164 Girasoles

35.Suerte

GIRASOL NÚMERO 85

 

Sarah Macini.

Tengo un novio.

¡Tengo un novio, al fin tengo novio!

No puedo creerlo. Simplemente no puedo creer que todo esto sea cierto. ¿Zayn y yo juntos? ¿Novios? Suena como una locura. No me lo creo.

¿He sonado muy desesperada cuando le he gritado y salté sobre él para decirle que si? 

Probablemente.

¿Me importa? La verdad es que no.

Creo que he gastado todo mi oxígeno para cuando termino de contarle absolutamente todo a la señora Greyson en la florería. 

Siento que nunca había estado tan feliz como ahora.

—¡Oh, mi niña!— exclama sonriendo y llevando sus manos a su rostro— Ese chico es muy afortunado y tu también, al parecer. Parece estar loco por ti.

—Somos muy diferentes, yo estoy saltando de un pie de alegría y él probablemente esté muy serio haciendo un grafiti deprimente.

—Todos tenemos diferentes formas de expresarnos.

Sonrío— Si, lo sé. La verdad es que me gusta así.

—Ven aquí— pide, toma mi mano y hace que me siente en la silla detrás del mostrador— ¿Ya le comentaste sobre ya sabes qué?

Trago grueso— No... no, aún no.

—Sé que te apoyé para que te animaras a estar con él, pero las cosas se hacen con la verdad... Él tiene que saberlo.

—Es solo que... por un par de minutos, cuando estoy con él... olvido que estoy enferma y de pronto siento que solo somos dos personas comenzando a quererse y... no lo sé, a planear cosas juntos y...

—Él tiene que saberlo... cuanto antes.

Asiento— Si, lo sé.

La puerta de la florería se abre y veo a Liam entrar con una sonrisa.

—¿Vamos?— me pregunta y yo asiento. Tengo cita con el médico y mi amigo me va a acompañar.

—Que te vaya bien, Sarita. Por favor recuerda lo que te dije— me pide y dejo un beso en su mejilla.

—Gracias, señora Greyson.

Ella sonríe y asiente. Recojo mis cosas y me voy con Liam. 

—¿Qué pasa?— pregunta una vez que estamos en su auto.

Sonrío— Zayn y yo estamos juntos.

Me mira sorprendido— ¿Están juntos?

—Somos... novios.

Sus labios se entreabren por la sorpresa, pero no dice nada, así que decido continuar yo.

—Estoy muy feliz, Liam... no tienes idea de cuanto lo quiero y...

Me interrumpe dándome un abrazo, no puedo evitar cerrar los ojos para disfrutar mejor de su contacto.

—Me alegro mucho por ti, Sarah, pero...

—Lo sé, tengo que decírselo.

Nos separamos y nos miramos a los ojos unos segundos.

—¿Cómo crees que se lo vaya a tomar?

—No tengo idea... a veces siento que va a odiarme.

—Nadie puede odiarte.

Trago grueso— Mejor vamos a la cita, ¿Si?

Deja un beso en mi frente y me hace caso. 

Básicamente el doctor dijo que todo sigue igual, aunque peor, me dio más pastillas para el dolor y me comunicó que sin el tratamiento me quedan al rededor de dos meses para disfrutar mis queridas piernas y que luego ya no me responderán como ahora.

No me puedo imaginar mi vida sin poder caminar, sin poder vivir como lo hago ahora. Para entonces probablemente tenga que dejarlo con Zayn... y solo pensar en eso mi corazón se acelera y el miedo recorre mi cuerpo

El simple hecho de ya no poder caminar... sé que va a ser muy difícil. Demasiado.

Luego de que salimos del hospital, Liam me deja fuera del edificio de Zayn.

—Sarah... ahora están juntos. Me parece que no está bien que le sigas ocultando esto, se enterará tarde o temprano.

Asiento— Solo... necesito prepararme para decírselo... No es fácil

—Lo sé, de verdad... En serio lamento esto, Zayn parece un buen chico y a pesar de sus defectos he notado como te mira y realmente pareciera que le importas muchísimo... La verdad dudo muchísimo que quiera alejarse de ti cuando le digas todo.

—Tiene que hacerlo— susurro cabizbaja, segundos después Liam deja un beso en mi cien.

—Suerte, ¿Si?

Le sonrío y asiento. 

Le agradezco por traerme y finalmente entro al edificio, saludo al conserje y con toda la calma del mundo subo hasta el piso de Zayn y toco su puerta. No sé por qué estoy tan nerviosa. Cuando me abre lo veo con algunas manchas de pintura en su ropa.

Sonrío— ¿Qué haces?

—Ven, sígueme— responde y se dirige a su habitación de grafitis. Cierro la puerta y lo sigo. 

Cuando entro veo que la pared principal está cubierta con un grafiti abstracto... pero no me cuesta entenderlo. Hay muchas líneas y explosiones de colores... lo que hay ahí es un corazón reparado luego de haberse roto y en medio hay un girasol, detrás de todo se ven cabellos rubios-dorados por todos lados.

Mis ojos se llenan de lágrimas.

—Lo lograste, italiana terca— susurra detrás mío sobre mi oreja.

Me giro en mi lugar y lo veo a los ojos. Sus ojos miel... siempre que me detengo en ellos siento que me hipnotiza para quedar rendida a sus pies.

—Créeme cuando te digo que tienes mi corazón en tus manos.

—Pensé que no sabías expresarte.

—Y yo pensé que nunca podría querer a alguien como te quiero a ti.

Mis mejillas se tornan rojas de inmediato, entonces pienso que tal vez, si no fuera tan pálida no se notaría tanto.

—¿Recibiste mi girasol de hoy?— le pregunto y él asiente.

—Yo también estoy más que feliz contigo.

Sonrío y me pongo de puntillas para besarlo, mis labios se mueven sobre los de él y me responde de inmediato.

Me siento feliz, estoy... completamente feliz y asustada.

Lo que siento al estar con Zayn es algo que nunca creí que me sucedería. Claro, siempre he querido estar con un chico, pero Zayn es... de otro planeta, es como si me estuviera desviviendo, siento que lo daría absolutamente todo por él. 



#25030 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, sadstory

Editado: 05.09.2021

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