayendo el sol y me quise ir. Renté un auto para irme a casa y dar una última vuelta por las calles sin sentido e irme, y así aprovechaba para meter todas las maletas en el auto, pero más fue por manejar en las calles tipo Olivia Rodrigo.

Sonó una alarma en mi teléfono, que decía: "Hora de cocinar". Sí, tengo que poner una alarma para poder cocinar porque de tarde me da flojera, se me olvida y en vez de comer a las 6:00pm termino comiendo más tarde. Con el sonido de la alarma me levanto, empiezo a recoger lo que quedó del picnic, Sabiel me ayudó con lo demás. Escucho un auto estacionarse en la calle y cuando volteo, era Sander, me levanto y me lo quedo viendo hasta que llegara, porque se notaba que venía hacia mí.

-Qué Bueno que no te has ido aun.

-¿Viniste a verme? ¿Cómo sabes que estoy aquí?-le pregunto.

-Sabiel, Sabiel me dijo. Me llamó hace 20 minutos diciéndome que te ibas para España otra vez y que no sabías cuando ibas a regresar. Quería venir antes, pero ahora fue que me desocupé del trabajo.

-¿Sabiel te dijo?

-Sí, y se lo agradezco mucho, porque quería venir a despedirme, sé que talvez tú no hubieras querido por la ultima vez que hablamos, pero creo que Sabiel y yo preferimos que me des una última patada antes que te vayas a que te vayas sin vernos.

Ambos nos reímos.

-Supongo que es porque Sabiel tiene esperanza en que nos llevemos bien-le digo.

Nos quedamos viendo y ya no sabíamos que decir. Siempre fue así, yo no sabía que hablarle a Sander, yo siempre lo escuché, pero esta vez creo que él quería escucharme, yo no sabía que hablar.

Nos volteamos hacia la playa con los rayos del sol, en rosa naranjoso y vi como sus ojos brillaban con el sol, un precioso verde con toques de amarillo que se convertía en esmeralda brillante con la luz del sol. Él me volteo a ver y sonrió, creo que estaba viendo como mis ojos marrones se ponían como arena de desierto y destellos oscuros por el sol, yo también sonreí de forma neutra.

Él tomó mi mano y la entrelazó con la suya como siempre solía hacer. Cuando teníamos 15 siempre me incomodaba, sí le quería tomar la mano por hooooras, pero lo hacía cuando era novio de Sabrina, por eso nunca me gustó. Eso es especial de dos personas, no podía tomarme la mano a mi y luego a ella, por eso siempre se la soltaba, esta vez también lo hice. Me miró y preguntó:

-¿Qué, ya no me quieres?

Ambos nos reímos nuevamente, porque cuando me tomó la mano aquellas veces y se la soltaba, él decía eso mismo. Este momento, en que sus ojos brillaban me acordé de la vez que hablé con él realmente, siempre le había hablado, pero esa vez le tuve confianza. Estábamos frente a la urbanización Empíreo Cerúleo, eran las 12:30pm, había mucho sol a esa hora, salimos de la secundaria y al despedirse de mí, me miró y sus ojos literalmente brillaban con el sol, siempre le favoreció, Sander siempre fue demasiado atractivo, y aún lo es. Lástima que su personalidad real no lo era. Básicamente la idealización que me hice de él terminó por desordenarme porque se chocaban el Sander real y el Sander que idealicé.

-No-le respondí como aquella vez, pero las dos veces sí lo decía en verdad.

Nos volvimos a quedar callados como por 10 minutos, después nos sentamos en el mantel del picnic para continuar en silencio.

-Gracias por haber tratado a Sabiel de la forma en la que lo hiciste, fuiste de gran apoyo. Tú siempre supiste como hacerle a una persona bien-me dijo.

-No fue difícil, él es un chico maravilloso.

-Cuando estés allá ¿mantendrás comunicación?

-Claro-mi alarma de cocinar volvió a sonar-Ay, ya hace 20 minutos de debí haberme ido.

-Bueno-suspiró y nos levantamos-espero que todo te vaya bien en el viaje, llegues bien y llamanos al llegar o en el trayecto.

-Sí, Bueno está bien, chao.

Se quedó ahí parado un momento y hacía como para hablar pero no accionaba. Hice un gesto de interrogación pero no dijo nada. Nos abrazamos de la forma más incómoda posible y me quedé ahí viéndolo como se iba hacia su auto, y antes de irme quise...

-¡Sander!

Volteó y corrí hacia él.

-¿Qué?-me miraba atento. 

-¿Recuerdas que nos conocemos desde hace 16 años? pero ¿quiero saber que yo era para ti?

-Ay, Shannon-se ríe entre pesado e incómodo-Pues, te veía como amiga y como mi amistad, pero aunque eras una amiga fuiste demasiado especial y como te dije cuando teníamos 15, sentí que tú me entendías más que otros.

Cerré los ojos y apreté los labios antes de accionar ¡qué difícil!

-Sander antes de irme... bueno no me van a importar las consecuencias porque después que me vaya no te voy a volver a ver la cara en no sé cuánto tiempo entonces...-respiro un poco-¿Si solo me veias como amiga entonces...

Volteo al suelo y me tapo la boca.

-¿Qué?- sonríe buscando mi rostro con la mirada.

Respiro y le pregunto.



#6356 en Otros

En el texto hay: secretos, amistad, amigos del pasado

Editado: 15.12.2023

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