— ¿Cómo van las cosas entre tú y Hoseok?
Eran las siete de la mañana y Sinb recordó que había dejado su auto en la universidad. No le quedó de otra que pedirle a su madre que la llevara.
—Bien, solo que hemos estado discutiendo por lo mismo hace tiempo. —Eunbi confiaba mucho en su madre y sabía que podía tocar estos temas sin vergüenza. —Me dijo que solo era su novia para complacer sus necesidades "sexuales" —Remarco la última palabra haciendo comillas con sus dedos.
— ¿En serio? ¿Qué le respondiste?
—Le dije que pensará muy bien en lo que dijo. No soy una puta que puede conseguir cuando quiere. Mamá, ¿Crees que debería ceder?
—La pregunta aquí debería ser, ¿Estás lista?
—No, no lo estoy.
— ¿Por qué?
—No me siento preparada para entregarme de esa manera. ¿Alguna vez no has sentido esa sensación de querer entregarte a la persona indicada? Mamá, creo que Hoseok no es la persona que quiero en mi vida.
— ¿Estás segura? Amo a Hoseok como yerno. Siempre es atento contigo y te hace sentir muy especial.
—Sí, es un amor conmigo y me trata como una princesa; pero no creo llegar a más con Hoseok. No me siento realmente cómoda a su lado.
— ¿Vas a terminar con él?
—Creo que sí. ¿Estás bien con eso? Digo, es tu yerno favorito.
—Y el único que he tenido en toda mi vida, hija. Creo que deberías darle una oportunidad más a Hoseok. No se lo digas, solo trata de ver cómo se comporta contigo de ahora en adelante.
—Tienes razón. —Eunbi asintió con las palabras de su madre. Aparte de ser su novio, Hoseok siempre ha sido como un mejor amigo para ella. Desde su llegada a Estados Unidos él ha estado en todo momento. — ¿Estás bien con ello?
— ¿Sobre qué?
—Lo de tener sexo, pensé que me dirías lo típico de una madre.
— ¿Y cuál es lo típico?
— "Las mujeres tienen que llegar vírgenes a su matrimonio" —Eunbi hizo comillas con sus dedos durante toda la oración.
—Es que yo soy una madre moderna. —Jessica rió por lo mencionado por ella misma. —Digamos que ya estás muy grande para tomar aquellas decisiones, confío en que podrás tomar una buena decisión ya sea laboral o en tu vida personal. Sé cómo te he criado, hija.
— ¿Eso significa que puedo tomar hierba?
—Hija, la hierba no se toma.
—Lo sabría si me dejaras.
Ambas mujeres rieron por la pequeña plática que tuvieron, llegando justamente a la universidad de Eunbi.
Sinb bajó del auto y antes que pudiera salir se despidió con un gran abrazo y un beso a su madre. Su ejemplo a seguir.
— ¡Sinb! —Eunbi volteó hacía donde escuchó el llamado. Agradeció que no fuera Hoseok. Lo que menos deseaba era verlo el día de hoy.
—Hola, Eunseo. ¿Cómo estás?
—Bien, vi tu auto en el estacionamiento el día de ayer. ¿Te fuiste en taxi?
—Ah, sí. Es que Tyler me recogió, tuve que salir a almorzar con él y mamá.
— ¿Alguna novedad? —Ambas amigas comenzaron a caminar hacia su facultad.
—Se van a casar.
—Espero estar invitada. Tu mamá me cae muy bien.
—Es muy obvio que irás, ella te adora como si fueras otra hija suya.
— ¿Es porque soy la hija que siempre quiso y nunca pudo tener? —Eunseo bromeó y comenzó a reír al ver la expresión de Eunbi.
—Jodete. —Eunbi comenzó a caminar más rápido dejando a Eunseo atrás suyo.
—Espera, Eunbi. —Eunseo se adelantó hasta llegar a su lado. —Estuve hablando con Hoseok, él realmente se siente muy arrepentido.
— ¿Y porqué no me lo dice él?
—Ya sabes cómo es, pero me dijo que no te quiere incomodar, así que esperara a que tu lo busques.
— ¿Qué yo haga qué? Él está loco.
—Sí, lo está y mucho.
—Hablemos de otra cosa, no quiero seguir hablando de él.
—Está bien. ¿Te enteraste del chisme de la universidad?
—No, cuéntame.
—Dejaron entrar a un delincuente a la universidad.
— ¿Qué? No lo creo, esto es horrible. Ahora ya no podré dejar mi auto en el estacionamiento sin pensar que alguien pudiera tomarlo.
—Es de nuestro país.
— ¿Corea?
—Sí, algunos dicen que es delincuente que estuvo en prisión por secuestro y violación y otros que estuvo en prisión porque trato de asesinar a una persona.
— ¿En serio? Esto es grave. ¿Sabes cómo se llama?
—No lo escuché muy bien, pero creo que es Yuvin, Yeji o Yeri. Es una mujer, una Jung.
—Una Jung, los de ese apellido son de los peores, eso me ha dicho mi mamá.
—Tiene razón, una vez mi papá tuvo un amigo Jung y le pidió un préstamo, hasta ahora nunca le ha pagado y eso que ya pasaron muchos años.
—Oye, ahora que lo recuerdo, ¿Hoseok no es un Jung?
—Cierto. —Eunseo intercambio miradas con Sinb. —Pero él es bueno.
—Sí, él ha sido una buena persona y su familia ha sido muy generosa.
—Sí. —Ambas amigas ya habían llegado a la facultad, lo que significaba rumbos distintos. —Llegó la hora. —Eunseo dramatizó sabiendo lo que pasaría después.
—No, esto no puede acabar así.
—Es nuestro destino. Cada quien debe ahora tomar rumbos diferentes.
—No, Eunseo. Yo te amo, te necesito a mi lado.
—También te amo, pero no podemos seguir juntas.
— ¿Qué quieres decir con eso?
—Eunbi, debemos terminar.
—No, Eunseo. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. No podemos dejar las cosas así.
—Ya tomé una decisión, Sinb. Lo mejor es que te vayas.
—Eunseo...
— ¡No me ruegues que no cambiaré de opinión! —Con aquello dicho, Eunseo comenzó a caminar hacia su salón.
— ¡Nos vemos en tres horas! —Gritó Sinb a lo lejos. Amaba hacer esas dramatizaciones con Eunseo, era como una costumbre en su amistad.
Llegó a tiempo a su salón y le dio tiempo para revisar sus mensajes del móvil. Unos cuantos de Hoseok, otros de Tyler y de su madre.
Sus clases de logística empezaron y se alegró de saber que era como lo imaginaba. Luego de tres horas de teorías y vídeos, llegó la hora del receso.