—Puede besar al Omega —anunció el encargado de aquello, el alfa tomó la cintura del menor, se inclinó y llego a esos labios que tanto le encantaban.
Se separaron y todos aplaudieron, a lo lejos podía ver a Louis llorar mientras su alfa Liam le sobaba la espalda y trataba de que su Omega embarazado se calmara sin lograr nada.
Más lejos Zayn se encontraba viendo a su hermoso Omega Alec quien se encontraba viendo a sus bebés, estos estaban en su carriola y el simplemente les hacía arrumacos como el Omega que tanto amaba a sus cachorros, Zayn miraba con tanto amor al menor que Niall sintió que era un intruso en esa escena.
—Ellos se aman tanto —dijó Harry, Niall asintió.
Ambos después de eso salieron a presentarse en su fiesta. Niall fue muy feli,s, estaba rodeado de todos sus seres queridos y de su alfa, habían pasado mucho tiempo en la fiesta, se despidieron de todos y salieron camino a su luna de miel.
Harry estaba ansioso porque aquello llegase ya que su Omega había estado tan ocupado con lo de la boda que se realizó tan rápido después de dos años de ser pospuesta por parte de ellos dos. Y eso había implicado que no había tocado a su hermoso Omega por un mes entero.
—Harry, maneja con cuidado —susurro el menor.
—Claro cariño —contestó.
Al llegar a Irlanda, después de mucho tiempo ambos salieron del auto, sus maletas fueron cargadas por al alfa, Niall abrió la puerta de la casa y ambos entraron, el alfa aventó las maletas a un lado si poner atención y tomó de la cintura al menor besándolo profundamente, lo cargo haciendo que el menor colocará sus piernas en sus caderas creando un roce tan placentero.
Entre besos, caricias, suspiros y gemidos placenteros pasaron su tan esperada luna de el, ambos felices de estar juntos.
Porque lo que más importaba era que ambos estaban juntos, felices y sin ganas de cambiar algo.
...
Niall miró al alfa, sus ojos azules miraban al mayor sintiéndose amado, su olor se disparó tan intensamente.
El alfa se centró en ese tan hermoso olor que lograba sacarse una sonrisa todos los días, amaba el dulce olor del Omega, sus ojos se abrieron am sentir un olor a canela junto al de menor, sin ser delicado del todo tomó los hombros del menor y enterró su nariz en el cuello del menor inhalado fuertemente.
—Bebe —susurró con una sonrisa.
—Mande —contestó el menor extrañado.
—No, que vas a tener un bebé —habló el mayor, sus ojos verdes no perdieron la reacción del menor que duró poco en shock para después lanzarse al mayor.
—Tienes que cuidarme mucho, recuerda que lo dijo el doctor —anunció el menor feliz de la noticia.
La mano del alfa fue a la pancita aún plana del menor sobando por debajo de la playera, sus dedos acariciaban suavemente.
—Papi debe estar en reposo para que llegues con bien con nosotros —dijó el mayor, el menor miraba todo con ojo brillosos.
—Papá está muy feliz, yo también —susurró.
Porque ya habían pasado dos años, donde ambos había aprendido a vivir con lo que había pasado, donde habían aceptado que su bebé pedido era un angelito cuidando los y ellos podían tener más en algún momento y ese día había llegado, ambos listos para recibir a la pequeña criatura creciendo en el vientre del Omega que no podía estar más feliz.
—Amare siempre ese día que tome alcohol por primera vez, porque gracias a ellos nos conocimos —hablo el menor.
—Yo siempre te amare a ti.