Décimo Noveno Capítulo

Pensar atrás era una experiencia de doble filo, pero que sin duda los había llevando donde estaban en ese momento, sus cuerpos sabiendo que eran del otro, sus ojos mirando a su pareja.

Niall sonrió ante la mirada cálida de su alfa, su postre estaba justo frente a él, mientras el alfa tenía el suyo también.

—Amor —la voz ronca sonó haciendo que su cuerpo se estremeciera. Sus ojos azules fueron a el mayor quien se levantó de la suya y se colocó frente a él, se inclinó dándole un beso en la frente, pudo sentir la mano del alfa dejándole algo en el regazo, más sus ojos no podían separarse de los ojos verdes.

—Hazzy —susurró.

—Han pasado muchas cosas en todo este tiempo, nunca pensé que mi Omega destinado fuera un pequeño ser tan puro y hermoso. No puedo creer como se dio nuestro encuentro que aunque no sea la historia más romántica es sin duda algo para tener siempre. He estado tan enamorado de ti que no puedo creer que un día estuve viviendo sin tu presencia, deseo que los siguientes años los pasemos juntos, fortaleciendo nuestra relación y tener nuestros cachorros correteando en nuestra casa, tu y yo juntos —El alfa le besó los labios, un rose suave que hizo al Omega temblar —. Corazón, ¿Quieres casarte conmigo?

El menor miró fijamente al alfa mientras sus orbes se llenaban de lágrimas de alegría, el alfa se separó y así pudiendo el menor ver lo que éste había colocado en sus piernas, una caja de un tamaño no adecuado para un anillo, este en cambio duplicaba el tamaño, el color era un azul tan hermoso, que se asemejaba demasiado al de sus ojos con adornos en color dorado, sonrió al sentir la cajita suave, la abrió con cuidado ya que sus manos estaban temblando.

Dos anillo, eso había, los ojos del menor fueron al mayor sin entender. El mayor sonrió mostrando sus hoyuelos, tomó uno de los anillo, era delicado y simple pero hermoso, tenía una piedra azul junto con una base que poseía un pequeño infinito, sin dejar de ser delicado. Las manos del más alto tomaron las más pequeñas y con delicadeza colocó la joya, sabiendo que el menor había aceptado por medio del lazo. El mayor colocó el otro anillo en la mano del menor y le dejó la mano extendida, los ojos del más chico fueron a la joya, la tomó con delicadeza era más varonil y gruesa, pero eran muy complementarias y sin más la colocó en su alfa.

—Te amo —susurró el Omega con los ojos llorosos y se aventó al mayor robándole un beso mientras se apretaba a el, el más fuerte tomó la cintura del menor con cariño mientras esperaba que se calmara con una gran sonrisa.

—Yo más a ti, mi Omega —habló en voz baja el alfa haciendo que el Omega sonriera.

—Mi gran alfa —murmuró el menor, sus labios amaban pronunciar aquellas palabras sabiendo que el alfa lo había aceptado para toda la vida.