[2] Mi niña de coletas I Sinrin

Capítulo 7

Habían pasado exactamente dos meses desde aquel día en la cafetería. Sinb solo hablo con Eunha por celular para confirmar que estaba bien, nunca más tuvieron contacto.

Por muchas razones, Sinb necesitaba su tiempo sola. Era difícil imaginar que personas desconocidas la odien y monten una historia de amor lésbica en la cual la villana era su mamá. Ni Disney crea cosas así.

Durante aquellos dos meses pasaron muchas cosas, la principal fue la boda de Jessica y Tyler. Sinb pensó que lo iban a aplazar todavía a seis o siete meses más, pero se llevó una sorpresa al saber que los preparativos estaban listos. Quizás su única queja fue el no poder participar en la decoración, cosa que siempre quiso hacer desde que supo de la relación de su madre.

Una semana después de la boda de Jessica terminó con Hoseok, algo que por algún raro motivo salió bien y quedaron como los buenos amigos que eran. Sinb obviamente sabía las razones por la cual terminó eso y la principal quizás tenía el nombre de Jung Yerin por todos lados; pero lo único que le dijo a Hoseok es que no se sentía a gusto con la relación que tenían y lo mejor era volver a ser amigos.

Su mejor decisión en lo que va del año, quizás.

Después de las dos semanas de luna de miel, la pareja recién casada había regresado a casa y con ello traían una gran noticia: Tyler iba a vivir con Jessica y Sinb.

La noticia fue muy bien recibida por parte de Sinb y hasta celebraron por la integración de Tyler en su vida.

Sinb aparte de eso, tenía muchas cosas que pensar. Aparte de las cosas buenas que sucedieron en ambos meses, aún tenía aquellos sueños extravagantes con Yerin; aunque ahora lo disfrutaba mucho más a sabiendas de que sucedieron en su pasado.

Sería mentira decir que no ha querido preguntarle a su madre sobre aquello, una que otra vez soltaba algunas indirectas las cuales Jessica no entendía y era mejor de esa manera. Aún no pensaba domar al dragón.

En estos momentos, Sinb estaba muy agradecida por tener tiempos de óseo. Las vacaciones de medio año en la universidad eran como un baño de agua fría en verano. Algo que realmente todos los estudiantes esperaban siempre.

Se encontraba en su cuarto escuchando música mientras tecleaba en su computadora. Le gustaba escribir cuando tenía tiempo en su blog, la cual nadie leía y estaba agradecida con ello. Sería raro que un desconocido leyera sus pensamientos y deseos por internet en una plataforma de historias y demás.

—Eunbi. —Jessica tocaba la puerta de su hija siendo abierta en pocos instantes.

—Dime, mamá. —Eunbi se sentó en su silla de escritorio mirando a su mamá parada a un lado de la puerta.

—Tyler y yo vamos a salir, regresaremos tarde. Así que si quieres puedes pedir pizza para cenar.

—No se preocupen, estaré aprovechando este tiempo para leer mis libros que deje a medias. —Eunbi miró su estante con algunos libros que no había terminado por estar pendiente a sus estudios.

—Está bien, si hay alguna emergencia puedes llamarme.

—La única emergencia que habrá es que quizás gaste tu tarjeta.

—Estaré pendiente a las cifras en mi celular. —Respondió Jessica con su semblante frío.

—Es broma, es broma. Pueden irse en paz.

Sin más que decir, Jessica salió del cuarto de su hija y en pocos minutos se escuchó la puerta de la casa ser cerrada.

Sinb tenía la casa sola y eso solo podía significar una cosa.

— ¡Música a alto volumen!

Sinb conectó el Spotify de su celular a los parlantes y en pocos segundos se podía escuchar en toda la casa las melodías de los Beatles, una banda que hace poco frecuentaba y ya comenzaba a amar.

—Na-na-na na, hey Jude. —Comenzó a cantar junto a la voz de John Lennon.

Amaba tener estos momentos sola. Disfrutó muchísimo tener la casa sola durante las dos semanas que su madre estuvo de luna de miel, aunque no lo disfrutó mucho por los parciales y exámenes estrictos que tuvo, agradeció el hecho de poder estudiar sin ruido alguno.

Se echó en su cama y comenzó a pensar mientras el aleatorio de su Spotify ahora cambiaba de "Hey Jude" a "Celebration" de Kool & The Gang. Su mente viajó a todo lo que había vivido hasta entonces y recordó a Yerin.

Yerin, su Yerin. Tenía tantas ganas de conocerla, tantas ganas de hablar con ella y darle un abrazo. Tenía millones de preguntas qué hacer y tenía millones de respuestas para dar si es que llegaba el momento de verla frente a frente.

Encararla quizás sea algo difícil, pero que sería un total privilegio de vivir. Conocer la verdad con quién lo vivió era lo que más quería pero también era lo más insensato buscarla ahora.

Tomó su celular y llamó a Eunha. Bastaron dos timbradas para que conteste.

— ¿Qué pasa? —Preguntó Eunha al contestar.

— ¿Estás ocupada?

— ¿Por?

—Necesito hablar contigo, si quieres puedes venir a mi casa. Te paso mi dirección por mensaje. —La línea se mantuvo en silencio por un momento y Sinb pensó que Eunha se había arrepentido de ayudarla.

— ¿Tu mamá? —Preguntó Eunha parando los pensamientos de Sinb.

—No está en casa y vendrá mañana quizás, puedes venir libremente.

—Está bien. Voy en una hora.

Sinb sonrió y colgó la llamada después de que ambas se despidieran.

Siguió escuchando música hasta que Eunha viniera y no pasó mucho tiempo, alrededor de cuarenta minutos para que tocara su puerta.

—Llegas temprano. —Sinb abrió la puerta dejándola entrar.

—Sí, no soy como otras que demoran media hora en ir a una cafetería. —Reprochó Eunha mirando la casa por dentro.

Las paredes estaban pintadas de un blanco perla y retoques de rosa pastel decoraban el lugar. Habían unos sofás color marrón que adornaban la sala junto a la escalera que llevaba al segundo nivel. La casa de Sinb era igual a la mayoría, una casa común y corriente.



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En el texto hay: kpop, gfriend, sinrin

Editado: 30.12.2020

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