Decimotercero

Sin aviso ni reparo pego sus labios a los del alfa, tomando y dando lo más que pudo, el alfa tardó en responder al no estar tan pendiente, sus labios se movieron en una danza necesitaba e intensa.

Un gemido por parte del menor y el lazo se fortaleció un poco más.

La mano del mayor apretó un poco más fuerte la cintura del más chico mientras le pegaba a él.

Dejaron de besarse, pero los labios se mantuvieron juntos, las manos del menor terminaron el en cuello del alfa y las de este último en la cintura del menor.

—Te amo —susurro el menor y dejo un beso corto en los labios del alfa.

—Yo más —la voz del alfa sonó baja, ronca e íntima.

Niall se removió y se acomodó abrazando al alfa, su cuerpo del lado y su cuello en la curva del cuello del mayor, aspirando lo más que podía del olor que tanto extrañaba y necesitaba por partes iguales.

La puerta se abrió, Niall levanto la mirada para toparse con los ojos de la madre del alfa sonriente y con unas lágrimas derramando, Niall escondió su rostro en el pecho del alfa, Harry río, pero no demasiado, no tenía muchas fuerzas.

—Bebe —susurro, se acercó al mayor, lagrimas corriendo por sus mejillas, Harry sonrió. La mujer acaricio la mejilla de su hijo, sonriente, tocarla piel de su hijo cálida era tan reconfortante, bajo su mirada a la cabellera rubio, sonrió, extrañaba la faceta tierna del menor, justo como lo había conocido.

—Niall, tienes que comer, Alice me aviso que no terminaste ni la mitad de lo que te ha traído —Niall pego más su rostro al pecho del mayor, la mano del mayo fue a la espalda acariciando y si, había una gran notoriedad en los huesos, hizo una mueca.

—Bebe —hablo, Niall hizo un ruido, el alfa negó —trae comida, me encargare que este angélico coma bien —la mujer asintió y salió rápidamente, Niall levanto la cabeza, sus cachetes estaban rojos e inflados, una ligera y adorable mueca.

—Se supone que yo debo cuidar de ti —alego, Harry le beso sin aviso los labios, un rose rápido pero intenso.

—Soy tu alfa, tu mi hermoso y pequeño omega, debo de cuidarte yo a ti —hablo el mayor, Niall hizo el ademan de hablar, pero antes el mayor le beso, sus manos apretando las caderas del menor, y ahí estaban esos huesos sobresalientes.

—Lo siento —susurro el menor con dolor, unas lágrimas corrieron por sus majillas —yo nunca pensaría en dejar que mueras, te amo tanto —sus hipidos se hicieron presentes, su rostro mostraba dolor y sus manos aferraron al mayor, todo su cuerpo emitía espasmos a la par de su llanto, un llanto que rompió el corazón de su alfa, porque el omega estaba roto, demasiado, pero él estaba ahí, queriendo estar con el alfa pese a estar pasándola mal.

Porque simplemente a todos los omegas les decían que ellos eran creados para satisfacer y darle hijos a los alfas, y el no había podido dar a la vida a un pequeño cachorro, él no era un omega bueno, él era defectuoso y ningún alfa merecía un omega defectuoso.

El llanto se hizo más intenso. Y Harry recibió todo lo que pensaba el menor pro el lazo.

—Tu jamás vuelvas a pensar que eres defectuoso, no digas que no eres suficiente para mí, porque lo eres, lo único que jamás pensé tener pero que tengo y es lo único que quiero, te quiero a ti, si, tuvimos un problema, pero no fue solamente por ti, te había dado supresores y, además no me cuide, eres lo mejor que me ha pasado, sin ti jamás seré feliz, porqué eres mi felicidad, bonito.

Harry soltó hormonas para calmar al mejor siendo esto lo que paso, Niall miro con ojos brillosos a su alfa, sintiendo todo tan verdadero, hizo una mueca en disgusto porque se sentía muy lejano a su alfa.

—Antes de conocerte yo no quería un alfa, no pensaba si quiera en ello, pero apareciste y simplemente me enamore, y tal vez el lazo tuvo que ver, pero sé que ahora sin lazo sé que te seguiré amando, porque simplemente eres mi todo —se movió y beso los labios del mayor de forma lenta transmitiendo todo el amor que le juraba.

Porque ellos se amaban, más de lo que un lazo puede hacer que ames, ellos habían pasado barreras.