Noveno Capitulo.

Con pasos lentos camino hacia la camilla sin poder apartar su vista del cuerpo del rizado, no queriendo volver a ver y no encontrarlo ahí, porque se haya esfumado.

Acostado, pálido, con cables en sus brazos, respiración tan lenta que parece que ni lo hace, aunque claramente la ayuda que recibe esta ahí también, se ve tan calmado, tan ido.

Tan lejos de ahí que duele.

Hay un sillón a su costado, la cama está un poco más grande haciendo que sea más tentadora la idea de sentarse ahí, más cerca del alfa, su olor parecía no existir y jamás lo había extrañado tanto.

Se sentó, tomo la mano que estaba extendida a su costado, estaba fría, retuvo las lagrimas porque simplemente no merecía sufrir por que aquello era su culpa.

Su mano dejo la mano del alfa con cuidado a su costado para llevarla a la mejilla del alfa, acariciando la tersa piel del alfa, la cual estaba fría, y la necesidad que surgió de él fue tan dura que simplemente se estaba ahogando.

Necesitaba a Harry como al aire que los pulmones exigían.

La puerta estuvo a punto de abrirse pero gruño, necesitaba estar solo, solo con el alfa, necesitaba un momento con él, necesitaba sentirlo.

Y por primera vez en mese se aferro al lazo.

Se acomodo de manera de no jalas ni un solo cable conectado al cuerpo del alfa, se acurruco pegando su nariz al pecho del alfa, su mano con cuidado se estiro hasta llegar al costado del alfa, abrazándolo de la cintura, se sintió tan bien, tan correcto.

Porque sin duda jamás dejaría de amar al alfa.

Sus labios rozaron la mejilla del alfa en un suave rose, su cabeza se escondió en el cuello de este esperando sentir su olor, el cual jamás le llego y su omega lloro.

Lloro por no sentir la calidez del alfa, en cambio sentir la piel fría, por no escuchar la marcha habitual que su corazón daba y en cambio solo poder percibir latidos tan lentos que le mataban.

Sin más ese día durmió ahí, con el alfa bajo de él, su mano en un abrazo no queriendo que el alfa desapareciera, no queriendo perderlo, durmió sintiéndose levemente feliz por estar ahí, con Harry.

Cuando despertó, antes de abrir los ojos quería que todo fuera solo un mal sueño, pero claro que todo eso era real, tan real que dolía, a todos ahí.

Se aparto sin mover el cuero del alfa, para no molestarlo, aunque parecía que el alfa ni siquiera sentiría si un camión pasase por si, suspiro y se acomodo en el sillón que se encontraba al costado, aunque bueno era como una silla un tanto elegante y cómoda, su manos fue por necesidad a la mano del alfa, tomándola y aferrándose a ella, como si eso le trajera de vuelta.

Estuvo mirando el rostro del alfa esperando ver algún movimiento, mas nada paso. La puerta se abrió, ya sabía que era un alfa por el olor fuerte, lo miro y asumió por su vestimenta que era un doctor, aunque le extraño que la trajera siendo que no estaba en un hospital, el alfa le vio tanto que se sintió nervioso, los ojos de este vagaron a su mano la cual estaba enredada en la del alfa.

Por más que intento saber que pensaba o que trataba de decir la mirada del hombre ahí no pudo, tenía como algo que le escondía de todo, o al menos de los pacientes y personas allegados, protegiéndolos de alguna reacción equivoca pero que el necesitaba, necesitaba saber si todo estaba tan mal como no quería que estuvieran las cosas.

—¿Está muriendo?