[2] Mi niña de coletas I Sinrin

Capítulo 3

—Mañana tomaré un exámen del cual tendrán que estudiar los primeros libros diarios.

Ya era la tercera semana en la universidad y los trabajos se hacían cada vez más cargados. Sinb solo podía pensar en su último ciclo y lo feliz que estará cuando termine toda esta tortura.

Los alumnos recogían sus pertenencias y salían del aula yéndose a quien sabe donde si es que no tenían más cursos después.

Eunbi por su parte solo tenía una cosa que hacer: Cumplir con sus deberes.

— ¿Cómo está el amor de mi vida? —Preguntó Hoseok al ver salir a Sinb de su aula.

—Cansada, mañana tengo examen y debo estudiar mucho.

—Rayos, quería invitarte a salir al cine. Supongo que lo tendré que posponer.

—Disculpame, amor. —Sinb se paró en puntillas para poder llegar a los labios de su novio y darle un beso. —Te lo recompensaré, pronto.

—Podrías hacerlo de una manera muy especial. —Hoseok tomó el cuerpo de Sinb acercándolo al suyo comenzando un beso desenfrenado.

Obviamente Sinb sabía cuales eran las intenciones de aquel beso. Así que espero unos segundos para apartarse de él.

—Hemos hablado miles de veces de esto, Hoseok. Aún no me siento preparada.

— ¿Y cuándo lo estarás? —Hoseok ahora hablaba con palabras llenas de enojo, era muy humillante para él no poder tener intimidad con su novia. —Me llevas diciendo lo mismo durante meses, Eunbi. Soy un hombre y tengo mis necesidades.

—Entonces, ¿Solo me ves como una novia quién satisfará tus necesidades? ¿Es eso?

— ¡No, Eunbi! —Comenzó la típica discusión que siempre ambos tenían. —Soy tu novio y tengo derecho a tener intimidad contigo.

— ¿Estas hablando enserio? No puedo creer lo que acabas de decir.

—Pero, fíjense en esta parejita tan envidiable. —Eunseo se acercó con una sonrisa de oreja a oreja, la cual se fue disolviéndose al notar la fuerte tención que estaba presente. —Quizás debería irme.

—No, Eunseo. Yo ya me iba, espero que razones tus pensamientos, Hoseok.

Eunbi sin dar palabra a Hoseok caminó por el pasillo hacia la salida de la facultad siendo seguida por su amiga.

—Discutieron, ¿Cierto?

—Sí.

— ¿Sexo?

—Me dijo que yo era su novia solamente para complacer sus necesidades. ¿Puedes creerlo?

—Eso estuvo mal, muy mal.

—Demasiado, Eunseo. Ya estoy harta que siempre terminemos discutiendo por la misma razón.

—Pero, ¿No crees que tenga razón? —Sinb la fulminó con la mirada al escuchar esas palabras.

— ¿Estas de su lado?

—No, Sinb; pero date cuenta que si él no consigue al menos un poco de placer sexual tendrá que recurrir a otros métodos y no será lindo para ti saberlo.

— ¿A qué te refieres?

—Te puede llegar a ser infiel.

Eunbi paró en seco al escuchar aquellas palabras. Lo que menos quería era terminar su relación con el chico que hizo de sus días los mejores cuando vino a vivir a Estados Unidos.

—Ya no quiero hablar de eso.

Eunbi salió de la universidad echando humos. Si así había empezado su tercera semana de clases, no se podía imaginar cómo serían los próximos días.

Para su malestar o bienestar como Sinb desee llamarlo, su celular comenzó a sonar señalando el nombre de su madre en este. Contestó al segundo timbre.

— ¿Porqué no me respondes, jovencita?

—Mamá, no te olvides que estoy en la universidad y tengo clases que cumplir.

—Al menos un mensaje me hubieras mandado. ¿Y si te llamaba para decirte que acabo de morir?

—Si eso pasará seguramente sería Tyler quien me estuviera llamando, no tú que ya estarías muerta.

—Ay, Zeus. ¡Qué hija me has dado! —Se quejó Jessica del otro lado de la línea irónicamente.

—Una hija magnífica. —Respondió Sinb con una sonrisa de oreja a oreja.

—Dejemos las bromas para otro día. Te llamaba para decirte que Tyler está afuera de tu universidad e iremos a comer juntos, yo los estoy esperando.

—Espero que sea un lugar caro. —Respondió Sinb cortando la llamada.

En la calle se encontró con el coche negro de su padrastro, quien la esperaba estacionado, como se lo había dicho Jessica.

— ¡Mini Jessi! ¿Qué tal tus clases? —Preguntó el hombre de camisa blanca abriendo la puerta de copiloto.

— ¡Tyler! Todo bien por ahora. Mamá me llamó, dice que pasemos a comprar ropa para mí antes de ir donde ella.

— ¿En serio?

—Sí, también me dijo que usemos tu tarjeta y luego ella te hará una transferencia con lo gastado.

—Eso ya no suena tan convincente, Eunbi. —Sonrió Tyler dejando salir una carcajada mientras con su mano apretaba las pierna derecha de Sinb. —Muy chistosa, pero tenemos que apresurarnos, podríamos perder la reservación.

—Entonces vamos.

Y Tyler lo hizo. Manejó desde la universidad hasta el restaurante que había elegido la pareja.

Eunbi salió del auto e ingresó al restaurante junto a Tyler buscando con la mirada a su madre, hasta hallarla e ir con ella.

—Con caro no me refería a un gourmet, madre. —Sinb se quejó al ver el lugar.

Ella deseaba comer miles de cosas, pero estaban en un gourmet y no se podía hacer mucho de nada.

—Tu solo mantente quieta con una sonrisa, tenemos que decirte algo.

—Amor. —Tyler se acercó al lado de Jessica depositando un beso en sus labios antes de sentarse.

—Iugh. —Sinb saco la lengua con una cara asqueada al verlos. — ¿Podemos pedir antes que ya no tenga hambre?

—Ya pedí por todos. —Respondió Jessica.

En ese momento cuatro meseros se acercaron con comida a la mesa de la pequeña familia.

—Se ve muy bien, linda. —Sonrió Tyler al ver todos los manjares frente suyo.

—A veces olvido que eres mi madre, pero cuando aciertas en mis gustos por todo lo recuerdo. —Alagó Sinb. —Bueno, ¿Cuál es la noticia?

—Sería mejor acabar con la comida para que te lo podamos decir.



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En el texto hay: kpop, gfriend, sinrin

Editado: 30.12.2020

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