Al ver a Harry sentado en la mesa de su oficina, trabajando con toda su atención en los papeles con la mirada de Niall sobre el, viéndole fijamente ya que no podía creer que ese alfa, su alfa había estado al borde de la muerte hace poco y justo una semana después se encontraba trabajando al mil por recuperar el tiempo perdido.
Niall por otro lado tenía una gran necesidad de mimos, ya que su Omega había estado demasiado caprichoso y no podía abstenerse, frunció los labios al ver como su alfa tomaba sus lentes y renuduaba la lectura en unos papeles, sin prestar una mínima atención a el.
Suspiro bajito, necesitaba mimos pero no quería molestar al mayor, sabía que el de verdad quería hacer lo que estuviese haciendo, sin poder impedirlo se empezó a sentir mal, triste y abandonado.
—Ven acá —la voz profunda de su alfa sonó, su Omega brinco y levantó la mirada dándose cuenta de la mirada puesta en el.
—No... —aunque de verdad lo deseaba, él no quería molestar a su alfa.
—Ven acá o iré por ti —la voz sonó amenazadora y con las mejillas rojas y la mirada baja camino hasta el costado de Harry, pronto el mayor giro la silla y lo tomo para después sentarlo en sus piernas. Una mano en el vientre del menor dando caricias ahí mientras daba suaves besos en el cuello del menor.
—Mjumn —gimio el menor, de sonrojo y llevo sus dos manos a su boca.
La risa de su alfa resonó en toda la oficina, el más chico se acomoda en el pecho del castaño mientras este último se volvía a concentrar en sus asuntos sin dejar de darle caricias en la pancita a el Omega.
...
Harry terminó de firmar unos papeles y después de realizar unos ajustes dejo las cosas de un lado para que su secretaria los tomara, bajo la mirada a el menor quien respiraba lento y profundo, sus ojos azules se encontraban cerrados, raíces castañas se empezaban a asomar en su cabello.
Hermoso.
Amaba a su pequeño y había sufrido demasiado la ausencia de este pero ahora que lo tenía en sus brazos dormido y calmado, tan inocente como cuando lo había conocido (ni cuando lo encontró en el bar, si no cuando fue por el).
No podía entender cómo ese hermoso ser era su destinado, algo realmente bueno debió haber hecho en su vida pasada.
—Bebe —susurro ya que era pasadas las 10 y debían ir a casa ah cenar más el menor solo de acomodó más sin despertarse ni tantito.
Sin querer despertarlo pero también quería que este comiera algo lo tomo en brazo y lo siento en el escritorio, al instante el menor abrió sus ojos dejando a la vista sus hermoso orbes azules.
—Harry —ronroneo tallando sus ojos con sus manos en puño.
—Bebe, vamos a cenar —ordeno, el Omega agachó la cabeza un poco para después estirar sus brazos, el alfa río y lo tomo, las manos del rubio fueron a su cuello y las piernas se enrollaron en sus caderas, mientras las manos más grandes tomaban la cintura en un agarre firme.
—Estas siendo muy caprichoso —declaro en voz baja e íntima de respuesta recibió varios besos en su cuello —, pero me gusta mimarte.
—Hazzy —susurro feliz mientras enterraba sus colmillos en el cuello del alfa como había estado haciendo desde que el mayor se había recuperado.