23.Puedo ayudarte si quieres

GIRASOL NÚMERO 61

Sarah Mancini

Estoy en mi habitación, hoy me han pagado en la tienda y estoy viendo el dinero sobre mi cama.

Quizá... quizá si ahorro durante unos meses, si dejo la universidad y todo eso lo junto con el dinero que podría ahorrar mi tía con su trabajo... tal vez nos alcance para pagar el tratamiento intensivo.

Miro las cosas en mi habitación y analizo qué cosas podría vender, pero la verdad nada haría el dinero suficiente.

Suelto un suspiro.

Yo había tomado la decisión de no hacer el tratamiento intensivo por los efectos secundarios y por el dinero, iba a morir de todos modos y dejaría a mi tía en la ruina, a ella le costó aceptar mi decisión pero lo hizo. Prefería morir en un año yendo a la universidad, disfrutando de mis amigos y de mi vida que cinco estando cada día perdiendo el cabello, de mal humor y acostada en una cama.

Pero... ¿Y si el tratamiento funciona? Nunca me lo había planteado, pero ahora que todos estos sentimientos por Zayn comenzaron a surgir... siento que un año no es suficiente, quiero más, quiero más tiempo, más años, quiero conocerlo mejor, estar ahí...

Quiero vivir.

Suelto un suspiro y una lágrima se derrama por mi mejilla, me la seco de inmediato y guardo el dinero en una caja bajo llave. No pasan muchos minutos cuando la puerta de mi habitación se abre, es Liam.

Me sonríe y cierra la puerta detrás de él para sentarse a mi lado en la cama.

—¿Estuviste llorando?—pregunta de inmediato al verme mejor. Trago grueso y niego con la cabeza.

—No fue nada.

—Sarah... ya dejamos atrás lo de mentir.

Lo miro a los ojos y asiento—Si, lo siento... es que...— comienzo y suelto un suspiro, vuelvo a tomar la caja y la abro, mostrándole el dinero— Estaba... viendo cuánto tiempo me tomaría ahorrar para el tratamiento intensivo de la leucemia. Quizá si vendo uno de mis riñones... por culpa de mi sangre no están del todo sanos, pero tal vez me den bastante por ellos.

—¿Quieres hacer el tratamiento?—pregunta esperanzado.

—Lo estaba pensando.

Sonríe— No te preocupes por el dinero. Conseguiré un trabajo, te lo daré todo, te ayudaré a ahorrar, podemos hacer unas rifas, pedir donaciones... Julie también ayudará. Si quieres hacer el tratamiento, solo hazlo, no te preocupes por eso.

—¿De verdad harías eso? Es... es demasiado.

—Si me dejas hacerlo me harías el amigo más feliz del planeta. A ti te gusta hacer a las personas felices, así que déjame ayudarte.

Trago grueso y miro a mi al rededor... tal vez podríamos intentar lo del tratamiento.

—¿Entonces?— pregunta, sonrío de lado y asiento.

Liam sonríe y pega un grito que creo que se escuchó hasta la otra calle.

—¡Liam!— digo con una risa.

—Lo siento, que estoy muy feliz. Conseguiré un trabajo y te ayudaré, pagaremos ese tratamiento y mejorarás.

Sonrío un poco y la puerta de mi habitación se abre.

—¡Dios mío! ¿Qué fue ese grito?—preguntó mi tía.

—Sarah decidió hacer el tratamiento intensivo— dice Liam con una sonrisa, mi tía también pega un grito.

—¡DIOS! ¡No sabes lo feliz que me haces con esa noticia!— grita mi tía soltando un par de lágrimas, inmediatamente se acerca a mi a abrazarme—Mi niña... vas a mejorar, ¿Si?—dice y se aleja, yo solo asiento.

—Dejaré la universidad y pondremos... ese dinero en los ahorros— digo y ambos asienten— Pero... aún no. Todavía no puedo empezar.

—Sarah... mientras antes empecemos con los tratamientos, mejor será— dice mi tía.

—Denme un tiempo, solo un tiempo. Les prometo que lo haré, solo necesito un poco de tiempo— digo y ambos terminan aceptando mi decisión.

—Iré a preparar la cena, esto merece una celebración— dice mi tía y sale de la habitación.

—¿Por qué quieres esperar?—me pregunta Liam de inmediato, me giro a verlo.

—Yo... necesito tiempo para saber como decirle a todos. Dejar la universidad, hacer ese tratamiento... provocará que todo el mundo se entere que tengo leucemia. Aún no estoy preparada.

—¿Te refieres a Julie?— pregunta.

—Si— respondo cabizbaja.

—Y a Zayn, ¿No?

Trago grueso.

—¿Por él decidiste hacer el tratamiento?—pregunta y vuelvo a mirarlo

—Lo conozco de hace poco y... no tenemos nada serio, pero... Dios, Liam... no sabes como me siento a su lado, es algo... increíble. Hace dos días me dio un beso, se que no necesariamente signifique algo y si así fuera... vamos lento, pero... por lo mismo necesito más tiempo, un año no es suficiente. Quiero más tiempo para... conocerlo y...— dejo de hablar de pronto y miro la manta sobre mi cama.

—¿Y...?

Vuelvo a mirarlo— Zayn no tiene padres, ni amigos y odia a su hermano... no tiene a nadie y cuando comenzamos a hablar él estaba muy mal y... no quiero dejarlo. No digo que la responsable de su cambio sea yo, pero... si en algo contribuí, quiero quedarme. Quiero estar con él.

Sonríe— Yo creo que si fuiste la responsable... ¿Recuerdas lo que pasó con mi primo Jake?

Asiento— Él... se suicidó, ¿No?

Asiente— Cuando murió, toda mi familia dijo que debieron haberlo ayudado... Jake estaba deprimido y tenía un carácter muy jodido. Todo el mundo dice que en esos caso no hay que hacer la vista gorda, pero es que no es fácil ayudar a alguien que está así... pero tu lo hiciste, no te importó nada y te acercaste.

—Me gusta.

—Lo sé.

—Tengo miedo de decirle esto y... que escape, que no quiera pasar este proceso conmigo. El tratamiento no va a ser fácil, habrán días que estaré deprimida y... quizá algunas personas se alejarán.

—Si lo hace no te merece y ya. No lo conozco y la verdad creo que es un poco idiota, pero por lo que tu me cuentas creo que el chico siente más cosas por ti de las que puede admitir.