Ya era de noche, la calle estaba oscura y alumbrada al mismo tiempo por las luces artificiales de las tiendas, puse musiquita clásica de solo piano y conduje sola por la calle. Después que terminé de manejar sin rumbo, me fui a casa, traté de manejar lo más posible y lo más lejos que pude, para que al devolverme el trayecto se fijara en mi mente, iba a ser la última vez. Llegué a las partes del camino en las que solo hay montañas y faros en secuencia alumbrando, y me pasó la foto por la mente, la saqué del bolso y la vi. Se sentía el ambiente muy sentimental y para completar la música…
Las lagrimas comenzaron a salir de mis rostro y una risa atascada salió de repente pero seguí llorando, me vi ahí... A mí con 15 años, cuando era feliz y no lo sabía, cuando creía que tenía responsabilidades y en realidad era muy libre, supongo que Sander la guardó también porque él decía que "esos tiempos no volverán”. Nostalgia pura.
Y talvez con esta foto se sentía más cerca de esos buenos tiempos, pero también era una representación de que solo me veía como una suplidora, quise cortar con todo ese resentimiento y con todo ese deseo de lo que él no tenía. Con la cara apretada y llena de lágrimas, la comencé a romper y mientras más la rompía más lloraba.
La desmenucé con rabia hasta el punto en el que ya no se podía romper más. Lloré, lloré mucho con las manos y la cara en el volante, frené el auto. Me dolía ya la cara de tanto llorar, comencé a dar voces de perdón. Perdoné, perdoné a Sander por haber jugado con mis sentimientos a su beneficio, a Sabrina y ni sé por qué, porque ella nunca hizo nada, solo era la novia de Sander cuando él me gustaba, pero igual le tomé rencor y la perdoné ahora, pero más que todo lloré con el nombre de Sander en mis labios y así mismo lo perdoné.
Abrí los ojos, empañados de lágrimas y tome aire como pude. Tenía el pelo suelto, me lo quite de la cara, me la limpié y me sentí liviana, muy liviana, respire profundamente y arranqué el auto. Tomé los pedazos de la foto y los solté por la ventana del auto andando.
Nunca me sentí tan liviana.
Me llegó un mensaje de Sabiel que decía: "Te espero mañana en el aeropuerto, buen viaje :)"
Ese día, cuando abrí la puerta y me choqué con Sander sentí que el tiempo no habia pasado. Tenía todos estos 2 meses preguntandome por qué me había chochado con Sander, pero me di cuenta que lo necesitaba, todas las lagrimas y peleas y el fingir que no lo quería aquellos años se convirtieron en un dolor que nunca me dejó, solo estaba sepultado. No queremos, no nos gusta la instrospección, nos hace llorar y encontrarnos con partes de nosotros que creiamos olvidadas. Creo que por eso me volvi adicta a mi trabajo antes de venirme para aca, nunca supe lidiar con mis problemas hasta que Sander se poso en frente de mi.
Esto era necesario, liberé un peso que no me pertenecía y a la vez también Sander. Estos 2 meses fueron preciados. 16 años de conflictos abiertos se resumen en 2 meses.
Supongo que al final Sabiel tuvo razón cuando dijo que algo hizo que me quedara aquí mas de lo planeado y que justamente ese día se me quedara el teléfono en casa, ya que volví a encontrarme a mí misma y hasta con cosas nuevas, y ademas liberé de pesos que no sabía con los que aun cargaba la chica de la foto.